Corrientes, una parte de nuestra casa común herida por el clima y la especulación

Arde un 9% de su territorio. Las llamas abrazan bosques, selvas, esteros y campos, caminan por la superficie y por debajo de la tierra

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Un bombero lucha para apagar un foco de incendio en un campo de la provincia de Corrientes, Argentina
Un bombero lucha para apagar un foco de incendio en un campo de la provincia de Corrientes, Argentina

“Esta hermana (nuestra casa común, la tierra “es como una hermana”, dice San Francisco de Asís) clama -dice el Papa Francisco en Laudato sí -por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella.”

“Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.”

“Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto »” (Rm 8,22).” (LS Nro. 2).

Las enseñanzas y advertencias del Santo Padre en esta su primer Encíclica pontificia Laudato si, están, desde luego, dirigidas al hombre y mujer que habitamos esta tierra. Dijo él: “Quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta” (LS Nro. 3).

El hombre no es una libertad que se crea por sí solo

Que no olvide el hombre que “no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea por sí solo a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza” (cit. Papa Benedicto XVI LS). En unos casos el hombre se crea “cobarde y perverso” como los que provocan los incendios o especulan con ellos, mientras otros se hacen “valerosos y solidarios” como nuestros bomberos.

Para ver la realidad una “ecología integral” y no sólo “verde”

El Santo Padre describe con la minuciosidad de un químico “lo que le esta pasando a nuestra casa” (Cap. 1, pag. 17) y los daños que se producen en la tierra, pero enfocando la cuestión ecológica de una manera “integral”, esto es, partiendo de una antropología cristiana, viendo lo que el hombre es y -como ser en relación -lo que el hombre hace. El cuidado o los daños a la naturaleza son también y al mismo tiempo cuidado o daños a las personas por eso debemos prestar especial atención al daño social, en particular el que sufren las poblaciones pobres.

Lo que está pasando en la Argentina: La Patagonia, Córdoba, Santa Fe, Chaco, Formosa, Misiones y hoy Corrientes

Lo que viene pasando en los últimos años en nuestro país es, según los científicos, efectos del “cambio climático” derivado del calentamiento global (emisiones de gases tóxicos y en especial anidrido de carbono) que provoca el fenómeno de La Niña, que a su vez entre otras cosas provoca sequías, bajante de los ríos, incendios, destrucción de la biodiversidad, desaparición de selvas y bosques, pérdida de humedales y grandes daños en las viviendas, tierras, consechas y agua potable de los pobladores. Lo dice Laudato. Con lo cual podríamos echarle la culpa a los de afuera. Y claro que los grandes del mundo son los principales responsables cuando no hacen todos los esfuerzos necesarios para evitarlo (China gravemente y Estados Unidos).

Los principales afectados son los pobres

Ayer, me decía Juan Martínez, alias “El Gringo”, periodista de Radio Corrientes mientras escribiamos estos comentarios que acababa de dictarse una resolución del gobierno provincial por la cual todos los productores afectados por los incendios tienen que concurrir al municipio de su localidad para completar una declaración jurada donde digan cuántos animales tienen; para implementar una ayuda. Es que la mayoría son pequeños productores que no merecen -por su pobreza -la consideración de los bancos para tener acceso a un préstamo.

Los incumplimientos de todos los gobiernos nacionales

A los incumplimientos en el ámbito global le siguen los incumplimientos en el ámbito local. No en lo que respecta a la emisión de gases efecto invernadero ya que no somos países con un gran desarrollo industrial sino agropecuario. Pero sí en relación a otros aspectos de la cuestión ambiental. Veamos.

