El agudo estrés cambiario que enfrenta el Gobierno

La situación en el mercado de divisas se está tornando muy angustiante, muy lejos del “mantra guzmaniano” de “tranquilizar la economía”

El BCRA alienta la firmeza de tasas para quitar presión al dólar. (AFP)

Diversos indicadores manifiestan la creciente restricción que presenta el mercado de cambios:

1. Reservas Netas Líquidas (RNL): al 12 de octubre, las RNL (definición FMI, sin las tenencias de oro), habrían cerrado en USD 2.200 millones. Y han venido cayendo a un ritmo de USD 65 millones por día (sin contar alzas y bajas de DEG) desde el el 1 de septiembre último. A este ritmo, llegaríamos a las elecciones con apenas unos USD 350 millones.

2. Restricciones a importadores (bienes e insumos): tanto de manera “normativa” (Comunicación A 7.375 del BCRA) que apuntando a evitar liquidaciones anticipadas de compras en el exterior está causando serios problemas, como por ejemplo públicamente lo advirtió la empresa de neumáticos Fate), como “ad hoc” (dilación indebida de aprobación de las SIMI -Sistema de Monitoreo de Importaciones- y otras).

3. Fuerte presión en dólar libre: a pesar de la creciente intervención del BCRA vendiendo dólares (CCL y MEP), a un ritmo diario de USD 25 millones, los precios no han dejado de aumentar en estos últimos 30 días (9% el CCL con GD30, 3% el MEP con AL30 y 5% el MEP con GD30).

4. Fuerte caída del Tipo de Cambio Real: utilizando la “media” de las estimaciones del FMI de atraso cambiario, estaríamos pasando de 0% en diciembre de 2020, a 11% en octubre de 2021 (y proyectamos un 17% a diciembre de 2021).

Utilizando la “media” de las estimaciones del FMI de atraso cambiario, estaríamos pasando de 0% en diciembre de 2020, a 11% en octubre de 2021 y proyectamos 17% a diciembre

5. Venta en mercados de futuros: luego de varios meses de tranquilidad, la posición de operaciones a plazo del BCRA ya superaría los USD 2.000 millones, y va en permanente aumento.

6. Presión en el sistema de depósitos en dólares (argendólares). El stock apenas se modificó desde el 11 de agosto de 2021 (caída de USD 70 millones). Pero debe tenerse en cuenta algunas cuestiones adicionales:

a. La evaporación de la venta de dólares MEP del BCRA. Entre 11 de agosto y el 12 de octubre estimamos que el BCRA habría vendido unos USD 590 millones en el mercado MEP (venta de dólares en el país). Esos dólares deberían haber engrosado los depósitos en el sistema. De modo que cuando hablamos de USD 70 millones de caída, en realidad, debemos considerar que los ahorristas habrían retirado ya más de USD 650 millones (la caída verificada, más la no suba que debería haber ocurrido); y

b. Restricciones “ad hoc” que estorban el retiro de depositantes. Muchos bancos sólo dejan sacar dólares con turno previo; Banco Nación y Banco de la Provincia de Buenos Aires estarían entregando turnos a más de 30 días; ha habido casos donde ofrecen entregar sólo billetes de USD 5, 10 y 20 para que la gente entonces pida retirar menos.

Viento en contra

7. Doble “Niña” al acecho: como si todo lo anterior fuera poco, las últimas estimaciones climáticas han aumentado fuertemente la probabilidad de falta de lluvias entre diciembre de 2021 y el primer trimestre de 2022. De producirse, la sequía podría ser similar o más fuerte que las registradas en las campañas agrícolas de 2008/2009; 2011/2012 o 2017/2018, afectando severamente la cosecha de cereales y oleaginosas (esos años las caídas de producción fueron 37%; 12% y 17%, respectivamente según la severidad del episodio), y obviamente, también de las exportaciones argentinas (la producción total podría pasar de 140 millones de toneladas a 110 millones de toneladas usando el promedio de los 3 episodios anteriores).

Lograr un rápido acuerdo con el FMI luce como condición “necesaria” para empezar a “tranquilizar” las cosas

Dadas estas circunstancias, lograr un rápido acuerdo con el FMI luce como condición “necesaria” para empezar a “tranquilizar” las cosas, pero no podríamos asegurar que fuera ya una condición “suficiente”.

El Gobierno deberá “hamacarse” mucho para evitar una maxi-devaluación en los meses venideros.

Y en caso de que finalmente aceptara este camino, deberá exhibir un alto grado de idoneidad para que tal ajuste cambiario resulte “exitoso”. Es decir, para que no dispare demandas de aumentos salariales que el Gobierno no estuviera en condiciones de contener, ni se disipe una caída de la demanda de pesos, lo cual redundaría en nuevos rounds de traumáticas subas del dólar y la inflación.

SEGUIR LEYENDO: