Diarquía argentina

En Argentina gobierna un Ejecutivo donde cohabitan dos poderes que se anulan entre sí con fuerzas contrapuestas. Esto complica al país, a su gente y a los gobernadores

Cristina Kirchner y Alberto Fernández, la diarquía argentina (Natacha Pisarenko/Pool via REUTERS)

En Argentina gobierna un Ejecutivo donde cohabitan dos poderes –como en las antiguas diarcas espartanas- que se anulan entre sí con fuerzas contrapuestas. Esto complica al país, a su gente y a los gobernadores. Un ejemplo de ello sucede en Santa Fe. Hace un año que el presidente Alberto Fernández hizo suyo el reclamo por mayor seguridad del gobernador Omar Perotti y dijo: “No podemos permitir que esto pase en Argentina. Va más allá de Rosario, de Santa Fe. Es un tema nacional que hay que atacar como tal”. En aquel momento se comprometió al envío de fuerzas federales y de refuerzos en la Justicia Federal. Promesa que se hace esperar ante una realidad extenuante. Aníbal Fernández manifiesta que el presupuesto no sancionado demora cumplir la promesa de mil efectivos. Donde la política pone “un pero”, las consecuencias son las que vive Rosario -que es Argentina-: 126 muertos en 114 días. Todos piden pasar de la inacción a la acción. El arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, pidió: “Nación debe convocar al gobernador y al intendente, porque esto no se soluciona solos”. Insistió en que “todas las fuerzas políticas dejen en este tema los intereses de lado” y reconoció que el principal problema es la inflación porque “se evaporan los pesos del bolsillo de la gente y a Cáritas se le achican los bolsones de comida”.

Tal es la importancia que los actores institucionales le dan a lo que sucede en Rosario que recientemente todas las Cámaras de la Justicia Federal eligieron como Vicepresidenta Segunda a la Dra. Élida Vidal de Rosario, para que la voz del reclamo de la necesidad de nuevos juzgados federales y la designación de jueces sea permanente.

Juan Manuel Urtubey le dijo a Infobae: “Javier Milei crece a lo largo y ancho del país porque nosotros no hemos resuelto los problemas de la gente. ¿Por qué un dirigente que lo plantea no va a tener el acompañamiento de la sociedad? Si logramos construir una agenda con los problemas de la gente, es probable que vuelvan a mirarnos”.

La actual coalición de gobierno tiene un Ejecutivo en el que la vicepresidenta se convierte en detractora de su propio Gobierno, debilitándose día a día. El Presidente cuenta con un albertismo que como definió alguien que lo frecuenta “es un cuerpo sin alma”. No hay un Ministro de ese gabinete, con excepción de Zabaleta, que le ponga el cuerpo y el alma a su Presidente. No se observan voces además que descollen en la creación de ideas para producir o provocar un salto cualitativo en el gobierno.

Mañana se reunirá en Buenos Aires, en forma presencial, la mesa directiva de Juntos por Cambio. Los principales dirigentes, (especialmente del radicalismo), plantearán una agenda de corto plazo en la que se debatirá cómo se posiciona JxC en la emergencia que vive el país, en esta crisis, con dos componentes. Por un lado, influir sobre el Gobierno diciendo “acá está la oposición y este es nuestro planteo en temas como inflación, piqueteros, planes sociales, economía, etc”. La segunda intención es ir planteándole a la sociedad cuáles son los principales puntos de diferenciación con la actual gestión y cuáles podrían ser las bases de un futuro programa de gobierno.

Se supo que el ex presidente Mauricio Macri resolverá su candidatura presidencial en los tiempos que marca la ley, es decir marzo de 2023. Mientras tanto, sus apariciones públicas mensuales, lo fortalecen como para colocarlo en posición de digitar la fórmula presidencial de su espacio (PRO) y/o las candidaturas a gobernadores y las de diputados nacionales. Consultado sobre el plan a desarrollar, lo define a lo Churchill “sangre, sudor y lágrimas”, y está convencido que el obstáculo para su implementación no está en la gente, sino en los círculos de poder.

¿Podrá el radicalismo y la coalición cívica convencer al PRO de su agenda? ¿O esto deja una puerta abierta para reconfigurar la coalición? ¿Juntos por valores o Juntos por poder?

La Mesa de Enlace el sábado pasado se abstuvo de participar de la movilización de los autoconvocados. Reconocen que fue importante, pero que estuvo alimentada y engrosada por el PRO. Desestiman que pueda producir un cisma, porque los autoconvocados son anárquicos y la mesa de Enlace está instituida.

Política en Santa Fe

El senador Traferri, durante la última sesión extraordinaria del Senado, a través de un escrito estudiado y apoyándose en diapositivas, pidió a sus pares que investiguen a los fiscales Edery y Schiappa Pietra, que quieren imputarlo por corrupción relacionada con el juego clandestino. Documental que el senador Gramajo le solicitó a su par, para remitirlo a la comisión bicameral que preside. Desde la Cámara de Diputados los legisladores Matilde Bruera y Palo Oliver, así como también lo hizo el Fiscal General del MPA, Jorge Baclini, piden a través de un proyecto la derogación de la ley que le otorga a la Legislatura el control político absoluto de los fiscales y volver al anterior sistema de un Tribunal de Enjuiciamiento, similar al jury previsto para los jueces de la provincia. ¿Habrá voluntad política para permitir que el MPA en forma autónoma investigue? Este es el nudo de la cuestión.

Lo electoral no descansa, cohabita con los problemas cotidianos. Si bien hace un mes pareció nacer el Frente de Frentes, hoy su construcción parece bajar sus decibeles. El intendente Javkin manifiesta que si bien está muy enfocado en la gestión, cree “en la necesidad de hacer un frente santafesino nuevo, amplio, con la concurrencia de varios sectores”. No se lo escucha proclive a la conformación de un Frente de Frentes. No obstante, el sector del senador Michlig, el gran impulsor de esta idea, cree que hay diferentes momentos, pero que será irremediable la confluencia de todos los actores –más allá del nombre que le adjudiquen al conglomerado-, para ganarle al Frente de Todos. Se sabe que uno de sus actores, Pullaro, comanda un grupo de dos mil técnicos abocados a confeccionar un programa de gobierno. Esta cronista cree que el mismo va direccionado especialmente al socialismo, para disipar dudas sobre el rumbo que un futuro gobierno de la coalición opositora tendría en Santa Fe. La crisis de representatividad es tan profunda que ya nada asombra.

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