2022: un año desafiante para el mundo SGR

El sistema, integrado por 45 Sociedades de Garantía Recíproca y 2 fondos provinciales, se ha afianzado como una herramienta clave para que las Pequeñas y Medianas Empresas accedan a mejores condiciones de financiamiento

El sector cuenta con un fondo de garantía total autorizado que asciende a $59.621 millones y responde ante el incumplimiento de los avales otorgados

Años atrás, el sistema de garantías recíprocas era prácticamente desconocido para las pequeñas y medianas empresas argentinas. Pero corrió mucha agua debajo del puente, desde la emisión de la primera garantía en 1995 hasta alcanzar la robustez actual dentro del vademécum de financiamiento empresario y la popularidad en el sistema financiero.

Hoy el sistema, integrado por 45 Sociedades de Garantía Recíproca y 2 fondos provinciales, se ha afianzado como una herramienta clave para que las Pequeñas y Medianas Empresas accedan a mejores condiciones de financiamiento con bancos y/o mercado de capitales. Cuenta con un fondo de garantía total autorizado que asciende a $59.621 millones y responde ante el incumplimiento de los avales otorgados.

Pero no sólo las pymes resultan beneficiadas. Los inversores que aportan al sistema obtienen una deducción del 100% del impuesto a las ganancias, manteniendo la inversión por un plazo mínimo de 2 años.

El desafío del sistema para el próximo año es superar las 23.800 empresas asistidas, un crecimiento impulsado por un cambio normativo

La normativa actual permite que cada SGR pueda otorgar avales por hasta 4 veces su fondo de garantía. A causa de este último punto, el efecto multiplicador del financiamiento PyME es muy importante.

Ahora bien, las garantías otorgadas hasta octubre de 2021 alcanzaron los $ 193.000 millones (un 80% más respecto al mismo período del año anterior) y las garantías vigentes $ 138.000 millones (Informe Octubre 2021 – Sistema de Sociedades de Garantía Recíproca – Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores – Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación).

Este crecimiento en términos reales tiene su correlato en la cantidad de empresas con garantías vigentes que durante el mismo período experimentaron un salto del 16%, alcanzando las 23.750 Pymes.

Sin embargo, se verifica una dificultad para sostener ese nivel de empresas asistidas en cada año: las que recibieron una garantía entre octubre 2020 y 2021 apenas superan las 15.255. El desafío del sistema para el próximo año es superar las 23.800 empresas asistidas, un crecimiento impulsado por un cambio normativo.

El crecimiento en términos reales tiene su correlato en la cantidad de empresas con garantías vigentes que durante el mismo período experimentaron un salto del 16%, alcanzando las 23.750 Pymes

La pregunta del millón es cómo se logra llegar con la buena noticia a las más de 800.000 Pymes del país, de las más variadas actividades y con agendas del empresario Pyme que dificulta conexión por fuera de su realidad productiva.

La respuesta no es unívoca, pero existen tres ejes que sobre las cuales trabajar:

Tecnología

En marzo 2020, se marcó un hito al avalar la primera operación con formato electrónico (Echeq), por la vía del segmento de cheques avalados en el mercado de capitales. El efecto de la pandemia y las restricciones de aislamiento posibilitaron que creciera exponencialmente su uso. Hoy constituyen alrededor del 80% de los valores avalados.

Esto impulsó el uso de la firma electrónica de documentación, la emisión de certificados de garantía con firma digital, como así también de las certificaciones digitales de escribanos.

El proceso de vinculación de socios se simplificó de la mano de la información y obtención de avales desde plataformas de interacción, los motores de calificación y las aplicaciones móviles que tiendan a mejorar la autogestión. Facilitar el acceso y democratizar la llegada a otras regiones del país donde siempre hubo dificultades por las distancias y la conectividad es hoy posible.

Riesgo y asociatividad

Dado que los fondos de garantía apalancan el crecimiento, que la colocación de avales tuvo un crecimiento superior respecto de ello y que el cambio normativo impulsa la llegada a mayor cantidad de empresas, la resultante es una mayor atomización de la cartera de clientes y en consecuencia una mayor atomización del riesgo.

La asociatividad y articulación entre los actores podría catapultar la herramienta con más fuerza de la que se ha logrado hasta ahora

Para ello se logró este año una acción colectiva histórica por la que las SGR, a través de la Cámara que las nuclea, otorgaron avales sindicados a empresarios que buscaban asistencia. El éxito alcanzado marca una nueva perspectiva: la asociatividad y articulación entre los actores podría catapultar la herramienta con más fuerza de la que se ha logrado hasta ahora.

Agenda de sustentabilidad y nuevos productos

La vertiginosidad con la que se mueven las nuevas tecnologías obliga a replantear nuevos marketplace como lo son las más variadas plataformas de venta online de productos, los sitios de autogestión de clientes, como así también, nuevas formas de financiamiento como crowlending, garantías automáticas para responsables inscriptos o autónomos, avales para tarjetas de crédito o cuentas corrientes comerciales que impulsen el crecimiento de ventas.

La agenda de sustentabilidad gana terreno y convierte esta herramienta en un gran acompañamiento para dar asistencia en emisiones de ONG’s o empresas que busquen financiar proyectos con impacto ambiental positivo. Nuevamente, la asociatividad entre las SGR permite acompañar a aquellos de gran envergadura o de mayor riesgo, que las entidades tradicionales solas no podrían evaluar.

El crédito impulsa inversiones, crecimiento del PBI y generación de empleo. Por ende, su ausencia condiciona y condena a un país que necesita crecer para crear posibilidades de futuro

Sin duda todos estos factores deberán tener el acompañamiento de un entorno que las impulse. Desde los mismos solicitantes de las garantías que deben aggionarse a las nuevas tecnologías, como así también sus beneficiarios brindando condiciones más ventajosas y el Estado como ente regulador de todas las actividades, que impulse una verdadera revolución del financiamiento con foco en el segmento más postergado.

El crédito impulsa inversiones, crecimiento del PBI y generación de empleo. Por ende, su ausencia condiciona y condena a un país que necesita crecer para crear posibilidades de futuro. Parafraseando a un expresidente argentino que acuñó la frase “gobernar es poblar”, podríamos decir que “financiar es crear y dar impulso”.

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