La industria del turismo aún continúa siendo una de las más golpeadas a partir de la crisis mundial del COVID-19. El distanciamiento social y las restricciones, tanto de salud y de viajes, fueron limitantes en casi la totalidad de la actividad.
A poco de iniciar la temporada y a pesar del aumento de contagios, los destinos turísticos de la región están vislumbrando una temporada estival que podría ser récord en cuanto al movimiento de turistas. Particularmente en nuestro caso, hablamos de una ocupación muy alta hasta el momento.
Sin dudas que beneficios como el Previaje, que incentiva y promueve que los argentinos visiten destinos de todo el país, y la complicación de viajar al exterior son componentes que creemos que impactarán positivamente en nuestra actividad y que hoy nos permite augurar un boom turístico para este 2021-2022.
Como afirmó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en su último balance, coincidimos que se espera un “verano muy bueno” para la Costa Atlántica argentina, ya que gran parte de los turistas continúan eligiendo balnearios como Pinamar y Cariló, destinos muy transitados durante los últimos fines de semana largos de 2021.
La seguridad y tranquilidad, un atractivo en alza
Otro factor alentador es que hoy la gente elige lugares tranquilos, más cercanos y sobre todo que brinden seguridad, donde no haya disturbios o problemas de aglomeración. Buscan encontrar el descanso, la calidez y entretenimiento para toda la familia en un mismo lugar.
Después de casi dos años de pandemia y de tanta incertidumbre, es momento de encontrar esa seguridad y descanso. Por eso trabajamos en ello y como cada año, reforzamos y seguimos desarrollando infraestructura de una forma sustentable.
Pinamar, además, es pionera en el desarrollo de una costanera eco-friendly, siguiendo la tendencia mundial que busca minimizar el impacto ambiental en las playas y en el medioambiente.
Más allá del desafío que todavía atravesamos, esperamos un verano realmente alentador.
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