¿Seguirá el bi-coalicionismo en 2023?

Oficialismo y oposición cubren el 80% del espectro electoral, pero la falta de normas para su convivencia las complica. En la coalición de Gobierno el resquebrajamiento es indisimulable

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En Argentina hay dos liderazgos, menores, pero liderazgos al fin. El de Cristina de Kirchner y el de Mauricio Macri
En Argentina hay dos liderazgos, menores, pero liderazgos al fin. El de Cristina de Kirchner y el de Mauricio Macri

La pregunta que necesariamente debemos formularnos a un año calendario de donde la política mostrará explícitamente su ambición de poder –marzo 2023- es: ¿Argentina seguirá siendo un país de bi-coaliciones? Hoy, ambas, oficialismo y oposición, cubren el 80% del espectro electoral. Sucede que la falta de normas para su convivencia las complica. En la oficialista su resquebrajamiento es indisimulable. Pero no presagia división.

Cristina de Kirchner y La Cámpora sienten que, en todo caso, quien debiera irse es su creación. A quien creen, luego del cismo de noviembre pasado, un okupa del poder conferido. Los problemas judiciales de la Vicepresidenta así como los grandes presupuestos de las principales cajas que maneja La Cámpora los hacen rebeldes, pero no al punto de arriesgar su permanencia: garantiza que no sacarán los pies del plato.

Lamentablemente, el Gobierno seguirá así, con grandes trabas desde adentro, diluyendo la gobernabilidad del presidente Alberto Fernández. quien pudo convertirse en un líder en la época de “mi amigo Horacio” pero sucumbió ante las imposiciones de su Vicepresidenta.

Algunos actores cercanos al Presidente entienden que al Gobierno le falta la hoja de ruta, es el caso del ex minsitro de Defensa Agustín Rossi, quien además señala: “Las tensiones internas son indisimulables, pero el peronismo mayoritariamente acompañó al Presidente en el tema del Acuerdo con el FMI. Hay que dar vuelta la hoja. También hay que ver la totalidad del vaso. Así como me duelen los indicadores sociales, me alegra la baja de la desocupación”. Rossi cree que es imprescindible para su coalición estipular un reglamento de convivencia.

Otros actores cercanos al Presidente de extracción gremial, le dijeron a Infobae: “O los raja o se cocina en su salsa sin gusto”.

En la otra orilla de la coalición opositora, se observan tres problemas: a) la falta de cohesión; b) la ausencia de un programa y c) no hay fórmula 2023 por lo cual no hay liderazgo.

Aquí debo señalar que, en realidad, en Argentina hay dos liderazgos, menores, pero liderazgos al fin. El de Cristina de Kirchner y el de Mauricio Macri. Las dos coaliciones creen que el remedio serán las PASO del año que viene, es decir apuestan a la democracia de candidatos, sin contenidos a los que se comprometan a cumplir a futuro.

Lo señalado abre un escenario más de incertidumbre. La ausencia de liderazgos democráticos en Argentina es un gran problema, dado que son los encargados de organizar y juntar voluntades políticas con vocación de poder con intereses públicos. Eso hoy, no existe. Desde que se produjo la primera coalición imperfecta del ex presidente Macri, Federico Storani viene reclamando que la misma se transforme en un ámbito de debate de políticas públicas esenciales.

Hay enormes diferencias conceptuales que habitan en ambas coaliciones. Por ejemplo, en la de Gobierno, acordar o no con el FMI. En la opositora, la reivindicación de Macri sobre el gobierno de Menem, generando un sarpullido mayúsculo en el presidente del radicalismo, candidato 2023, Gerardo Morales. Esto lleva a preguntarnos si las PASO serán el remedio a tantas diferencias. Esperar las PASO para dirimir candidaturas y/o liderazgos, y por ende armar un proyecto de gobierno, se vuelve riesgoso en un país que navega en incertidumbres.

Un tema a señalar es que las marchas importantes como la protagonizada por La Cámpora el 24 de marzo representan movilizaciones sociales de una minoría activa que existe, sobre todo, en el Conurbano bonaerense, cuyo trasladado a las urnas corre el gran riesgo de no guardar relación. Es probable que, si La Cámpora fuese sola a las urnas, su performance sería bajísima.

Otra observación: sacar muchos votos tampoco es sinónimo de liderazgo. Un ejemplo palpable es el de la santafesina Carolina Losada.

A propósito de Santa Fe, la semana pasada se produjo un hecho que habla del avance en la construcción del Frente de Frentes. Salvo el socialismo, los distintos partidos opositores coincidieron en la firma de un documento repudiando el aumento de las retenciones a la harina y aceite de soja por considerarlo inconstitucional y que perjudica a la producción santafesina. El partido del intendente rosarino, Pablo Javkin, CREO, encabezado por su actual presidente Mariano Roca, firmó junto a los titulares de la UCR, Carlos Fascendini; del PDP, Gabriel Real; del PRO, Cristian Cunha, y de la CC ARI, Lucila Lehmann. Todo esto unido a la reaparición política de Miguel del Sel.

La ex ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe, María de los Ángeles “Chiqui” González, flamante Doctora Honoris Causa de la UNR, le dijo a Infobae: “Nunca olvidaré un escrito de un niño llamado Javier: ‘Cuidemos lo público, para algunos es lo único’”. La ex ministra reconoce que el mandato de Javier fue un Norte en su gestión, ¿alguna posibilidad que se replique?

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