La Secretaria de Comercio Interior en nuestro país tuvo diferentes épocas, asignación de tareas y funciones. En la segunda y tercera presidencia de Perón se convirtió en un controlador de precios y salarios sin resultado alguno sobre la evolución de precios. Luego, con el Plan Austral y de estabilización de Raúl Alfonsín, en 1985, se recurrió a ella para controlar nuevamente precios y salarios. Ambos procesos derivaron en hiperinflación. En 2007, con el control del Indec y sus mediciones, se comenzaron a realizar acuerdos de precios con el sector lácteo. En 2011 llegó el control de los controles: la inauguración del cepo cambiario. En 2013 comenzó el congelamiento de precios con Guillermo Moreno a cargo de la secretaria. Desde ahí en más, y con diferentes denominaciones, los acuerdos y controles de precios se mantuvieron con diferentes denominaciones y marcas. En 2021 tenemos un récord de 18 programas de control de precios.
La Secretaría de Comercio Interior de la Nación se ha reducido a dedicar todo su tiempo a controlar precios y generar acuerdos entre la industria y el comercio para lograr estabilidad de precios en un tiempo acordado entre las partes. ¿Cuáles deberían ser sus funciones y tareas en relación a las necesidades de nuestra economía en pandemia y postpandemia?
1 - Administración de importaciones con el BCRA. El problema de las restricciones a las importaciones traerá aparejado mayor inflación futura por falta de insumos y materias primas en el proceso de producción industrial. Los precios minoristas que se contienen hoy desbordan por la inflación de precios mayoristas si se rompen los stocks o se discontinua una línea de producción por falta de insumos y materias primas.
2 - Inflación, con autoridades Economía y el BCRA. Si no se reconoce que la inflación tiene una participación muy predominante del fenómeno monetario y fiscal más que la “multicausalidad” a la que el Gobierno apela, será un problema sin solución.
3 - Crisis de comercios. La gravedad de la crisis del comercio minorista postpandemia es inédita. Comercio debería gestionar incentivos impositivos para la reapertura.
4 - Empleo en Comercio. La pérdida de empleo en el comercio se daba desde 2018 y la pandemia llevó al piso más bajo de empleados en el sector en su historia. Se debería trabajar con un plan de reinserción laboral y reapertura de comercios para aquellos que lamentablemente perdieron su trabajo.
5 - Ocupación de centros comerciales a cielo abierto. Hay un indicador básico de gestión del comercio minorista que es el nivel de ocupación de locales en calles y avenidas. En grandes ciudades se debería desarrollar un plan integral entre comercio, transporte, ocio, esparcimiento y turismo para revitalizar estas áreas comerciales pérdidas.
6 - Plan contra la venta ilegal y ocupación del espacio público. En contexto de crisis, la venta ilegal crece producto de comercios formales que cierran y pasan a la informalidad, personas que pierden su empleo u ocupación y encuentran en esta actividad un ingreso de sustento y genera ocupación ilegal del espacio público que genera competencia desleal frente al comercio legalmente establecido con una presión impositiva inédita para sostener su actividad.
7 - Sistema de franquicias y exportación del “formato argentino”. Argentina debería tener un plan de promoción de los comercios y formatos de locales minoristas que son exitosos en el plano local para llevar el mismo fronteras afuera e incrementar nuestro producto nacional bruto. A su vez, se deben recuperar inversiones extranjeras directas en sistemas comerciales que son exitosos en el mundo y se han ido de nuestro país y no tienen incentivos para regresar.
8 - Vínculo entre comercio interior y exporta simple. Si hay algo que es importante es que el comercio también tenga la posibilidad de exportar sin demasiada complejidad y carga burocrática. Simplificar aún más el proceso e incrementar los topes para participar de “exporta simple” es clave para que el comercio local se convierta en global.
9 - Mejora del transporte y logística. Argentina tiene un alto costo logístico que representa el 21% del PBI de una carga mientras que el promedio de la Unión Europea es por ciento. El monotransporte terrestre sin competencia fluvial y de los ferrocarriles ha amordazado a un comercio costoso y sin posibilidad de mejorar su competitividad.
10 - Comercio electrónico. Las pymes deben insertarse en la transformación digital. A su vez, los emprendedores requieren de mejores condiciones impositivas, no solo en la rama de economía del conocimiento, sino para la transacción de bienes y servicios locales.
11 - AFIP en primeros estadios de vida. Todos los sistemas impositivos se han convertido en una gran farsa antiemprendedora. Si tomamos el monotributo por actualización por inflación, desde 1998 a la fecha su tope de facturación debería ser $14 millones de pesos. Din embargo es de $2.600.000 para servicios y $3.700.000 para bienes. Una verdadera trampa es hablar de plan “puente” hacia el régimen de responsable inscripto cuando el actual límite de las escalas es un plan “tobogán”. Para el caso de los autónomos, la situación es peor. Si un autónomo factura más de $75.000 –cercano a la Canasta Básica Total que publico el Indec– paga Ganancias. Todo es antiemprendedor. Anticomercial.
12- Plan de recuperación de servicios. Durante la pandemia los más perjudicados en materia de comercio fueron los servicios de todo rubro por qué sus actividades implicaban contacto social. Los cierres fueron abruptos, la pérdida de empleo letal y la frustración y bronca por no poder hacer nada de impunidad. Los voy a aburrir pero me tomo el trabajo que debería tomarse una Secretaria de Comercio Interior para reactivar los siguientes sectores que quedaron destruidos:
- Servicios de restaurantes y cantinas con mesas al público; “fast food” y locales de venta de comidas y bebidas al paso.
- Servicios de expendio de bebidas en bares, cantinas con atención exclusiva a los empleados o estudiantes dentro de empresas o establecimientos.
- Servicios relacionados con la salud humana (psicólogos, fonoaudiólogos, etc,) limitados por la propia demanda no solo la oferta.
- Guarderías y jardines maternales
- Servicios minoristas y mayoristas de agencias de viajes, turismo aventura; servicios complementarios de apoyo turístico; alquiler de vehículos.
- Alquiler de prendas de vestir, reparador de calzados, alquiler de efectos personales y enseres domésticos.
- Servicios de transporte de larga distancia y estaciones terminales de ómnibus y ferroviarias.
- Servicios complementarios para el transporte terrestre: alojamiento en hoteles y hostería, guías de turismo, campings.
- Actividades deportivas (gimnasios, fútbol, básquet, tenis, vóley, fitness) y recreativas (yoga, zumba, etc.).
- Servicios de salones de baile, discotecas, entretenimiento, salones de juegos, calesitas.
- Servicios espectáculos artísticos (teatro, espectáculos circenses, de títeres, mimos, etc.); agencia de venta de entradas; parques de diversiones y parques temáticos. Servicios jardines botánicos, zoológicos y de parques nacionales, museos y bibliotecas. Producción de filmes y videocintas
- Servicios de organización de convenciones y exposiciones comerciales, de fotografía y eventos sociales.
- Levantadores de cultivo que están en la informalidad y estuvieron sin permiso de circulación.
- Servicios de peluquería, tratamiento de belleza y centros de estética y spa.
- Reparación de efectos personales y enseres domésticos.
- Enseñanza de idiomas, gimnasia, deportes y actividades físicas.
- Servicios jurídicos, contables, arquitectura e ingeniería, actividades profesionales, científicas y técnicas.
A todos ellos les debemos disculpas y gestión. Mientras tanto, nos ocupamos con exclusividad de controlar a cuanto está el paquete de harina, a qué nivel del piso en góndola, de qué color es, en que canales se encuentran y bajo qué nombre de programa y señalítica exhibidora de precios.
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