Ni Washington, ni Moscú, ni Beijing...

El Gobierno Nacional lanzó una fuerte ofensiva externa en la última semana de enero y la primera de febrero. Envió al Canciller a Washington y el Presidente visitará Rusia y China en los próximos días

Erró al viscahazo.

Las soluciones -y los problemas- están en Buenos Aires, Jujuy, Santa Fe o Córdoba. Es en el Congreso Nacional donde deberíamos estar trabajando -rodeados de los mejores técnicos del país- en un programa plurianual para enfrentar la grave crisis que nos aqueja.

Para generar las mejores condiciones de unidad nacional, no deberíamos mandar al Ministro del Interior a Jujuy para visitar a una delincuente condenada por todas las instancias judiciales, ni convocar a una marcha para echar a la Corte Suprema, ni seguir tratando a Córdoba como un país extranjero… y deberíamos mandar fuerzas federales para poner orden en Chubut o Santa Fe, desestabilizadas por falsos mapuches o los narcotraficantes... y prever que la bajante del Paraná y la sequia nos generarán pérdidas superiores a los 5.000 millones de dólares que, combinados con los efectos de la nueva ola de la pandemia, afectarán la incipiente recuperación económica del 2021.

Estamos sometidos a las “7 Plagas de Egipto +”... sólo una gran decisión nacional nos permitirá recuperar el camino del crecimiento. No podemos dejar a ningún argentino fuera de este esfuerzo que tenemos que encarar peronistas, radicales, desarrollistas, liberales e independientes... Es el equivalente a una verdadera economía de guerra donde todos los hombres y mujeres tenemos que estar convocados a sumar nuestro granito de arena.

Con esto en marcha, tendremos que explicárselo -con humildad y agradecimiento- al mundo que quiere ayudarnos, empezando por nuestros vecinos y en las grandes capitales de los países centrales. Si actuamos así, no habrá default, y podríamos, en una década, tener el nivel de desarrollo que los argentinos merecemos y los extranjeros esperan de nosotros.

Argentina se encuentra en un punto de inflexión que nos desafía a liberar nuestras mejores energías. Cualquier otra cosa, es suicidio colectivo.

*Diego Guelar, exembajador argentino en Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil y China.