El Artículo 5° de la OTAN le pone precio a los cibersoldados de Putin

Establece que un ataque a un país miembro representa un ataque a todas las naciones de la organización y fue la piedra fundacional de la alianza que se fundó en 1949

Guardar
Vladimir Putin
Vladimir Putin

El nuevo contexto de geopolítica, fusionado con la innovación tecnológica y la ciberdelincuencia, obliga a los protagonistas a evaluar si los ciberataques pueden invocar la cláusula de defensa de la OTAN. El Artículo 5° es el principio que establece que un ataque a un país miembro representa un ataque a todas las naciones de la organización. Este ha sido la piedra fundacional de la alianza de 30 estados desde que se fundó en 1949 como contrapeso a la Unión Soviética.

El Artículo 5° solo ha sido invocado una vez, luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. La alianza también ha tomado medidas de defensa colectiva en varias ocasiones, incluido el despliegue de misiles Patriot en 2012 en la frontera de Siria y Turquía, y el refuerzo de su presencia en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014.

Otro caso de intervención del mismo organismo, fue el despliegue de misiles Patriot en 2012 en la frontera de Siria y Turquía, y el refuerzo de su presencia en los países mencionados anteriormente tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014.

El Gobierno Norteamericano ofrece una recompensa de u$s10 millones de dólares por información sobre los miembros del grupo de piratería Sandworm ruso, acusados de realizar operaciones hostiles cibernéticas contra la infraestructura crítica de los EEUU. El historial criminal de estos individuos es conocido desde hace años, como también su identidad. Definitivamente, el nuevo escenario geopolítico y la escalda bélica dispara la necesidad de capturar a los sindicados, el mapa de riesgo evidencia que el “Artículo 5°″ está cada vez más cerca de gatillarse.

El Departamento de Justicia, además, está buscando información sobre otras bandas, incluidos: REvil, DarkSide, Hackers de Corea del Norte y los piratas informáticos de los estados-nación, que apuntan a las empresas estadounidenses y los sectores de infraestructura crítica.

Debido a que Ucrania no es un miembro de la OTAN, los Estados Unidos no está obligado a proteger al país de la misma manera en que lo haría si una nación miembro sufriera un ataque. Pero muchos de los vecinos de Ucrania sí lo son, y entonces, si un ataque ruso llegara a extenderse a uno de esos países, el Artículo 5° podría desencadenar la participación directa de EEUU y otros miembros de la OTAN.

Ya en 2016 el organismo incluyó los ciberataques entre los posibles actos de Guerra. Una decisión que comenzaron a discutir los miembros en 2014, da cuenta que la OTAN respondería ante cualquier ciberataque a uno de sus miembros. Las “amenazas híbridas”, activadas con la crisis de Ucrania y la aparición del autoproclamado Estado Islámico, tienen altísima actividad en internet y han obligado a intensificar la colaboración de la organización con la Unión Europea.

En medio de la guerra en Ucrania, la preocupación por los ciberataques en todo el mundo amenaza la seguridad de países y alianzas. Un ataque cibernético en cualquier estado miembro de la OTAN activaría el Artículo 5°. Así, la entidad podría considerar las actividades y los efectos de los ciberataques acumulativos como un ataque armado.

Si un ciberataque ruso en Ucrania impacta en Polonia, siendo este un miembro de la OTAN, y provoca cortes de energía que ocasionan el fallecimiento de pacientes en de hospitales; o se apagan los semáforos que causan accidentes de tránsito fatales que involucran a las tropas estadounidenses o interrumpen las telecomunicaciones, internet o el servicio eléctrico; entonces la OTAN tendría que intervenir.

Estados Unidos y Europa Occidental ya han tomado severas medidas financieras sin precedentes contra Rusia al quitarle al país aproximadamente u$s 600 mil millones en reservas a su Banco Central. Los miembros de la OTAN también prohibieron a los bancos estatales rusos utilizar transferencias bancarias para realizar operaciones internacionales. A pesar de todas las sanciones, Putin ha demostrado cibercontrol.

Se espera que llegue algún tipo de represalia a través del ciberespacio porque es un área donde Rusia tiene un gran desarrollo y mucha capacidad, y donde Occidente tiene muchas vulnerabilidades. Lo que ha sido el mayor logro del siglo XXI es ahora el mayor punto débil de Occidente, ya que EEUU y Europa occidental son sociedades digitalmente dependientes en las que la vida es inimaginable sin internet.

Las industrias del petróleo y gas parecen las más amenazadas. Los países de Europa Occidental son los objetivos probables de los ciberataques rusos, al igual que el Reino Unido, Francia y los estados bálticos.

En ese sentido, el último viernes 30 de abril el gobierno de Rumania confirmó una serie de ciberataques en sitios web de instituciones públicas clave, incluido el gobierno y el Ministerio de Defensa. Al mismo tiempo, grupos coordinados de hackers atacaron varios sitios web de noticias en la República Checa. La modalidad, en todos los casos, ha sido denegación de servicios. El sitio web público de la Televisión Checa, CT24, y el servidor de noticias de la Radio Checa iRozhlas.cz estuvieron inaccesibles durante varias horas. De igual forma ocurrió con los sitios web del Ministerio del Interior checo, incluida la Policía y el departamento de Bomberos. El sitio web del gobierno checo, los Ferrocarriles Nacionales y la Agencia Nacional para la Seguridad Cibernética y de la Información.

Es evidente que los ciberataques son necesariamente parte integrante de cualquier acción militar, ahora en la “Guerra Híbrida”.

SEGUIR LEYENDO

Guardar