Putin eligió la guerra, nosotros seguimos unidos con Ucrania

Estados Unidos, junto con Argentina y sus aliados a nivel global, continuará apoyando al pueblo ucraniano en la defensa de sus derechos humanos y su orgullosa democracia. Y la historia mostrará que el injusto ataque deja al resto del mundo más unido y a Rusia, debilitada

Biden enfrenta la amenaza de la Rusia de Putin no sólo sobre Ucrania. (foto Reuters)

Este es un momento peligroso para los pueblos de todo el mundo que valoran la libertad. Al llevar a cabo este ataque brutal contra el pueblo de Ucrania, Vladimir Putin también ha avasallado los principios que sustentan la paz mundial y la democracia. Pero el pueblo de Ucrania demuestra resiliencia. Han tenido décadas de democracia y su valentía es ahora fuente de inspiración para el mundo entero. Estados Unidos, junto con Argentina y sus aliados y socios a nivel global, seguirá apoyando al pueblo ucraniano, en la defensa de sus derechos humanos y su orgullosa democracia. Al elegir financiar una guerra en vez de invertir en las necesidades de los rusos, la invasión de Ucrania por Putin será un fracaso estratégico para el Kremlin y devastará el futuro del pueblo ruso. Cuando se escriba la historia sobre este período, mostrará que la decisión de Putin de lanzar un ataque no provocado, injusto y premeditado dejó al resto del mundo más unido y debilitó exponencialmente a Rusia.

Unidos en nuestra respuesta

El resultado no será favorable para Vladimir Putin. Actuar en coordinación estrecha con una coalición poderosa de aliados y socios que representan a más de la mitad de la economía mundial nos permitió multiplicar el impacto de nuestras acciones para imponer costos máximos a Putin y su régimen. En respuesta a la guerra por elección que libra Putin, nos proponemos limitar la capacidad de Rusia de realizar operaciones en dólares. Nuestras medidas coartarán la posibilidad de Rusia de financiar y ampliar sus fuerzas militares. La capacidad de Rusia de competir en la economía global se verá menoscabada. Y estamos preparados para hacer más.

Además de las sanciones económicas, el presidente Joe Biden autorizó fondos adicionales por USD 350 millones en concepto de asistencia para la seguridad, destinados a ayudar inmediatamente a Ucrania a defenderse. Con esto, el total de asistencia para la seguridad aportada por Estados Unidos a Ucrania durante el último año asciende a más de USD 1.000 millones. También estamos preparados para defender a nuestros aliados.

El brutal asalto de Putin contra Ucrania y su pueblo tiene consecuencias de gran alcance, incluido un aumento drástico en los precios del petróleo. Estados Unidos ha actuado en coordinación con países que producen y que consumen petróleo para subrayar nuestro interés común en asegurar el abastecimiento global de energía. Estamos trabajando con compañías energéticas para incrementar su capacidad con el fin de que suministren energía al mercado, particularmente ante el aumento de los precios. Una decisión de Putin de poner fin al ataque provocaría un retorno a la estabilidad económica.

La guerra premeditada y no provocada de Putin

Estados Unidos lidera una coalición de países que defienden a Ucrania de la invasión de Rusia. (foto Reuters)

Vladimir Putin ha planificado este ataque desde hace mucho tiempo. Desplazó de manera metódica más de 150.000 soldados y equipos militares a la frontera de Ucrania. Trasladó reservas de sangre y construyó hospitales de campaña, demostrando así en todo momento cuáles eran sus intenciones. Rechazó todos los esfuerzos de buena fe de Estados Unidos y nuestros aliados y socios para que se abordaran los supuestos riesgos de seguridad que había inventado y para evitar conflictos y sufrimiento humano innecesarios a través de la diplomacia y el diálogo.

