30 naciones, a 30 años: fuertes en el tiempo

Esta semana se cumplirán tres décadas del ataque terrorista impune a la Embajada de Israel en Buenos Aires

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30 años del atentado a la embajada de Israel
30 años del atentado a la embajada de Israel

“Rabí Iehuda ben Teimah dijo: Ben Shloshim la-Koaj ; 30 años, para la fuerza”. (Tratado de los Padres, Pirke Avot 5:24)

En la cima de un monte al norte de Safed en Israel, se encuentra la tumba de Rabí Iehuda ben Teimah. El paisaje de la verde e imponente Galilea le regala una belleza única a ese lugar desde donde se escucha el silencio de la calma sagrada. Ben Teimah fue un sabio de los tiempos del Talmud, del que no tenemos información alguna de su vida. Apenas un sólo pasaje de sus enseñanzas resistió al olvido, en el final del Tratado de los Padres. Sin embargo, fue ese mensaje el elegido para abrir el Shuljan Aruj, el código de leyes que rige la vida judía desde hace siglos. Un mensaje que habla de la misión que llevamos dentro, y lo que sucede cuando los años pasan. No sabemos cómo, ni dónde ni cuándo vivió Iehuda ben Teimah. Sin embargo su voz sobrevivió a los siglos. Quizá sea por eso que ese pequeño texto que quedó de él, nos enseñe acerca del paso del tiempo.

Atravesar el tiempo forja diferentes aspectos del carácter. El paso de los años moldea el espíritu, recalcula viejas estrategias, reafirma ideas y añeja los vínculos. Ben Teimah enseña que al alcanzar diferentes edades, el ser humano adquiere conquistas varias. Así la educación, la ley, la profundidad, el amor, la búsqueda, el entendimiento, el consejo o la valentía. Para el Rabí, los 30 años son sinónimo de fortaleza.

“30 años, para la fuerza”. Treinta años deben hacernos fuertes. Fuertes en las convicciones, en las decisiones y en las conclusiones. Fuertes en el reclamo, en la demanda y en la memoria.

Esta semana se cumplirán 30 años del ataque terrorista impune a la Embajada de Israel en Buenos Aires. El atentado que abrió las puertas al terrorismo internacional en la Argentina, ese que siguió con el ataque a la AMIA y el magnicidio al fiscal Nisman. Suele decirse que fueron 30 años de impericia, de falta de compromiso y trabajo. Años en los que diferentes gobiernos y la política miraron hacia otro lado. Pero en realidad sucedió todo lo contrario. Hubo mucha competencia, talento, dedicación y tiempo invertido. Se trabajó muchísimo, pero para que nada se sepa. Para ocultarlo todo se necesitó del compromiso de muchos. Hubo un enorme esfuerzo para que todo se olvide. Para que pase el tiempo y nos debilitemos. 30 años es mucho tiempo. Pero los sabios y los siglos nos intiman a que pasados 30 años no caigamos en la debilidad, en la flaqueza o el olvido. Porque son nuestras fortalezas las que hablan de lo que somos, lo que representamos y lo que continuamos.

No es una mera casualidad. Este último Shabat es conocido como el Shabat Zajor, el Shabat del Recuerdo. Lleva ese nombre por un hecho que sucedió hace 30 siglos. Aún lo recordamos. Eso es lo que nos hizo fuertes.

Hace 30 siglos, el pueblo de Israel escapaba de Egipto en búsqueda de la libertad. En medio del desierto, hambrientos, sin agua ni armas, son atacados sorpresivamente por un pueblo llamado Amalek. Desde ese momento, ese nombre se transformó en la representación del odio infundado. De la violencia y la discriminación. El texto señala especialmente que Amalek atacó a los más débiles, a los niños y a los desprotegidos. Treinta siglos después, no olvidamos.

El pasaje de esta semana nos dice: “Zajor… Recuerda lo que hizo Amalek contigo en el camino, cuando salías de Egipto…borrarás la memoria de Amalek de debajo del cielo; no lo olvides” (Deuteronomio 25:17-19).

La fortaleza reside no sólo en no olvidar. Sino en no olvidar cuál era nuestra misión. Amalek no es un pueblo, es un concepto. Es el mal, el terror, la corrupción, el fanatismo, la discriminación, la guerra asesina. Amalek renace en cada tiempo de oscuridad. Amalek es el que arroja una bomba Molotov a la cabeza de un oficial de policía en las puertas del Congreso, edificio que representa el diálogo, el respeto y la democracia. Es el que hoy bombardea civiles desprotegidos y desplaza a más de 500.000 niños en Ucrania, dejándolos sin familia ni un techo a dónde regresar. Es el que devuelve a las familias rusas a sus hijos muertos en una batalla que no eligen y de la que son también víctimas del fanatismo del ego.

Nosotros conocemos a Amalek desde hace 30 siglos. Hoy no olvidamos cuando borró hace 30 años a decenas de inocentes en el centro de Buenos Aires. Borrar la memoria de Amalek no trata de violencia ni de venganzas. Es un imperativo moral que trasciende un campo de batalla. Lo que estamos llamados a no olvidar, es a tener la fortaleza de borrar su legado de odio y de muerte.

Amigos queridos. Amigos todos.

Rabí Iehuda ben Teimah dijo: “Sé fuerte como el leopardo, liviano como el águila, veloz como el ciervo y valiente como el león, para llevar a cabo la misión que te llueve desde los cielos” (Tratado de los Padres, Pirke Avot 5:23).

Todos tenemos una misión. Nuestra misión es hacer que el paso del tiempo nos haga más fuertes. Para no olvidar que borrar la memoria de Amalek es un mandato que desde los siglos se renueva en cada generación. Y que nuestras mejores armas serán la defensa de la democracia, de la diversidad, de la unidad y del valor supremo de la vida.

**Quisiera agradecer profundamente la participación y compromiso de los Embajadores, dignatarios y representantes de los 30 países que nos acompañaron en el homenaje por el 30° aniversario del atentado a la Embajada de Israel, el último Shabat Zajor en la Comunidad Amijai organizado junto a la DAIA. Juntos descubrimos una placa conmemorativa en el Espacio de la Memoria y rezamos por la paz en todos los idiomas, representando a todos los rincones de la tierra.

Nuestro agradecimiento a las Embajadas y representantes de Alemania, Australia, Argentina, Bulgaria, Estados Unidos, El Salvador, Francia, Rumania, Costa Rica, Hungría, Israel, México, Polonia, Croacia, Armenia, Georgia, Serbia, Marruecos, Emiratos Árabes, Egipto, Grecia, Brasil, Suecia, Uruguay, Rep, de Eslovenia, Italia, Filipinas, Bélgica, Irlanda y la Unión Europea.

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