Mundo fintech: el usuario en el centro de la escena

Argentina se debate entre la adopción y las complicaciones de uso; entre el crecimiento acelerado de nuevas soluciones tecnológicas que llegaron para quedarse y la necesidad imperiosa de adaptarse a las mismas

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La regulación en materia fintech es muy incipiente, lo que les permite a las empresas innovar con soluciones de seguridad sin tener que someterse a regulaciones muy estrictas
La regulación en materia fintech es muy incipiente, lo que les permite a las empresas innovar con soluciones de seguridad sin tener que someterse a regulaciones muy estrictas

En Argentina se da un fenómeno particular: por un lado, se viene dando un gran crecimiento y aceptación por parte de los usuarios en los servicios que ofrecen las fintech y por el otro, se ve la contracara que trajo el mismo aceleramiento de este sector. Es decir, el aumento exponencial de empresas tecnológicas y sus soluciones generaron una serie de importantes desafíos en relación a la accesibilidad, seguridad de datos y a asegurar la confianza de los usuarios para que efectivamente se pueda dar la inclusión financiera. Los nuevos modelos de uso trajeron innovación y agilidad pero también incertidumbre para algunos segmentos de la población.

A medida que el sector fintech sigue avanzando en el mercado, tanto el desarrollo de los productos, la oferta de valor de cada empresa y la experiencia del usuario se tornan cada vez más importantes.

Miles de empresas apuestan a este ecosistema y esto se ve reflejado en el salto de cantidad que hay Argentina: el número se triplicó en tres años y existen unas 310 empresas, según datos de la Cámara Argentina de Fintech. Este boom fintech tiene una raíz común: la pandemia. Según la Cámara, el 20% de las empresas que hoy conforman el ecosistema nacieron durante el aislamiento sanitario.

El aumento exponencial de empresas tecnológicas y sus soluciones generaron una serie de importantes desafíos en relación a la accesibilidad, seguridad de datos y a asegurar la confianza de los usuarios

Esto da cuenta que el terreno definitivamente cedió para este tipo de proyectos y que siguen emergiendo desde el 2020.

En esta línea, en un contexto tan complejo como aquel, las fintech decidieron ponerse en marcha y ofrecer diferentes soluciones que efectivamente ofrezcan un valor agregado pero también que vaya en la misma dirección de los cambios de hábitos en los usuarios. La digitalización se dio como un proceso no solo para los que hacemos sino también para quienes consumen. Por lo que poner al usuario en el centro de la escena no fue algo menor.

Este sector es un gran motor de este proceso, ofrece plataformas simples que no generan obstáculos ni muchos trámites cambiando el paradigma establecido por tantos años. La capacidad tecnológica abrió la puerta a que no sea necesario pedir documentación y requisitos excesivos para aplicar a un producto financiero y así poder completar el proceso en forma simple y ágil.

Otro punto aportado por las fintech es la diversificación y efectividad en los productos que, como consecuencia natural de estas facilidades, logra la promoción de la inclusión financiera en sectores no bancarizados y o subbancarizados que no pueden acceder a determinados productos o servicios dentro de la banca tradicional. Un elemento central para lograr una gran experiencia del usuario es el conocimiento del cliente y la utilización del Big Data que adopta el sector.

El 20% de las empresas fintech que hoy conforman el ecosistema nacieron durante el aislamiento sanitario

Así, Argentina se debate entre la adopción y las complicaciones de uso; entre el crecimiento acelerado de nuevas soluciones tecnológicas que llegaron para quedarse y la necesidad imperiosa de adaptarse a las mismas. Ganar un lugar de comodidad y confianza para los usuarios, como aggiornarse a los tiempos que corren a través de innovaciones digitales, son retos para las fintech.

Las empresas tienen, entonces, que acomodar su trabajo para lograr el equilibrio en esta bifurcación entre uso masivo y accesibilidad. El escenario tiene algunos condimentos a favor. Por ejemplo, la regulación en materia fintech es muy incipiente, lo que les permite a las empresas innovar con soluciones de seguridad sin tener que someterse a regulaciones muy estrictas.

De la misma manera puede beneficiarse el onboarding digital y la oferta de productos, mientras que las normativas regulatorias no inhiban el desarrollo de nuevos productos y soluciones. Por tanto, es un campo de juego abierto donde cada empresa puede aportar su sello distintivo y ganar (o ampliar) su nicho de mercado. Se trata de competir no solo desde los costos sino también desde el servicio.

Será cada vez más importante que los usuarios tengan una experiencia fluida, ágil y segura, que les permita tantear las aguas de cada empresa y elegir la que mejor resuelva la demanda.

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