A partir de marzo del 2020, al iniciarse la pandemia, el panorama del microcentro porteño y lugares que antes se encontraban poblados de oficinas se tornaron desérticos. Si bien en la actualidad no estamos ante una situación de cuarentena estricta, el coronavirus modificó totalmente el escenario de trabajo al que estábamos acostumbrados.
Hoy en día conviven diversas posibilidades que permiten que los empleados trabajen de manera remota desde sus casas, a través de una modalidad mixta o incluso hay empresas que brindaron la opción de volver a las oficinas y sin embargo, los empleados prefirieron seguir trabajando de manera remota por diversos motivos.
Según un informe de la consultora inmobiliaria corporativa Colliers International, en 2020 “la vacancia escaló de una forma excepcional”. “El mercado de oficinas se encuentra en un proceso de adaptación” y si el panorama se analiza por submercado, el incremento más significativo se ubicó en el macrocentro Sur, donde la dinámica de liberación de superficies data desde 2019 y alcanza una disponibilidad del 27,35%”, detallaron. Las oficinas del AMBA registraron en el último trimestre de 2020 una vacancia de 15,9%: casi el doble si se la compara con el 8,2% del mismo período en 2019.
Recientemente YPF anunció la venta de su emblemático edificio corporativo, lo cual sumará 75.000 metros cuadrados a la vacancia y simultáneamente Telecom hace lo propio con su torre de Puerto Madero.
Las oficinas del AMBA registraron en el último trimestre de 2020 una vacancia de 15,9%: casi el doble si se la compara con el 8,2% del mismo período en 2019.
Si bien algunos comparan este escenario con el del 2002, cuando la crisis económica más grande de la Argentina generó también una gran vacancia en el mercado de oficinas, la gran diferencia es que todo hace suponer que este escenario no se modificará en 2022 como sí sucedió en 2003 y 2004, cuando la economía repuntó y las oficinas se volvieron a habitar. Esto se debe a que la modalidad teletrabajo parece haber llegado para quedarse.
Datos y cuarentena
Y a todo esto, ¿qué pasó con la infraestructura tecnológica de todas esas empresas con oficinas y edificios deshabitados durante la cuarentena?
Al haber dejado sus oficinas vacantes –o estar en proceso de dejarlas–, las corporaciones se encontraron con varios problemas: operar sus servidores se hizo más difícil ya que quienes los ejecutaban no era personal esencial, por lo cual no podían estar presentes. Y a esto se sumó la escasez del personal de mantenimiento circulando; entonces ante un corte de luz, por ejemplo, se hizo difícil garantizar la operatividad de la infraestructura tecnológica.
La gran diferencia es que todo hace suponer que este escenario no se modificará en 2022 como sí sucedió en 2003 y 2004, cuando la economía repuntó y las oficinas se volvieron a habitar
Además la seguridad física de los edificios corporativos también se tornó insuficiente. Es decir, quedó endeble ya que no es lo mismo el cuidado y atención de un edificio cuando hay personal circulando los siete días de la semana, o de lunes a viernes de 8 a 18 hs, que es cuando el edificio está vacío y las oficinas se convierten en “tierra de nadie”. Es por eso que los datos de las empresas quedaron totalmente desprotegidos. Este escenario fue el que impulsó la tendencia a buscar soluciones de tercerización en lugares especializados para tal fin.
La ciberseguridad y la conectividad son otros dos temas vitales si de resguardo de datos hablamos.
La conectividad de un edificio vacío no tiene nada que ver con la conectividad de un edificio ocupado con empleados y personal de mantenimiento. En este último caso, cuando sucede cualquier incidente o imprevisto hay una mayor presión y rapidez para solucionarlo.
El 74% de los directores financieros entrevistados por la consultora Gartner manifestaron tener la intención de trasladar parte de sus equipos a un modelo remoto permanente
Todas estas situaciones planteadas hicieron que los números sean contundentes: En un informe publicado en abril de este año, el 74% de los directores financieros entrevistados por la consultora Gartner manifestaron tener la intención de trasladar parte de sus equipos a un modelo remoto permanente.
Entonces, la migración local a colocation se avisora como una solución óptima o camino natural en las empresas ya que se trata de un modelo flexible y ágil para un negocio que no queda atado a la propia infraestructura física y que no se ve impactado a los cambios imprevistos o las realidades actuales como puede ser una pandemia. Esto abarca a empresas de todos los sectores. Con el modelo de colocation, las empresas no quedan a la deriva ante un evento disruptivo.
Los centros de datos cuentan con sistema redundantes en cuanto a energía, refrigeración, seguridad, conectividad y todos los procesos necesarios para garantizar la operatividad de los servicios. En dichos centros se ofrecen servicios tales como: alojamiento de racks, jaulas o salas privadas que ofrecen conectividad con todos los operadores de telecomunicaciones que operan en el país dando la libertad a sus clientes de elegir el proveedor más conveniente.
La estrategia de colocation garantiza las herramientas adecuadas para la resiliencia del data center, tanto frente a la realidad del trabajo remoto, como en escenarios de trabajo presencial, porque ofrece infraestructura y procesos de calidad mundial garantizando la continuidad del servicio y por ende del negocio.
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