En la última semana muchos gobernadores salieron a apoyar la quita de recursos que una vez más el Gobierno Nacional quiere practicar sobre la Ciudad de Buenos Aires porque quieren que seamos tan ineficientes como ellos.
La salvaje quita que nos hicieron de la coparticipación en medio de la pandemia, significó un 13% de nuestro presupuesto para 2022. Y estos gobernadores sumados a otros tantos, aplauden esta feroz medida, demostrando así su preocupación por los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires.
Increíblemente argumentan que la Ciudad recibe muchos recursos de la Nación y que es injusto que el boleto en nuestra Ciudad (junto con el Conurbano en rigor) parta desde los $18. La realidad es que estos gobernadores tienen los boletos en 50 y 60 pesos porque son pésimos gestores. La Ciudad no es rica, está bien administrada.
En cambio, los gobernadores del Norte Grande reciben mayor monto en concepto de Coparticipación Federal por habitante: Catamarca con $185.000; Formosa con $168.000; y La Rioja con $146.000. Siendo Misiones la que menos recibe del grupo con $67.000
La Ciudad de Buenos Aires, en cambio, recibe $17.500 de coparticipación por habitante, si tomamos su población; pero si agregamos a las 4.000.000 de personas que diariamente vienen a estudiar, trabajar, curarse y usar el espacio público, esa cifra se reduce a tan solo $7.500.
Marcando un significativo contraste, ya que la Ciudad de Buenos Aires se encuentra al tope de la Producción Bruta Geográfica (PBG) per cápita y las provincias del Norte Grande son las que menos producen por habitante. Siendo la productividad de CABA por habitante alrededor de cinco veces mayor.
Algo similar pero aún más brutal sucede con los Aportes del Tesoro Nacional (ATN): las provincias del Norte Grande que más reciben encontramos a Santiago del Estero ($1.658 millones), Catamarca ($1.481 millones), Tucumán ($1.448 millones), Chaco ($1.447 millones) y Formosa ($1.308 millones); por el contrario, la Ciudad de Buenos Aires recibió $0 (cero pesos) por este concepto.
La pregunta entonces es: ¿en qué gastan el dinero que reciben de todos los argentinos, los gobernadores de estas provincias?
Esta medida ilógica planteada exclusivamente contra la Ciudad conduciría a un disparate: una línea que sale del conurbano bonaerense tendría un precio del boleto, y otra que inicia en la Ciudad, a tan solo unas cuadras de distancia, que comparte el mismo recorrido, tendría otro (como podría darse por ejemplo con las líneas 166 y 34). El Gobierno Nacional quiere aumentar la tarifa de transporte enmascarado en un traspaso de subsidio.
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