Tradicionalmente el mundo de las inversiones en bolsa y los mercados de capitales fue un ámbito reservado casi exclusivamente para los hombres, pero esta tendencia está cambiando. La pandemia trajo consigo muchos cambios de hábitos como, por ejemplo, el crecimiento del e-commerce, la telemedicina, las billeteras virtuales y también la mayor accesibilidad a plataformas de inversión. Indirectamente esto facilitó que cada vez más mujeres logren llegar a abrir cuentas e inviertan.
Según datos de Fidelity, las mujeres de entre 18 y 35 años abren cuentas de inversión desde mucho antes que las de mayor edad. Si tomamos en cuenta el poder del interés compuesto a lo largo del tiempo, empezar desde más jóvenes nos permite “ganar” años de inversión que luego se capitalizan aumentando exponencialmente el patrimonio. A pesar de las actuales diferencias en ingresos por género, este ahorro extra por haber iniciado antes marcará una diferencia en el patrimonio y en la independencia financiera de las nuevas generaciones.
Una persona que comienza a ahorrar 50 dólares por mes a la edad de 25 años consistentemente hasta los 67 juntará 25 mil dólares
Veamos el siguiente ejemplo. Una persona que comienza a ahorrar 50 dólares por mes a la edad de 25 años consistentemente hasta los 67 juntará 25 mil dólares. Si por el contrario decide invertir su ahorro mes a mes a una tasa hipotética del 7% anual sin hacer retiros, llegaría a esa misma edad con 144 mil dólares. Comparativamente, si este mismo proceso de ahorro e inversión se inicia a los 40 años, se alcanzarán 16 mil dólares sin haberlos invertido y 46 mil colocándolos al 7% (el cálculo asume un rendimiento promedio de largo plazo constante con capitalización mensual).
¿A qué conclusión llegamos?
1. Valor del dinero en el tiempo: invertir nuestro dinero es clave para poder gozar de los beneficios del interés compuesto.
2. Aunque siempre es mejor empezar antes que después, cualquier edad está bien. Lo importante es hacerlo.
El interés por las inversiones entre mujeres más jóvenes viene de la mano del fenómeno generalizado del auge de la bolsa para inversores minoristasn especialmente jóvenes. El mercado de acciones “pandémicas” recalentado del 2020 y 2021 contribuyó a este crecimiento. Las aplicaciones que permiten invertir de forma fácil con montos mínimos bajos ayudaron en este proceso y las plataformas sociales como Twitter o Reddit también aportaron su granito de arena.
Otros datos interesantes nos indican que más mujeres están predispuestas a buscar asesoramiento financiero. Esto es clave para poder tener un acompañamiento y mejorar la toma de decisiones de inversión.
Las mujeres se sienten menos intimidadas y aceptan sus limitaciones, por eso muchas veces prefieren apoyarse en profesionales.
Uno de los sesgos más arraigados en los hombres es el de exceso de confianza en la habilidad para manejar activamente el portafolio de inversión y esto desincentiva la búsqueda de ayuda. Las mujeres se sienten menos intimidadas y aceptan sus limitaciones, por eso muchas veces prefieren apoyarse en profesionales. Adicionalmente, las redes sociales logran ejercer más influencia en hombres que en mujeres. Si bien es posible encontrar información valiosa, en repetidas ocasiones quienes publican contenido no son fuentes confiables sino que responden a intereses personales o especulativos.
De todas formas, no olvidemos que las redes tienen un impacto positivo al poner en contacto a mujeres de diferentes lugares generando la posibilidad de que puedan compartir experiencias.
Aún queda mucho camino por recorrer, pero vemos que las nuevas tendencias conducen a la inclusión de la mujer en el mundo de las finanzas y a la tan deseada libertad económica. El interés por las inversiones crece, la mayor información disponible reduce los miedos, la facilidad para las aperturas de cuentan derriba barreras y este es el inicio de muchas puertas que se abrirán.