La deuda pública, a dos décadas del 2001

La mayor parte de su origen se debe al déficit fiscal y a un modelo económico que agoniza

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Toda la deuda pública equivale a 75% del PBI, 43% se sumó en los últimos 20 años (EFE)
Toda la deuda pública equivale a 75% del PBI, 43% se sumó en los últimos 20 años (EFE)

En los últimos 20 años la deuda pública aumentó en USD 200.000 millones. En el fatídico 2001 el stock de deuda pública sumaba USD 144.000 millones, y en el fatídico 2021 la deuda ya superó los USD 344.000 millones. Toda la deuda pública equivale a 75% del PBI, de los cuales 43% se sumaron en estos 20 años.

La deuda pública es hija del déficit fiscal y el déficit fiscal es hijo de un modelo económico que ya agoniza hace más de una década. La economía ya no crece, no genera empresas, no genera empleo. No genera futuro. Lo único que crece es la inflación, la pobreza y la deuda.

La economía ya no crece, no genera empresas, no genera empleo. No genera futuro. Lo único que crece es la inflación, la pobreza y la deuda

La primera pregunta que surge es ¿quién tomó tanta deuda pública en los últimos 20 años? Sabemos que Cambiemos gobernó 4 años y tomó USD 70.000 millones, por lo que implica que el Peronismo gobernó los otros 16 años y tomó compromisos financieros por USD 130.000 millones.

• Durante la presidencia de Eduardo Duhalde se confiscó los depósitos en dólares de los argentinos y se les entregó un bono a 10 años, llamado Boden 2012. Pero también se pesificó los créditos y se otorgó un bono a los bancos para que no quebraran al licuar las deudas. La confiscación de depósitos y la nacionalización de la deuda privada, aumentó la deuda pública en USD 34.000 millones.

Néstor Kirchner gobernó poco más de 4 años, no tenía acceso a los mercados de deuda, pero tampoco tenía déficit fiscal. Simple, arrancó pagando el equivalente a USD 50 de jubilación mínima, por eso no tenía déficit. Si bien negoció la deuda en default y logró una quita nominal, la misma la evaporó al colocar deuda a la incipiente dictadura de Chávez. Los números oficiales muestran que su presidencia finalizó prácticamente con el mismo nivel de deuda con el que llegó: USD 177.000 millones.

Cristina Fernández de Kirchner, por el contrario se fue con USD 241.000 millones. Es decir que en los 8 años de gestión elevó la deuda en USD 64.000 millones. CFK tampoco tenía acceso al crédito externo, lo que hizo fue vaciar al BCRA y al Anses. El gobierno le sacó USD 50.000 millones a las reservas del BCRA y lo llenó de deuda pública para que no se note contablemente. Con el Anses la estrategia fue similar, lo llenó de papeles y le sacó los dólares que heredó de la expropiación de las AFJP.

• Durante la gestión de Cambiemos la deuda aumentó en USD 70.000 millones. Dentro de ese monto hay USD 10.000 millones que se emitieron para pagar sentencias internacionales que el Peronismo no quería ni reconocer y menos pagar, pese que parte de los conflictos judiciales perdidos fueron por las expropiaciones de empresas bajo su gestión. Por lo que tomó deuda por unos USD 60.000 millones, un promedio de USD 15.000 millones por año de gestión, casi exclusivamente en el exterior: USD 44.000 millones con el FMI y el resto títulos públicos.

• En los casi primeros 2 años de presidencia de Alberto Fernández la deuda pública aumentó en USD 32.000 millones. El peronismo no suele tener financiamiento externo y esta gestión no es la excepción, por lo que la deuda se la coloca principalmente al BCRA y al Anses con las mismas prácticas que durante la gestión de CFK: Llenarlo de bonos para tomar sus dólares.

La deuda subió a un ritmo promedio de USD 10.000 millones por año en estás dos décadas. Con CFK a un ritmo de USD 8.000 por año, Macri aceleró el proceso a USD 15.000 millones por año, y Alberto Fernández ya lleva un promedio de USD16.000 millones por año.

El peronismo ya vació al Anses y al BCRA y Cambiemos ya agotó el crédito externo. Alberto Fernández ante la encerrona apela a financiar el déficit fiscal con los depósitos privados dentro del sistema financiero local, llenando los bancos de bonos y Leliq. Y como tampoco alcanza, pone a fondo la creación de dinero, sabiendo que la aceleración de la inflación será el resultado.

El peronismo ya vació al Anses y al BCRA y Cambiemos ya agotó el crédito externo

Modelo agotado

La esta deuda es hija del déficit fiscal y el déficit fiscal es hijo de este modelo económico completamente agotado, si es que alguna vez funcionó. Cerrar la economía tienta a la política porque permite a un puñado adueñarse de todos los negocios fronteras adentro. El ciudadano no tiene posibilidad alguna de hacer negocios con tantos impuestos, cepos y leyes laborales que son copia del fascismo italiano.

Ante el estancamiento económico que genera los cepos y cerrar la economía, el político eleva el gasto público para no perder votos. Esconde la falta de crecimiento repartiendo planes, aumentando el empleo público e incluso ahora jubilando a ciudadanos sanos y jóvenes de 55 años. En definitiva, la economía cerrada lleva al estancamiento, el estancamiento al gasto público y el gasto público a la deuda y la inflación. Argentina hace más de 80 años que tiene problemas de deuda e inflación, porque es el resultado del modelo económico que aplica.

La Argentina tuvo un modelo liberal que otorgaba trabajo a todo el que ponga un pie en el territorio nacional. Pero para 1930 se inicia el abandono del modelo liberal y se abraza a la idea del corporativismo estatal, tan de moda en Europa por esos tiempos. Pero Europa abandonó el “capitalismo de amigos” tras el fin de la segunda guerra (´45) y España un poco más adelante con la muerte de Franco (´75).

La Argentina tuvo un modelo liberal que otorgaba trabajo a todo el que ponga un pie en el territorio nacional. Pero para 1930 se inicia el abandono del modelo liberal y se abraza a la idea del corporativismo estatal

Incluso, Argentina tras décadas de fracasos, también abandona esas ideas en los años ´90. Pero, tras la crisis del 2001 argentina volvió a aferrarse al mismo modelo económico del pasado, pero que en el nuevo siglo ya eran ideas de museo que en el mundo sólo se encontraban entre los escombros del muro de Berlín y algunas dictaduras.

El salto al pasado ya costó 20 años y USD 200.000 millones de deuda pública, y como cosecha se tiene a medio país en la pobreza y viviendo de planes sociales. La otra mitad del país busca subsistir con salarios que no superan los USD 350, si es que tiene la dicha de estar en blanco.

El contraste con esa Argentina llena de futuro y trabajo que miraban los inmigrantes desde los barcos nunca fue tan evidente y doloroso. Argentina está a punto de perder un siglo entero por no soltar este fracasado modelo económico, que sólo ofrece negociados a un puñado con acceso al escritorio correcto, mientras que para el resto sólo hay deuda, inflación y mucha pobreza.

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