El presidente de la Nación, en ejercicio de la potestad constitucional que le confiere el Art. 99 Inc. 8 de la Ley Fundamental, dictó el decreto 92/22 mediante el cual anunció que la apertura de las sesiones ordinarias correspondientes al año en curso se llevará a cabo a las 12 horas del próximo martes 1 de marzo. En consonancia, la página web del Senado anuncia que ese día se realizará la centésima cuadragésima (140) apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
Son 140 si se las cuenta desde 1862, año en el que Bartolomé Mitre, entonces presidente a cargo de la Argentina después de la acefalía provocada por Santiago Derqui y Juan Esteban Pedernera, hiciera la primera.
Sin embargo, si se consideraran las seis aperturas realizadas por Justo José de Urquiza en los años en los que ejerció la presidencia entre el 5 de marzo de 1854 y el mismo día de 1860, y las dos que efectuó Santiago Derqui durante su gestión en los años 1860 y 1861, la que se hará el 1 de marzo sería la centésima cuadragésima octava apertura (148)
Este último es el cálculo correcto por cuanto Urquiza fue el primer presidente constitucional de la Argentina, aunque Buenos Aires no estuviera por entonces unida al resto de la Confederación, y luego fue sucedido por Derqui (segundo presidente constitucional del país) quien gobernó hasta el 5 de noviembre de 1861, día en el que abandonó el cargo.
Justamente, por la separación de la provincia de Buenos Aires en 1852, el entrerriano había tenido que trasladar la capital federal a su provincia natal, más allá que la Constitución sancionada en 1853 preveía que la sede de las autoridades nacionales sería la ciudad de Buenos Aires.
Luego, cuando el 5 de marzo de 1860 Santiago Derqui sucedió a Urquiza y asumió la presidencia de la República, también debió mantener la sede de las autoridades nacionales en Entre Ríos, ya que si bien Buenos Aires había firmado el pacto de reincorporación (Pacto de San José de Flores) el 11 de noviembre de 1859, esa incorporación estaba pendiente hasta que Buenos Aires efectuara la revisión constitucional que en 1860 hizo la provincia con relación a la Constitución de 1853, de cuya elaboración y sanción no había participado.
Pues más allá de esta consideración histórica, la primera apertura de sesiones ordinarias legislativas en Buenos Aires, por parte de Mitre, fue en el edificio de la que era la Sala de Representantes de la provincia de Buenos Aires, en la actual calle Perú 272, que está dentro a la conocida Manzana de las Luces.
Enseguida el entonces presidente hizo construir otro edificio para que allí funcione el Congreso Nacional, en las actuales calles Balcarce e Yrigoyen (esquina en la que hoy está la Academia Nacional de Historia). El arquitecto fue Jonás Larguía y la inauguración se llevó a cabo el 12 de mayo de 1864. En ese lugar funcionó el Parlamento argentino hasta 1906 y allí se realizaron treinta y cuatro aperturas de sesiones ordinarias.
El actual Congreso fue obra de Vittorio Meano y se inauguró en el año 1906, siendo Presidente de la Nación José Figueroa Alcorta (único dirigente político que ocupó los máximos puestos en los tres poderes del Estado, ya que fue presidente del Senado mientras era vicepresidente de Quintana; luego fue presidente de la Nación cuando reemplazó a Quintana por fallecimiento; y terminó siendo miembro de la Corte Suprema de Justicia, cargo que ocupaba cuando se produjo el primer Golpe de Estado en el país).
El presidente que más cantidad de veces hizo la apertura de las sesiones ordinarias fue Julio Argentino Roca: lo hizo en doce ocasiones. No debe perderse de vista que es el presidente de la Argentina que más cantidad de años ejerció la presidencia (doce años en dos períodos separados: octubre de 1880 a octubre de 1886, y octubre de 1898 a octubre de 1904)
Juan Domingo Perón hizo once aperturas de sesiones ordinarias; Carlos Saúl Menem diez e Hipólito Yrigoyen y Cristina Fernández ocho cada uno. Lo notable es que el presidente radical siempre hizo las aperturas enviando un discurso, sin asistir personalmente al Congreso. Tampoco asistieron a hacer la apertura de las sesiones ordinarias Bartolomé Mitre en 1866, Roque Saenz Peña en 1914, Marcelino Ortiz en 1939 ni Santiago Castillo en 1941 y 1942.
En este sentido debe tenerse en cuenta que la Constitución Nacional dispone que el primer mandatario “hace la apertura de las sesiones ordinarias”, pero no dice de qué manera.
Por otra parte hubo presidentes que solo hicieron una apertura de sesiones ordinarias: fueron Manuel Quintana en 1905 y Héctor José Cámpora en 1973; y hubo presidentes que jamás tuvieron la oportunidad de abrir sesiones ordinarias por el poco tiempo que estuvieron en sus cargos: Raúl Lastiri y Adolfo Rodríguez Saa.
Hasta el año 1869, año en el que Domingo Faustino Sarmiento hizo su primera apertura de sesiones ordinarias e inauguró la costumbre de los presidentes de leer un discurso, los mandatarios solo decían unas breves palabras y dejaban la lectura del discurso al vicepresidente; pero en el caso del sanjuanino, además realizaba “clausuras” de sesiones ordinarias (lo cual no constituye una obligación constitucional), que hasta 1994 se extendían entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre de cada año.
Por último, entre 1854 (primera apertura por Urquiza) y 2020, hubo veintiún años en los que no hubo apertura de sesiones ordinarias: 1908, 1930, 1931, 1944, 1945, 1956, 1957, 1962, 1967, 1968, 1969, 1970, 1971, 1972, 1976, 1977, 1978, 1979, 1980, 1981, 1982. Y en los veinte años transcurridos entre 1962 y 1982 hubo solo ocho aperturas de sesiones ordinarias en el Congreso.
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