El Gobierno está perdido, fracturado y sin rumbo

Van por todo: se radicalizan cada vez más ante los resultados de su propia ineptitud

zzzznacp2NOTICIAS ARGENTINAS BAIRES, MARZO 23: El secretario de Comercio, Roberto Feletti, durante la conferencia de prensa que ofrece en este momento. Foto NA: MARIANO SANCHEZzzzz

No hay absolutamente nada que los haga ver la realidad. Destruyeron la economía con la cuarentena más larga del mundo, aniquilan cada día empresas con la presión fiscal y las regulaciones, fueron abruptamente derrotados en las últimas elecciones y la inflación no deja de pulverizar lo poco que queda de poder adquisitivo en la República Argentina. Sin embargo no alcanza para quitarles la ideología de sus ojos. Ahora van por todo: se radicalizan cada vez más ante los resultados de su propia ineptitud.

No comprenden lo más elemental: intentar nuevamente solucionarlo todo con medidas que en el pasado han terminado en una catástrofe, es un pase asegurado a un nuevo y rotundo fracaso. El esquema de “Precios Cuidados” sigue siendo una de las principales armas del Gobierno para solucionar la dinámica inflacionaria. Batallan día a día contra los productores y cadenas de supermercados para intentar que el programa se respete a rajatabla con la esperanza de terminar con el alza constante de los precios: desde el año 2014 existe este esquema de precios bajo supervisión estatal y lo único que ha logrado es que desde su nacimiento a hoy la inflación acumulada haya sido de algo más del 1.100%. Es evidente que la solución no pasa por allí.

Intentar nuevamente solucionarlo todo con medidas que en el pasado han terminado en una catástrofe, es un pase asegurado a un nuevo y rotundo fracaso

El Gobierno finalmente acordó que los precios de 580 productos vuelvan a los valores que tenían en góndola el 10 de marzo pasado. Nadie sabe bien el porqué de la elección de esa fecha ni tampoco la justificación precisa del porqué se han seleccionado esos productos y no otros. Lo más impresionante ha sido las explicaciones que ha dado el Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, ante lo que él considera una suba “desmedida” en el precio de los productos en cuestión: sin titubear y con gran vehemencia esbozó que los “especuladores” que han subido los precios intempestivamente solo quieren comprarse más departamentos en Miami, más 4x4 y que salen a la ruta a exhibir el lujo que tienen porque convalidan una suba del 50% en dólares en sus stocks. Incluso el funcionario fue más allá: dijo que “si vamos así la Mesa de Enlace va a decidir qué comemos y qué no comemos”. Luego acusó a la industria alimenticia y al sector agropecuario y prometió una canasta de 60 productos con precios regulados para “comercios de proximidad”. El nivel de desconocimiento del sector por parte del funcionario en cuestión es astronómico.

Desde el año 2014 existe este esquema de precios bajo supervisión estatal y lo único que ha logrado es que desde su nacimiento a hoy la inflación acumulada haya sido de algo más del 1.100%

En pocas palabras, Feletti marcó cual es el camino que va a recorrer el Gobierno. El control de precios, la suba de retenciones al campo, la amenaza de aplicar la ley de abastecimiento (e incluso apelar efectivamente a ella en un futuro no muy lejano) y el hostigamiento al sector privado con especial detenimiento en aquellos argentinos de alto poder adquisitivo no es más que un comunismo explícito que quiere implementarse logrando que nada quede en pie en la República Argentina. El Secretario de Comercio Interior acusando a un sector del campo de elegir por nosotros lo que vamos a comer mientras por culpa de medidas populistas como las que nos tienen acostumbrados han logrado que 5 millones de personas indigentes no solo no puedan elegir que comer sino que muchos días ni siquiera logren hacerlo.

Lo están destruyendo todo: van por nuestro esfuerzo, por nuestra la rentabilidad y por toda la propiedad privada. No se le pueden encontrar otras razones que justifiquen cada uno de los delirios, cada una de las declaraciones y cada una de las decisiones que toma el gobierno para intentar sacarnos de un pozo al cual ellos mismos nos han empujado.