El boleto de noviembre está picado

Pero quedan dos años para retornar

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Alberto Fernández y Cristina Kirchner
Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el búnker del Frente de Todos (Franco Fafasuli)

El colapso electoral en la provincia de Buenos Aires profundiza el declive del mal gobierno -falsamente nacional- de La Doctora, que preside Alberto Fernández. El Poeta Impopular. Se le despeja el camino hacia la presidencia al beneficiario principal de la debacle. Horacio Rodríguez Larreta. Geniol. Desde el Maxi Kiosco del Artificio Autónomo, Larreta supo diseñar una estrategia muy impugnada. Pero que tuvo, finalmente, suerte. Tanta suerte como para aspirar a repetir la epopeya iniciada por Fernando De la Rúa, El Traicionable (presidente del segundo gobierno radical). O Mauricio Macri, el Ángel Exterminador, presidente del tercer gobierno radical y hoy un competidor relativamente elegante de Larreta, en el renovado Juntos por el Cambio.

Los desplazamientos cruzados de Diego Santilli, El Bermellón, y de la señora María Eugenia Vidal, la Chica de Flores de Girondo, resultaron casualmente útiles para que Larreta pudiera enjaular a los severos halcones que le obstaculizaron el avance. La señora Patricia Bullrich, La Yiya, que supo aprovechar el caramelo de madera de la presidencia de PRO, La Mutual. Y el máximo halcón, el citado Ángel, es a quien más le cuesta resignarse a integrar la jaula del que fuera su dependiente fiel.

La neurología de Manes y la resurrección de LM. Para su campaña, Larreta tiene el complemento del radicalismo vigorizado por la neurología de Facundo Manes, Cisura de Rolando. Aunque no lo haya enjaulado, Larreta lo mantiene a Manes igualmente adentro. Con la postura del compadrito de Salto dispuesto a competir por la candidatura presidencial en 2023. La carambola de los desplazamientos cruzados fue a tres bandas. De capital a provincia y viceversa. Acertó también Larreta al promover la resurrección de Ricardo López Murphy, El Bulldog Gato. Consta que LM fue de los primeros exterminados por el Ángel. Habían sido socios en 2005. LM se extinguió en la provincia inviable, durante el duelo del peronismo conyugal de 2005, entre la señora Hilda Duhalde, La Chiche, y La Doctora.

El festejo en el búnker
El festejo en el búnker de Juntos por el Cambio con los representantes de las tres listas en la Ciudad de Buenos Aires

Hoy LM, debidamente recauchutado, tiene la tácita misión de brindar un poco de solidez al conjunto donde impera la insustancialidad natural. Su corbata majestuosa desentonaba en el escenario de Costa Salguero con la elaborada informalidad de los larretistas. Los 12 puntos de LM, más los ajenos 13 puntos de Javier Milei, El Libertino Libertario, marcan un 25% de voto rigurosamente liberal en el MaxiKiosco. Es la demostración del otro desplazamiento. El de la sociedad, hacia la derecha. Hacia la orientación claramente capitalista que se impone en las PASO. Elección inútil. Intrascendencia transformada -en la era del vacío- en el ensayo de orquesta que marca la tendencia general. Así como las PASO presidenciales de 2019 representaron la defunción del Tercer Gobierno Radical de Macri, las PASO legislativas de 2021 picaron transitoriamente el boleto del mal gobierno de la Doctora (que preside Fernández).

Dar la cara. El kirchnerismo (vertiente del peronismo) debe estudiarse a través de sus recuperaciones. O sea, de sus caídas. Pero de aquí a noviembre, cuando se voten los porotos reales, el Frente de Todos sólo puede profundizar el fervoroso ridículo. Los peores mediocres son aquellos que tienen iniciativas. Se plantan orgullosamente en la vereda del error. Debe rescatarse a Alberto por haber dado la cara durante el domingo de la derrota. En efecto, era todo lo que tenía. Desde los mondongos y las tortillas de Vicentín que Alberto se deslizó en una cadena interminable de equivocaciones que aquí no se van a enumerar. Con jactancia sin fundamento, El Poeta Impopular planteaba las PASO como un plebiscito hacia su gestión. Como si (la gestión) hubiera ocurrido. Pero lo plebiscitaron todo. Con dureza.

El frío saludo de Alberto
El frío saludo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el búnker del Frente de Todos (Franco Fafasuli)

El pobre se plebiscitó encima. Aunque nada propio tenía para perder. Apenas el poder que le habían delegado. Y que desperdiciaba. Es La Doctora quien, en el naufragio, debe tomar los remos. Puso más que nadie en el gobierno que había llegado agotado. La proeza de La Doctora, jefa de esta vertiente relativamente patológica del peronismo, consistió en vencer al Tercer Gobierno Radical que fracasaba. Pero con un esquema vencido. Pegoteado con el chicle de la improvisación. Presentado con el ingenio de un tuit. El esquema agotado resultaba de utilidad para reconquistar el poder que desperdiciaba el macrismo. Para gobernar no servía. En menos de dos años el artificio del Frente de Todos fue vencido por la renovación escenográfica de los fracasados que supieron presentar un cambio de rostro. La cara del Ángel por la cara del Geniol. La sociedad se desplaza hacia la derecha y es una tontería insistir con las claves de la Revolución Imaginaria que sostiene a la vertiente kirchnerista. Cuando la opción consiste en plantar las bases vulgares del capitalismo tolerable. Generar confianza y ponerse a conducir.

Dilema Alberto. Pero quien se adueña de los remos es Alberto. Un dilema Alberto que la Doctora no sabe resolver. Primero porque ella, también, perdió escandalosamente al escogerlo. Fue plebiscitada también como fue plebiscitado Axel, El Gótico. O Máximo, En el Nombre del Hijo, líder de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. Agencia que no sabe explotar lo que acapara. Que Alberto, el gran campeón del error, se ponga la campaña al hombro, es un acto demencial. Como es una chiquilinada pretender que no le cepillen, después de la debacle, ningún ministro. Y que los apuntados pongan el rostro del perro distraído cuando le hacen el amor. Total el boleto de noviembre está picado. Sin retorno.

Pero se aconseja, a los innumerables que disfrutan el episodio del porrazo con algarabía, no extender aún el certificado de defunción. Resta la eternidad de dos años. Queda tiempo para conectar con el rumbo ideológico que la sociedad toma sabiamente. Tener en cuenta que el último (y acaso único) proyecto capitalista fue impulsado por otra vertiente del peronismo.

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