Putin llevó a cabo su estrategia exactamente como habíamos advertido que lo haría. Vimos que los actores interpósitos de Rusia incrementaban su artillería en el Donbás. Vimos al gobierno ruso llevar a cabo ciber operativos contra Ucrania. Vimos cómo se montó una farsa política en Moscú y escuchamos señalamientos disparatados e infundados sobre Ucrania con los que se pretendía justificar la agresión. Rusia sigue justificando su agresión militar, alegando falsamente la necesidad de detener el “genocidio” en Ucrania, pese a que no hay pruebas de que allí estuviera ocurriendo algún genocidio. Vimos a Rusia emplear estas tácticas anteriormente cuando invadió Ucrania en 2014 y Georgia en 2008.

Y luego, casi al mismo tiempo que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se estaba reuniendo para defender la soberanía de Ucrania y evitar un desastre, Putin inició la invasión violando el derecho internacional. Empezaron a caer misiles, que impactaron en ciudades históricas de toda Ucrania. Luego empezaron las incursiones aéreas, las columnas de tanques y los batallones de soldados, acompañados por una marea renovada de desinformación y mentiras absolutas.

Hemos sido transparentes con el mundo. Desclasificamos nuestra información de inteligencia acerca de los planes de Rusia, para que no hubiera confusión ni encubrimiento. Putin es el agresor. Putin eligió esta guerra. Y ahora su pueblo tendrá que soportar las consecuencias de su decisión de invertir en una guerra, en vez de invertir en ellos.

La unidad y la determinación, más firmes que nunca

Joe Biden, mantuvo conversaciones virtuales con Vladimir Putin previo a que se confirmara el ataque a Ucrania (REUTERS/La Casa Blanca)

El objetivo de Putin de dividir al mundo ha fracasado. Ante uno de los desafíos más importantes para la seguridad y los ideales democráticos europeos desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y nuestros Aliados y socios se unieron en solidaridad. Esto incluye a Argentina, que se ha unido a la mayoría de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para oponerse a la agresión de Moscú y está apoyando a los refugiados ucranianos que huyen de la guerra de Putin. Hemos unido a nuestros socios, coordinando activamente nuestros esfuerzos para tratar como un único actor con Rusia y Ucrania, brindar asistencia a Ucrania, formular una respuesta amplia y masiva y reafirmar nuestro compromiso con la OTAN.

Putin no ha podido dividirnos. Putin no ha conseguido mellar nuestra creencia compartida en el derecho fundamental de las naciones soberanas a elegir su destino y sus aliados. Ha socavado el derecho de los ucranianos a la vida y la seguridad según el artículo 3 de la declaración de los derechos humanos. Y Putin no logrará eliminar a la nación orgullosa de Ucrania.

Los próximos días, semanas y meses serán sumamente difíciles para el pueblo de Ucrania. Putin les ha infligido un profundo sufrimiento. Pero el pueblo ucraniano ha vivido 30 años de independencia y ha demostrado reiteradamente que no tolerará que nadie intente hacer retroceder a su país. El mundo está muy atento a este conflicto. Estamos consternados por las brutales tácticas de Moscú y el creciente número de civiles inocentes que han muerto en los ataques de las fuerzas militares de Rusia, que según informes han atacado escuelas, hospitales, una sala de maternidad, jardines de infancia, un orfanato, edificios residenciales y personas que huyen de ayuda humanitaria. Si las fuerzas rusas cometen atrocidades, emplearemos todos los mecanismos internacionales que estén disponibles para que los responsables -ya sean militares o líderes civiles- respondan por sus acciones. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha decidido establecer una comisión independiente para investigar todas las violaciones de derechos humanos por parte de Rusia en Ucrania.

La agresión de Putin contra Ucrania tendrá serias consecuencias para Rusia, tanto en lo económico como en lo estratégico. El pueblo ruso no merece que su gobierno le imponga el costo desorbitante que esta invasión ha precipitado sobre su futuro.

La libertad, la democracia y la dignidad humana son fuerzas mucho más poderosas que el miedo y la opresión. En la pugna entre democracia y autocracia, entre soberanía y sometimiento, no duden sobre esto: prevalecerá la libertad.

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