El endeudamiento interno no resolverá los problemas del desgobierno kirchnerista

La emisión de pesos del BCRA o la colocación de bonos del Tesoro en la plaza local soló conducen a desfinanciar al sector privado. Los efectos sobre la actividad económica y comparación con el resto del mundo

El ministro Martín Guzmán dijo que una de las metas que se habría acordado con el FMI es reducir la emisión monetaria para financiar al Tesoro a través del Banco Central de la República Argentina, del 4% del PBI que representó en 2021 al 1% del PBI en 2022

De acuerdo con las declaraciones que formuló el ministro Martín Guzmán en conferencia de prensa unas semanas atrás, cuando anunció un “principio de entendimiento” con el FMI, una de las metas que se habría acordado es reducir la emisión monetaria para financiar al Tesoro a través del Banco Central de la República Argentina, del 4% del PBI que representó en 2021 al 1% del PBI en 2022, es decir 3 puntos porcentuales menos.

Cuando los periodistas le preguntaron cómo se financiaría el déficit fiscal, dado el gradualismo que quiere aplicar para bajarlo, el ministro contestó que iba a fortalecer el mercado de capitales interno subiendo la tasa de interés para colocar deuda pública. Es decir, en lugar de emitir pesos, la idea es colocar más deuda convencional en el mercado interno, con Letras y Bonos del Tesoro, hasta tanto se logre el equilibrio fiscal primario en 2024.

Antes de entrar a considerar el impacto que esa medida tendría en la economía, es bueno recordar que las políticas monetarias expansivas siempre estuvieron en la mente del gobierno kirchnerista, por su condición de “populista”.

Las políticas monetarias expansivas siempre estuvieron en la mente del gobierno kirchnerista, por su condición de “populista”

En el último balance semanal del BCRA de 2019 apareció un imprevisto aumento del activo en letras intransferibles de $2,2 billones, que equivalían al 116% de la base monetaria de ese momento. Se inventó una utilidad del BCRA para poder emitir en 2020 antes que se supiera que se había desatado una pandemia.

Entonces, antes de la irrupción de la crisis sanitaria, el kirchnerismo ya tenía en mente el “plan platita”, porque partía de la base que había que ponerle plata en el bolsillo a la gente para incentivar el consumo. ¿Cómo? Emitiendo moneda. Para la filosofía del Gobierno, emitir papeles pintados es lo mismo que generar riqueza.

Usualmente, para que alguien pueda demandar algo en el mercado, primero tiene que producir algo que la gente esté dispuesta a comprar para obtener los recursos y así poder demandar. Lo que se conoce como la Ley de Say: la oferta crea su propia demanda. Primero genero bienes y servicios para tener ingresos con los cuales demandar.

El kirchnerismo se saltea la parte de generar riqueza previamente y va derecho a la demanda suponiendo que los papeles que emite la BCRA son riqueza. Inventan los ingresos vía emisión monetaria.

Finalmente se produjo la pandemia, el oficialismo impuso una cuarentena eterna y tuvo que utilizar la emisión que tenía prevista para el plan platita en cubrir un bache fiscal gigante a consecuencia de prohibir buena parte de la actividad económica. Eso hizo caer la recaudación impositiva, que junto con el aumento del gasto público, llevó a un 2020 en que la emisión monetaria fue el principal ingreso del Tesoro, 33% del total con $2 billones; seguido de lejos por $1,4 billones de Ganancias; y $1,3 billones de IVA DGI, principalmente.

En 2021, nuevamente la emisión monetaria fue el principal ingreso de la Tesorería, seguido del IVA, Contribuciones Patronales, Derechos de Exportación, entre otros; proceso que se fue acentuando a lo largo del año.

Ejercicio de simulación

Ahora bien, tomando como referencia el 2021, ¿qué hubiese pasado si el Tesoro se financiaba con endeudamiento en el mercado interno y solo emitía el 1% del PBI para financiar el gasto público? Hubiese habido un total desplazamiento del sector privado del mercado crediticio: entre el BCRA y la Administración Central se habrían llevado el 64% del incremento de los depósitos privados en el sistema financiero.

Si la Tesorería se hubiese financiado en el mercado interno hubiese habido un total desplazamiento del sector privado del mercado crediticio

En 2021 mientras los depósitos del sector privado crecieron en $2,87 billones, el BCRA incrementó su deuda con la colocación de Leliq y Pases Netos en bancos en $1,82 billones. Si hubiese colocado deuda por otro 2% del PBI, se habría llevado otros $862.015 millones. El total equivale al 93,7% de los saldos de los particulares en cuentas bancarias.

Si en 2022 se repitiera una evolución similar a la de 2021, quedarían monedas para el sector privado a través del crédito, con lo cual se hace difícil imaginar el crecimiento del PBI que pronostica el Gobierno.

La resistencia del kirchnerismo para llevar adelante una política económica de libre mercado y respeto por los derechos de propiedad está imposibilitado de lograr un acuerdo con el FMI (Ricardo Pristupluk)

Dada la resistencia del kirchnerismo para llevar adelante una política económica de libre mercado y respeto por los derechos de propiedad y su fuerte inclinación por la arbitrariedad en las medidas económicas, está imposibilitado de lograr un acuerdo con el FMI que le abra el camino a una senda de crecimiento. “Solo puede destapar a un muerto para tapar a otro”. Reemplazará emisión con endeudamiento público en un mercado interno financiero que prácticamente no destina recursos a financiar al sector privado.

Mínimo uso del crédito

Según datos del Banco Mundial, los préstamos bancarios al sector privado en Argentina representan el 9,5% del PBI, en Chile 88%, Brasil 70%, Paraguay 49% y Uruguay el 28%. Y también es menor a la que se registra en Zambia, Angola o Ghana, por citar otros ejemplos.

Los préstamos bancarios al sector privado en Argentina representan el 9,5% del PBI, en Chile 88%, Brasil 70%, Paraguay 49% y Uruguay el 28%. Y también es menor a la que se registra en Zambia, Angola o Ghana

Es fácil imaginar que si el Tesoro, en lugar de bajar el gasto público, cambia su fuente financiamiento por deuda colocada en el mercado interno, dejará totalmente sin crédito al sector privado como ocurrió en los 80 con los famosos depósitos indisponibles, para luego desembocar en la hiperinflación de 1989. De ahí que el endeudamiento no resuelve otro mal (la emisión monetaria). En todo caso, como recurrirá a ambos mecanismos, dos males no hacen un bien.

En síntesis, muchos están esperando que el Gobierno llegue a un acuerdo con el FMI. Pero, a no engañarse, lo máximo que puede conseguirse con ese acuerdo es evitar un mal mayor, dado si se cae en default con el FMI, las cosas serían peores, porque se profundizarán las consecuencias de navegar sin rumbo económico, mayor pérdida de credibilidad y totalmente dividido internamente.

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