Encabezando una compañía desde hace más de 25 años, siendo mujer, pude notar el avance en términos de género durante toda nuestra trayectoria. Cada vez hay más presencia de mujeres en el sector financiero y esto puede ser un impulso para otras. Ver que es posible, que otras mujeres lo han logrado, brinda ánimos a seguir adelante, a no abandonar una carrera y a luchar por los objetivos profesionales a los que se aspira.
De todas formas, un informe realizado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) en 2021, visibilizó que, en ciertos aspectos y dimensiones del mercado laboral argentino, aún se presentan inequidades de género, lo cual dificulta el desarrollo laboral y económico de las mujeres. En nuestro sistema actual, la independencia económica es fundamental para poder ser autosuficientes. Si las mujeres permanecen en los márgenes del sistema financiero, tendrán dificultad para invertir y llevar a cabo proyectos. Por este motivo, el acceso al sistema bancario es una herramienta fundamental para alcanzar la igualdad y aumentar la presencia de mujeres como líderes de empresas.
Mientras más personas cuenten con los recursos y estén dispuestas a emprender proyectos o participar activamente en la generación de riquezas del país, mayor será el impacto positivo para todos. Una sociedad con ambiciones y dispuesta a plantearse desafíos, es un ambiente propicio para el crecimiento, tanto de la economía local, como de la calidad de vida de los habitantes.
Para construir camino dentro de una empresa es fundamental tener confianza en sí mismo, pero a su vez, son sumamente importantes la capacitación, la empatía y la interpretación de la cultura organizacional donde se quiere desarrollar. Quienes lideramos, nos enfrentamos al desafío de incorporar las nuevas generaciones con su innovación y lo que proponen, sus nuevos formatos y, sobre todo, somos responsables de brindar no solo igualdad de oportunidades, sino también las herramientas necesarias para propiciar un entorno óptimo para el desarrollo de habilidades individuales.
Es necesario que desmitifiquemos la imposibilidad de las mujeres para ocupar cargos gerenciales o presidenciales, ya que, con disciplina, actitud, profesionalismo y liderazgo, han llegado muy alto. Asimismo, las cualidades y el talento no se encuentran condicionados por el género. Las mujeres han obtenido muchos méritos y respeto en el área a partir del esfuerzo constante dedicado a avanzar y crecer en el mundo corporativo.
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