La paradoja de exportar poco por importar poco

La participación de las importaciones en Argentina es menos de un tercio del promedio internacional total medido

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Contenedores varados en el puerto
Contenedores varados en el puerto de Buenos Aires (Argentina). EFE/Cézaro De Luca/Archivo

Otra vez en Argentina se discuten las importaciones.

La llamada restricción cambiaria (que no es tal, porque Argentina es un país plagado de dólares y solo ocurre que ellos están fuera del sistema por errores de políticas públicas y por un desincentivador marco institucional o regulativo) ha vuelto a poner a las importaciones bajo una estricta administración restrictiva de la autoridad gubernamental.

Mientras tanto, es a la vez curioso que se escucha a autoridades pretender el favorecimiento de exportaciones.

Ante ello, lo que aparece es una dificultad para comprender que la vinculación económica internacional se debe dar a través de un conjunto de vasos comunicantes y en un sistema en el que todo debe ser agilizado en simultáneo. En cambio: obstruyéndose un flujo se obstruyen los demás.

Si se constata qué países son los más exportadores del mundo se observa que -a la vez- ellos son los más importadores

La experiencia internacional muestra, para algunos paradójicamente, que no hay más exportaciones sin más importaciones.

Así, si se constata qué países son los más exportadores del mundo se observa que -a la vez- ellos son los más importadores (según la Organización Mundial del Comercio, OMC, los 25 mayores en una lista lo son también en la otra). Porque no son una cosa sin la otra.

La economía argentina, en los rankings mundiales

La Argentina es un país que participa en el comercio internacional en los diversos flujos muy por debajo de lo que su dimensión económica indica como posible: según la dimensión de su PBI es la economía número 32 del mundo; pero es el 44vo país exportador mundial de bienes, y el 54vo país importador de bienes; y es el 51er país exportador de servicios; y el 45vo importador mundial de servicios.

Pero mirando hacia arriba hay que destacar algo: los países que nos superan en comercio internacional exportan más y a la vez importan más.

Hay algunos casos notables como los de Eslovaquia, Hungría, Vietnam o Irlanda en los que el contenido importado supera el 40% en las exportaciones

Un análisis de la OCDE estudia, en las 65 mayores economías del mundo (que generan más del 80% de todo el comercio internacional), la participación de las importaciones como insumo de sus exportaciones. Concretamente, dice la entidad, el análisis releva el “contenido de importación de las exportaciones”, lo que “se define como la participación de los insumos importados en las exportaciones totales de un país, y refleja la medida en que un país es usuario de insumos extranjeros”. Según la OCDE “la medida también se conoce como la participación del valor agregado extranjero en las exportaciones brutas”.

Pues en esos países la participación directa de importaciones en las exportaciones alcanza 25% en promedio. Hay algunos casos notables como los de Eslovaquia, Hungría, Vietnam o Irlanda, en los que el contenido importado supera el 40% en las exportaciones. En Malasia, Bélgica, Corea o Bulgaria supera el 30%. En Latinoamérica el escenario es heterogéneo y se encuentran casos como México en el que llegan a 34,6%, otros como Costa Rica en el que suman 16%; mientras en Chile representan 12,4%; en Brasil explican 10,2%; y en Colombia y Perú rondan 10,1%.

Si además se midiera la participación “indirecta” de importaciones (agregando máquinas, equipos de producción, aparatos, tecnología y diversos servicios) el porcentaje de “importaciones en exportaciones” es aún mayor.

Pero en el trabajo antes referido Argentina aparece como el segundo país del mundo con menor participación de importaciones relevadas en el total de exportaciones. Con apenas 6,9%, comparte los más bajos puestos con Brunei (7,2%) y solo supera al peor en el ranking que es Arabia Saudita (4,9%). La participación de las importaciones en Argentina es menos de un tercio del promedio internacional total medido.

Argentina es un país con dificultad para participar en las cadenas internacionales de producción y para la incorporación de tecnología en la mejora de capacidad competitiva

Consecuentemente, y como un efecto de lo anterior, en el último lustro la relación exportaciones/PBI en Argentina (14%) es menor a la mitad del promedio mundial (casi 30%). Y la ratio en Latinoamérica es 50% mayor que en Argentina.

Lo referido muestra a Argentina como un país con dificultad para participar en las cadenas internacionales de producción y para la incorporación de tecnología en la mejora de capacidad competitiva. Ello es efecto de escasa inversión en base a los mejores estándares internacionales, poco destacada incorporación de insumos calificados o de partes y accesorios sofisticados, y de bajo agregado de porciones en el proceso que se originen en redes productivas internacionales de calidad.

Todos esos muchos países que anteceden a Argentina en el listado con mayor incidencia de insumos importados en sus exportaciones son países que logran exportaciones en relación con su PBI mucho mayores que Argentina, que es un país que en los años recientes ha tenido una relación de exportaciones/PBI muy baja (en el promedio del último lustro está entre los 10 de menor ratio del planeta).

Esto es: Argentina es una economía con dificultades varias para exportar comparando sus resultados. Y el bajo acceso a importaciones es una (aunque no la única) de las explicaciones a ese resultado.

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