La inflación, otro error de comunicación

El Presidente se aventura a una batalla que tiene grandes chances de ser una nueva derrota. El enfoque escogido es imprudente y los argumentos lo colocan en una posición de casi imposible cumplimiento

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El Presidente se sobreexpone con
El Presidente se sobreexpone con frases imprudentes en su lucha por posicionarse dentro de un frente que ya le bajó el pulgar para 2023 (REUTERS/Agustin Marcarian)

Intro

La interna del FDT mete la cola en todo momento. El Presidente debe ganar batallas, juega “plenos” en el casino prometiendo lo que no puede y, con una mirada cortoplacista increíble, se sobreexpone con frases imprudentes en su lucha por posicionarse dentro de un frente que ya le bajó el pulgar para 2023.

La inflación

Por eso, una vez más “se la juega” en otra derrota anunciada, en su lucha contra la inflación. Ya en diciembre había dicho que estaba en una curva por la comparación de 12 meses atrás por 0,1% de diferencia, lo que claramente no marcaba tendencia.

El relato AF

El Presidente ya planteó el suyo, corto y conciso, aunque con muchos “peros”. Cuenta que al asumir le tocó una pandemia con la que ningún otro líder tuvo que lidiar y fue firme con la cuarentena. Y también salió a sostener a las empresas y personas más vulnerables con recursos del Estado, como el IFE y ATP. Porque el 2020 era cuidar la salud por sobre todo. Que ese año el país organizó el proceso de vacunación más grande la historia y hoy sobran vacunas.

Luego, en 2021, se ocupó de cumplir su promesa de campaña y poner de pie la economía, llegó la recuperación que se coronó con el acuerdo con el FMI. Por ello, del mismo modo en el que luchó personalmente contra la pandemia y consiguió el objetivo de la recuperación económica, es el turno de ganarle a la inflación en una “guerra sin cuartel”.

Por supuesto que la historia construida parece un poco endeble en cada gran tema, con muchos desaciertos y sobre todo poca aprobación. No es mayoritaria la legitimidad otorgada a esta versión de los acontecimientos.

Con la confianza perdida sumada a la palabra devaluada, difícilmente se consiga una modificación en estos aspectos hacia 2023. Por eso, el Presidente parece haber decidió jugar una bala de plata más: bajar significativamente la inflación para colgarse la medalla que le ayude a recuperar la credibilidad y la centralidad.

El argumento central

Sería algo así como: “Ahora nos ocuparemos de la inflación como lo hicimos con la pandemia en 2020 (cómo no contraponer los fallecidos, las demoras en la llegada de vacunas, el vacunatorio VIP, etc.). Y como logramos poner la economía de pie con una recuperación récord en 2021 con 10% de crecimiento”. Pero es notorio que hay grandes segmentos poblacionales en la pobreza e indigencia y es difícil que el dato de la reactivación quede por encima del malestar social.

Para resumir el enfoque

1- Triunfo: le ganaremos a la inflación como ya hicimos con la pandemia y la recesión economía.

2- Guerra: colocaremos todo esfuerzo en este tema, por lo que saldremos nos impondremos por la fuerza y haremos lo que debemos.

Las críticas

1- Guerra 2: imprudente y desafortunado término en un contexto bélico mundial, en el que muere gente y se destruyen ciudades.

2- Contradicción: el control de precios con el acuerdo con los empresarios pareciera ser la típica y demasiado constante oscilación.

Explicaciones posibles no utilizadas

1- Hay una tendencia mundial a la inflación que incluye a Europa y EEUU.

2- Nuestro país tiene una historia inflacionaria desde hace 30 años como mínimo.

3- Hay inflación porque hay reactivación.

4- Se apoyó a los más necesitados y vulnerables en pandemia y eso tendría consecuencias inflacionarias en este año.

5- Existe una herencia del gobierno.

6- Llevarla a un digito demandará 15 o 20 años. Cuanto antes comencemos será mejor en base al acuerdo.

7- La grieta y la división es la principal causa de la alta inflación.

8- Es tiempo de dejar de pensar en “espejitos de colores” y comprender que se necesita un trabajo serio y de consenso.

¿Por qué el Presidente dice lo que dice?

Debe abrazarse a una épica que no tiene, trabaja en la creación discursiva publicitaria con bajo nivel de sustento. Quiere y debe conducir. Tiene que ganar batallas para poder ser elegido por la gente, pero principalmente por su propio espacio.

Conclusiones

El Presidente se aventura a una batalla que tiene grandes chances de ser una nueva derrota. El enfoque escogido es imprudente y los argumentos lo colocan en una posición de casi imposible cumplimiento. ¿Cómo se gana la guerra? ¿Cuándo termina?

Nos encontramos, una vez más, con una mirada de corto plazo, publicitaria y con un encuadre del tema que deja sobreexpuesto al presidente y todo su gobierno.

Una vez más: mismo esquema, mismos formatos… Probablemente, mismos resultados negativos.

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