Bolsonaro, Trump, Boris Johnson, Kast, Le Pen, Bukele … hace poco más de una década que los extremos vienen dominando la agenda pública y ganando elecciones improbables en los países más importantes de la región y del mundo. En Argentina, Milei es hoy el político mejor evaluado, sus posibilidades de ser el próximo presidente continúan en aumento, mientras concentra la atención casi total de la política y de los medios, lo que aumenta esta tendencia.
Para entender este fenómeno, debemos primero comprender cómo funcionaron en el mundo procesos similares de candidaturas que entraron a la arena política con un discurso radical y generaron un reacomodamiento de la oferta electoral, de la agenda pública y del discurso político.
Un trabajo publicado en la European Economic Review llamado ¨Camino a los extremos: La política después de las crisis financieras 1870 – 2014¨ donde se recopilaron datos de 800 elecciones en más de 20 países, concluye que después de una crisis financiera los votantes tienden a sentirse particularmente atraídos ante la retórica de la extrema derecha, cuyos candidatos crecen un 30% en promedio en su caudal electoral.
Este trabajo puede darnos algo de claridad sobre el surgimiento de los candidatos de extrema derecha después de la crisis financiera del 2008 que terminó con Trump, Bolsonaro y Boris Johnson en el poder. En la actualidad, después de una pandemia que golpeó duramente a todas las economías del mundo, y una guerra que produjo una ola inflacionaria sin precedentes, no deberíamos esperar mucho para ver las consecuencias de estas crisis en las elecciones.
Internet y las redes sociales, que hoy son nuestro principal canal de comunicación, también aportan al crecimiento de los candidatos extremos en desmedro de los moderados. Un artículo publicado en The Economist titulado ¨Por qué la gente feliz vota por partidos enojados¨ demuestra que los mensajes intensos y enojados tienen más difusión y repercusión que los mensajes mesurados. Por ejemplo en las elecciones en el Reino Unido del 2019, los mensajes del Brexit Party generaron más alcance que todos los otros partidos combinados. Según concluye este artículo, la cantidad de votantes enojados no está aumentando sino que gracias a Internet y las Redes Sociales los mensajes más extremos logran mayor llegada al público, ya sea por su adhesión o rechazo, mientras que los mensajes más ¨correctos¨ llegan a una menor cantidad de gente.
Pero no todos los candidatos provenientes de los extremos son iguales. Para entenderlos mejor, podríamos ubicarlos en una matriz de dos variables: en un eje podemos separar a quienes se ubican dentro del sistema y quienes se ubican fuera del sistema; mientras que en el otro eje podemos ubicar de un lado a los liberales y del otro a los conservadores. Así, por ejemplo, Milei se ubica en el cuadrante de los candidatos liberales que están fuera del sistema, mientras que Kast se ubica en el cuadrante opuesto, siendo un candidato conservador que surge desde adentro del sistema.
¿Pueden los moderados recuperar su protagonismo en las elecciones? Claro que sí, pero tienen que entender algunas cosas: la primera es que no hay que copiar a Milei, aunque en el corto plazo parezca una táctica efectiva, justamente una posición moderada es la que les permitirá llegar a grupos de votantes más grandes y lograr una mayoría. Sobre todo en elecciones con voto obligatorio.
La segunda es que no se deben subestimar las razones del enojo de los votantes, hay que escucharlos, entenderlos y ofrecerles soluciones sin entrar en atajos retóricos donde se pierda identidad.
La tercera es que mientras más enroscada en sí misma se perciba a la política, mientras se los vea peleándose interna y externamente sin llegar a mínimos acuerdos que mejoren la vida de la gente, más probabilidades hay de que un candidato como Milei llegue a ser presidente.
Hoy el centro y los moderados dependen de sí mismos para obtener un buen resultado en las elecciones, pero la tendencia y el tiempo corren en su contra ¿podrán?
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