Esta palabra hace referencia al sector legal y el tecnológico, y se refiere a distintas categorías de tecnologías digitales que tienen distintos objetivos como la gestión de casos jurídicos, firma digital, marketplaces de abogados, infraestructura informática y el análisis de casos legales entre otras.
Estas tecnologías más allá de estar convirtiéndose en tendencia, están revolucionando la forma en que los profesionales desarrollan sus funciones y utilizarlas ya no se trata de una moda sino de una necesidad ya que las firmas de abogados que no implementen este tipo de herramientas se verán superadas y desplazadas del terreno por aquellas que están modernizándose.
Entre todas las tecnologías que se están aplicando al ejercicio de la abogacía hay algunas que se destacan: Automatización robótica de procesos (robotic process automation -RPA); 2) Inteligencia artificial (IA); 3) Big Data; 4) La computación en la nube (Cloud computing); 5) Blockchain.
La incorporación de estas herramientas a las tareas diarias de cualquier profesional permite trabajar desde cualquier lugar, compartir de forma segura archivos de cualquier tamaño, facilitar el cumplimiento y garantizar la seguridad y lo más importante es que ayudan a mejorar el servicio al cliente.
Si bien la adopción de estas tecnologías eficientiza todos los procesos y los hace más seguros ya que no solo permite hacer el seguimiento digital, colabora con la ampliación de la cartera de clientes y previene el fraude jurídico, está siendo muy lenta. Esta lentitud, obedece a que, por un lado no pueden sustituirse rápidamente todos los procesos jurídicos tradicionales y por otro porque algunos profesionales siguen viendo con recelo el uso de estas herramientas tecnológicas por una cuestión de costos, de ciberseguridad o porque piensan que pueden ser sustituidos por una tecnología avanzada, una especie de robotización de la profesión.
La revolución digital también esta produciendo un cambio significativo en el comportamiento y en las necesidades de los clientes. Ellos están demandando cada vez más eficiencia, eficacia y transparencia por parte de los estudios jurídicos. Un cliente moderno ya no tolera que su abogado sea lento en sus procesos, que no sea efectivo en sus resultados, que no sepa gestionar sus casos online o que no brinde información transparente de sus casos.
Es este nuevo cliente moderno el que empuja a los abogados tradicionales a apalancarse en la tecnología para evolucionar y no perderlos, e incluso aumentar su cartera mediante plataformas tipo marketplace.
Un abogado que sepa aprovechar las soluciones LegalTech podrá potenciar sus propias habilidades aumentando su productividad y adquiriendo una ventaja competitiva con respecto a sus pares, sin temor a ser reemplazados por un “robot” ya que el ejercicio del derecho requiere una serie de capacidades propias de los seres humanos que difícilmente puedan suplirse con una máquina, por lo tanto subirse al tren de la modernización que traen el LegalTech es clave para que las firmas comiencen a ser más competitivas.
(*) La autora es Abogada Especialista en Derecho Administrativo y Regulación Energética (UCA, CEARE, ITBA, Universidad Austral). Fundadora de Legalify.app