Las tensiones geopolíticas en 2022

La disputa entre Estados Unidos y China será el principal marco de referencia. El antiguo conflicto geopolítico sigue vigente, bajo una nueva denominación: “democracias vs. autoritarismos”

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El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping

El regreso de la geopolítica al primer plano de política internacional se debe a que entramos en un nuevo ciclo, aún en proceso de definición, que culminará en una globalización diferente a la anterior. La agenda geopolítica 2022 no va a presentar demasiadas sorpresas. Lo más interesante del proceso de transformación del mundo vendrá desde el cómo se gestionará, dónde estarán los focos de atención y quiénes serán los liderazgos que se consoliden.

Las tensiones geopolíticas entre EEUU y China le darán el marco de referencia a todo lo demás. La zona asiática del Indo-Pacífico será el foco central del G2. Europa estará demasiado ocupada con sus problemas internos, con el conflicto Rusia-Ucrania y con las migraciones que seguirán llegando a sus orillas. Los ciberataques ocuparán un lugar importante en la agenda de todas las potencias, así como el potencial atómico de Irán.

Los conflictos nunca desaparecen; pero cambian los actores, principios, modalidades, escenarios y los medios tecnológicos. La Guerra Fría fue un conflicto geopolítico entre el “atlantismo” y el “continentalismo euroasiático”, expresado ideológicamente como “capitalismo vs. comunismo”. Palabras que hoy no aclaran demasiado, aunque se sigan usando esos términos, ya que en la China socialista predomina la vía capitalista y en EEUU hay socialistas en el gobierno actual. El antiguo conflicto geopolítico sigue vigente, aunque hoy adquiera una nueva denominación: “democracias vs. autoritarismos”, dudosas en ambos casos, porque siempre hay diferentes graduaciones o zonas grises. Los países se han dado cuenta que las grandes potencias solas ya no pueden garantizar un “orden” dado, aún dentro de sus espacios de influencias. Por eso las actuales alianzas planetarias son puntuales, temporales y dispersas en variedad de temas; ya no hay bloques totalmente cerrados, ni cortinas de hierro o de bambú o de estrellitas; el multipolarismo va creciendo lenta pero inexorablemente.

Los conflictos armados se seguirán desarrollando en territorios periféricos. Los conflictos actuales entre las potencias transitan principalmente dentro del cyberespacio (guerra mediática psicosocial) y en el espacio exterior, lugar de las comunicaciones satelitales. África, Iberoamérica, Medio Oriente, Ucrania o Taiwán son actuales o potenciales territorios de conflictos armados. La lucha por el 5G, la Inteligencia Artificial, la Big Data, la cyberdefensa son los temas de actualidad de las FFAA de los países centrales, así como sus respectivas Agencias Especiales de Defensa son las financiadoras (multibillonarias) de los proyectos espaciales de esos países y de nuevos sistemas de armas.

Todo está siendo modificado por las nuevas tecnologías, que otorgan ventajas geoestratégicas a quienes las dominen; de allí que los gigantes tecnológicos tengan tanto poder en estos momentos. El control del cyberespacio y del espacio exterior es una batalla decisiva para todos, aunque dentro la disputa global, en muchos temas puede haber acuerdos puntuales, por ser de mutua conveniencia o por tácticas momentáneas. A veces hay pelea, a veces arreglos. En cuestiones comerciales sigue cierto grado de cooperación entre EEUU y China. Entre EEUU y Rusia hay ciertos compromisos mutuos en temas de exploración espacial y en el control global del poder nuclear.

Si bien el conflicto proseguirá fuertemente en temas tecnológicos, también se lo podrá apreciar en temas energéticos, agua, salud, alimentos. El reordenamiento de las cadenas de valor está complicando el arranque del engranaje productivo y logístico, lo cual provoca inflación global, que terminará aumentando las tasas de interés. Esto incrementará las desigualdades sociales, ya exacerbadas por la pandemia y la crisis ambiental; los países deudores verán incrementar sus deudas. Es muy probable que la pandemia se convierta en endémica en el Norte desarrollado en este primer semestre 2022. Tal vez China no pueda seguir con su tesis de Covid Cero. Países menos desarrollados serán más afectados, lo que complicará a sus gobiernos, en cuanto a que tendrá que evaluar decisiones más complejas y más estudiadas.

Estados Unidos

El tema central son las elecciones de noviembre. Es prematuro decirlo, pero los demócratas podrían perder su frágil mayoría en el Congreso, lo que condicionaría la presidencia de Biden, cuya popularidad ha caído bastante. El presupuesto del Build Back Better aún está dudoso, pese a que es la principal herramienta para mejorar las desigualdades. La grieta interna le quita energía a EEUU y algunos analistas se atreven hasta de hablar de Guerra Civil o de Sucesión, pero creo que son argumentos más electorales que posibilidades reales. Esas dificultades internas disminuyen el ejercicio de poder externo, aunque debe decirse que el conflicto con China seguirá con cualquier tipo de gobierno. La disputa con Rusia responde más a ciertos lobbies financieros a los cuales los demócratas son muy afectos. El 2022 dará su veredicto.