Contamos con una excelente ley de protección de bosques aprobada en 2007 -ley Bonasso - que crea un sistema protectorio y prevee una adecuada financiación. En la práctica lejos de cumplirse hubo una desfinanciación del sistema. Así la ley de presupuesto del año 2018 asignó 550 millones de pesos para la protección de los bosques del país, lo que representaba solamente el 6.5% de lo estipulado por la ley, en el presupuesto 2021 fijó un monto menor al 5 por ciento de lo que debería ser si se cumpliera el art. 31 de la ley 26.331 (prom. 2009 y su DR 91/2009). Esa norma estatuye que las partidas “no podrán ser inferiores al 0,3% del presupuesto nacional”. Si año a año se hubieran destinado los recursos y cumplidas las normas referidas a la protección de bosques -controles, reforestación controlada e incendios controlados -se habrían podido prevenir estos incendios en La Patagonia, Córdoba, Chaco, Formosa, Misiones, Santa Fe y ahora en Corrientes.

Avance sin control de la frontera agropecuaria sobre bosques y selvas

Por otra parte, a la definanciación del Estado se debe agregar los tremendos daños de la deforestación llevada a cabo por las grandes madereras o las cuadrillas de los hacendados sojeros con la connivencia de los gobiernos locales y la vista gorda del gobierno nacional.

Al incumplimiento en materia presupuestaria, a la falta de control, a la inacción de los gobiernos provincial y nacional hay que agregar el atraso existente en materia de Ordenamiento territorial de Bosques Nativos (art. 33 de la ley 26.331) y el incumplimiento en los estudios de impacto ambiental (cap. 6 arts. 22/25 ley 26.331).

Atendiendo a las nuevas circunstancias climáticas y otras razones no debería permitirse, en principio, la forestación de especies como pinos y eucaliptos que según los expertos consumen cantidades industriales de agua, son fácil presa de los incendios y la propagación del fuego y deterioran los suelos.

Es decir que los males que hoy sufrimos pudieron haberse evitado por el simple recurso de cumplir y hacer cumplir la ley. Se pudieron haber evitado o disminuido sustancialmente a pesar del clima propiciatorio para los incendios que provoca el calentamiento global, que es, preponderantemente de responsabilidad externa.

¿Ignorancia de los funcionarios o intereses creados?

Los incumplimientos de la ley de protección de bosques nativos ocurre, a pesar de sus sólidos fundamentos, de Laudato sí, de la convocatoria de las Iglesias, de los reclamos de muchas organizaciones no gubernamentales y de las reiteradas advertencias de nuestros científicos. En especial, de los estudios del CONICET, organismo dedicado a la investigación científica. En igual sentido trabajan, advierten e informan los expertos del INTA.

El río Paraná registra uno de los niveles más bajos de su historia -18 centímetros en el Puerto de Corrientes -bajante que dificulta la potabilización del agua para los seres humanos; causa la alteración del hábitat de las especies; los trastornos en la navegación, sobre todo de barcazas y la alteración del paisaje.

“Focos que se multiplican y fuego que camina por debajo de la tierra”, cuenta el jefe de los Bomberos Voluntarios de La Matanza

Sumando un hito más en su heroica historia de valor y ejemplo de solidaridad los Bomberos Voluntarios de La Matanza junto a otros de Hurlingham, Escobar, Maquinista Savio y Garín bajo las órdenes del subcomandante Christian Castineiras, convocados por Defensa Civil de la Provincia de Buenos Aires combaten el fuego en Corrientes. Según informó “se formaron grupos de alrededor de 30 bomberos por semana, turnándose en el trabajo todos los días en jornadas de 12 horas. Es muy complicado y riesgoso -aclaró -cada vez hay más focos lo que torna la situación muy compleja…se complica gravemente cuando por ejemplo, el fuego “camina” por debajo de la tierra”.

También hay efectivos de las provincias de Santa Fe, Chaco, Entre Ríos y otras que se van sumando. El desafío es impresionante. En estas horas se haría presente el doctor Julián Domínguez, Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación quien ya habría enviado un auxilio financiero de emergencia.

¿Seremos capaces?

Una parte de nuestra tierra sufre por la violencia que hay en el corazón humano (del mundo y de los argentinos) ¿seremos capaces de convertirnos para salvar nuestra casa común?

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