Las redes sociales y la vida laboral

El aislamiento que impuso la crisis sanitaria impulsó el uso del contacto a través de los medios virtuales, pero se plantean dudas sobre los límites

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A menudo surge la disyuntiva acerca de cómo compatibilizar la tendencia a publicar todo en nuestras redes sociales en paralelo con la actividad laboral y la privacidad
A menudo surge la disyuntiva acerca de cómo compatibilizar la tendencia a publicar todo en nuestras redes sociales en paralelo con la actividad laboral y la privacidad

A menudo surge la disyuntiva acerca de cómo compatibilizar la tendencia a publicar todo en nuestras redes sociales en paralelo con la actividad laboral y la privacidad. Como usuarios de Twitter, o cualquier otra red social, nos preguntamos a diario ¿Cuál es el límite? ¿Existe alguno?

Es obvio, que prevalece una clara tentación a compartir cada momento vivido con nuestros amigos, familiares y con nuestros “seguidores”. Lo publicamos todo. Lo compartimos todo y en consecuencia, esperamos las “reacciones” como un chico espera un premio por su buena conducta. Convengamos que cuando el feedback a ese posteo no llega, sentimos algo de frustración y analizamos inmediatamente si lo que subimos colmó las expectativas de los demás, ni siquiera las nuestras.

En tiempos de pandemia, las restricciones lograron que el tráfico y permanencia en las distintas plataformas virtuales aumentase exponencialmente. Hasta ahí, se trata de diversión y de un rango de tiempo dedicado a una actividad que consideramos que nos entretiene y que, además, no causamos daño alguno. Sin embargo, al principio de esta columna, nos preguntamos ¿Cuál es el límite?

En tiempos de pandemia, las restricciones lograron que el tráfico y permanencia en las distintas plataformas virtuales aumentase exponencialmente

A nuestro criterio, es posible que en esto de hacer parte de todo a los que ávidamente nos leen, el daño podría ser autoinfligido. ¿Cómo es eso?

Pues bien, ocurre que un segmento de los usuarios de redes sociales está representado por personas que se encuentran en una búsqueda laboral o de expansión profesional, o utilizan dichas redes para difundir su trabajo o publicaciones profesionales. Es entonces que desde mi punto de vista hay que prestar algo de atención.

Riesgo de volverse en contra

Es beneficioso saber que nuestra “espontaneidad” podría jugarnos en contra. Actualmente, olvidamos que estamos insertos en una gran matrix en la que muchos más que nuestros “seguidores” nos leen y también nos ven.

Muchos utilizan las redes para difundir su trabajo o publicaciones profesionales (DPA)
Muchos utilizan las redes para difundir su trabajo o publicaciones profesionales (DPA)

Empresas reclutadoras de personal, departamentos de recursos humanos, potenciales clientes y también posibles empleadores, podrían estar observando nuestros posteos y no siempre siquiera lo sabremos.

Es probable que una foto o un comentario, hasta quizás un inocente retwitt o un etiquetado en Facebook, o todo eso junto, podría dejarnos fuera de una buena oferta laboral que no fue y que nunca supimos que pudo haber sido. Tal vez suena exagerado, pero las redes sociales, revelan mucho más de nosotros de lo que somos conscientes.

Empresas reclutadoras de personal, departamentos de recursos humanos, potenciales clientes y también posibles empleadores, podrían estar observando nuestros posteos

Por ello, mi consejo es, si estás en ciertas etapas de posicionamiento profesional:

1. No publiques absolutamente todo. Reserva algunas instancias privadas aún a costa de perder “likes”, o retwitts. Volverse “popular” o viralizar un contenido no siempre es tan bueno como pensamos.

2. Si utilizas la red social para difundir trabajo, puedes dejar de contarle al mundo de tu excitante viaje. No pasa nada y menos, es más. La reserva y la privacidad en estos casos, dice algo bueno de nosotros frente a los ojos de un posible cliente o empleador.

3. Consulta cómo elaborar un buen perfil en la red social en la que reflejas tu nombre e imagen. Recurrir a un Community Manager sobre cómo presentarse frente a las personas que forman parte de tu entorno virtual, es un recurso que hay que tener en cuenta en esos casos.

4. Publica una foto que te represente, no una construcción engañosa de tu fisonomía o forma de ser, que, a la larga, quedará en evidencia que esa persona realmente, no eres tú. Aquello que parece mínimo, puede espantar buenas oportunidades de trabajo u ofertas de distinta índole como la invitación a una conferencia o una exposición.

Mi consigna entonces es, menos likes de los demás, más momentos para nosotros y mayor conciencia de que estamos más expuestos de lo que imaginamos. ¡Bienvenidos al Truman Show de nuestros días: las Redes Sociales!

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