China

En octubre 2022 sesionará el 20° Congreso del PC Chino, para coronar el tercer mandato quinquenal del presidente Xi Jinping, quien ha sido elevado a la categoría de “Gran Timonel”, equiparándolo con Mao Zedong y Deng Xiaoping. El PC Chino propone continuar la lucha contra la corrupción, combatir la injerencia en sus asuntos internos (HK, Uigures) y los “errores de naturaleza subversiva”, así como continuar apegado al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, y al pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas. La visión de Xi para esta nueva etapa de desarrollo consiste en profundizar la política de reforma y apertura, impulsar la independencia, la autosuficiencia tecnológica y la seguridad económica, en el marco de la tradicional armonía social, pero impulsando el incremento de hijos, debido al envejecimiento rápido de su población. Pese a sus avances tecnológicos en el campo estratégico (aviones hipersónicos) no está previsto que China provoque alguna crisis militar en relación a Taiwan, pero bien podría haber escaladas ilustrativas para mostrarlas en su frente interno.

Rusia

Putin está muy firme en frenar la introducción de Ucrania dentro de la OTAN, alegando que no sería razonable que Rusia o China instalaran misiles en la frontera de Canadá o México. Aparte de argumentar, le pone presión, estacionando tropas en su frontera con Ucrania, y en la región ucraniana del Donbas, que ya se declaró independiente y que quiere incorporarse a la Federación Rusa. Es probable que todo termine en empate técnico y ninguna de las partes avance sobre la otra. En aquellas regiones terrestres y marítimas, tan cargadas de aviones, barcos y tropas, ambas partes quieren evitar accidentes peligrosos. Ya bastante ocupados están ambos en desarrollar la guerra cibernética. Actualmente Rusia tiene el beneficio del aumento del petróleo y el gas, su principal fuente de divisas y pretende cumplir todos sus compromisos como proveedor de energía a Europa, para acerarse a ella.

Unión Europea

En lo económico, la UE tiene que definir si modifica el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, su marco normativo, para permitir más déficit y deudas de cada país. El Banco Central Europeo aún no ha aumentado la tasa de interés para bajar la inflación, pero seguramente lo hará en el 2022 y deberán definir como proseguirá la política de fondos de ayuda europeo para mitigar la crisis pandémica. En el plano estratégico, se verá el grado de avance de su independencia de EEUU, desarrollando mayores capacidades de defensa propias y su relación con la NATO. Tendrá que definir su avance en la política de producción propia de microchips, un mercado complejo y muy competitivo. Habrá importantes elecciones en Francia (abril), en Italia, Portugal, Suecia y Hungría. Grandes incógnitas.

Sudamérica

Habrá dos elecciones importantes en Brasil (octubre) y en Colombia (mayo). Las victorias de Pedro Castillo en Perú y Gabriel Boric en Chile están señalando que los pueblos están reclamando una distribución más equitativa del crecimiento económico. Pero el panorama general, con inflación, pandemia, y probable disminución del crecimiento global, no se presenta precisamente demasiado favorable para satisfacer esas inquietudes. En los precios futuros de las commodities estará, en parte, la esperanza favorable para mejorar los problemas sociales. Otros dos puntos álgidos son las aún inciertas negociaciones de Argentina con el FMI y los resultados finales de la Convención Constitucional en Chile para configurar una nueva Constitución.

Asia

La India tendrá elecciones provinciales, que probablemente afianzarán el liderazgo de actual líder nacionalista, Narendra Modi. Filipinas tendrá que elegir al sucesor del también nacionalista Rodrigo Duterte; pronosticándose que gane la fórmula formada por el hijo homónimo del histórico Ferdinand Marcos y Sara Duterte, hija del actual presidente. Todo queda en familia. El régimen talibán tiene enormes dificultades, casi de colapso económico, para administrar Afganistán, y serios problemas de escasez de alimentos (desnutrición galopante), mientras prosigue su pelea militar con el ISIS o Estado Islámico. Su vecino Irán, donde ahora gobierna el ala dura, también es fuente de inquietud a escala global, por la continuación de su plan militar atómico. Israel está muy atento a ese progreso.

África

Todo el continente está afectado por la ola pandémica de la variante ómicron, con sólo un 10% de la población con esquema de vacunación completa. La liberación de las patentes no ha funcionado y se cree que África se convertirá en la cuna de nuevas variantes del virus, que seguirán afectando a todo el mundo, para beneficio de las grandes corporaciones farmacéuticas. La violencia continúa teniendo varios frentes abiertos: Etiopía, Libia, Yemen, entre otros.

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