Recientemente la prestigiosa universidad IMD de Suiza ha publicado el Ranking de Competitividad Mundial 2021, ranking que incluye los 64 países más importantes del mundo, agregándose ente año Bostwana. Este ranking hace una medición relativa de cada país. Es decir mide cómo está clasificado cada país en relación a los demás países, sin hacer un juicio de valor de cada calificación.
Es importante notar que el año 2021 ha sido un año muy particular para el mundo en razón de la pandemia producida por el COVID-19, y que todos los países del mundo han sido muy afectados, pero a pesar de este evento tan particular, Argentina no ha variado su posición relativa con los demás países respecto a años anteriores, en sus diferentes mediciones.
Argentina aparece clasificado en el puesto 63 (63 de 64) en el lista, solo superada por Venezuela. El Ranking de Competitividad Mundial se conforma a su vez del agregado y calificación de 4 ejes de análisis, donde en cada uno también aparece el lugar que ocupa Argentina, a saber:
- Comportamiento económico: 59 de 64
- Eficiencia del Gobierno: 64 de 64
- Eficiencia empresaria: 63 de 64
- Infraestructura: 56 de 64
Analizando con más profundidad la conformación del ranking y buscando en qué mediciones relativas Argentina se encuentra mejor calificado, vemos que lo es dentro del índice de Infraestructura, en los subíndices de Salud y Ambiente (43 de 64) y Educación (46 de 64).
Cada índice y subíndice, junto a sus nombres, indican por sí solos donde nos encontramos, la variedad y la magnitud de los cambios necesarios para progresar y alcanzar la felicidad
Siguiendo con el análisis, Argentina se encuentra en los últimos 3 lugares en, Inversiones Internacionales, Funcionamiento de las Instituciones, Legislación de Negocios, Productividad y Eficiencia, Finanzas, Prácticas de Management y en Actitudes y Valores Empresarios. Vemos que Argentina es igual de disruptiva tanto en el funcionamiento del Sector Público, como en el Sector Privado.
Si avanzamos un paso más, y miramos algunos subíndices de la medición Argentina es el peor país de la muestra (64 de 64) en Incentivos al Inversor, Mercado de Capitales ,Creación de Nuevos Negocios, Subsidios, Legislación para Desempleados ,Costo del Capital, Impuestos a las Personas Físicas, Leyes Laborales, Proteccionismo y Estabilidad Macroeconómica.
A riesgo de ser aburrido con tanta información, el país se encuentra en las anteúltimas 4 posiciones en Inflación, Flexibilidad de la Economía, Huida de Empresas, Formación de Capital, Crecimiento del PBI per Cápita, Comercio Internacional con relación al PBI, Estabilidad de la Moneda, Crédito y Servicios Bancarios, Imagen Exterior, Inversiones de Riesgo, Cultura Nacional, Satisfacción del Consumidor, Management Internacional Calificado, Mercados Bursátiles, Infraestructura de Distribución, Tecnología de las Comunicaciones, Infraestructura de Transporte, Infraestructura de Energía, Educación Primaria y Secundaria (¿se cae un mito?), Seguridad Cibernética, Desarrollo Tecnológico y Calidad de vida (¡se cae otro mito!).
Estos resultados son tan malos que paradójicamente nos permiten ser optimistas
Corresponde mencionar también donde Argentina sale bien rankeada. Vemos que tiene muy buenos términos de intercambio, que tiene diversificados sus mercados internacionales, que es un lugar barato para vivir, que tiene un buen crecimiento de la población, apertura inmigratoria, buen acceso a servicios, buena remuneración del management y en actividades de servicios, ausencia de temor ante el fracaso empresario, alta participación de las mujeres en mercado laboral, hay apertura de género, bajos costos de la energía y comunicaciones, buenas exportación de servicios tecnológicos, alto gasto en educación y baja polución.
vCada índice y subíndice, junto a sus nombres, indican por sí solos donde nos encontramos, la variedad y la magnitud de los cambios necesarios para progresar y alcanzar la felicidad. Estos resultados son tan malos que paradójicamente nos permiten ser optimistas. Todo debería ser mejor y aunque sean pocas y de a poco las mejoras serán exponenciales y de muy corto plazo.vv
El mundo intentó suicidarse de la mano de una clase política incapacitada para manejar la crisis. Consiguieron introducir el temor a la población para conseguir apoyo de sus funestas acciones y medidas
Como mencionábamos al comienzo, este es un año muy especial por la influencia de la pandemia y las cuarentenas establecidas. El mundo intentó suicidarse de la mano de una clase política incapacitada para manejar la crisis. Consiguieron introducir el temor a la población para conseguir apoyo de sus funestas acciones y medidas. Los pocos líderes mundiales que intentaron ser diferentes fueron acosados y acusados de insensibilidad e ineptitud. Hoy estamos viendo que eran los únicos iluminados.
Argentina, siguiendo una línea de conducta inalterable y consistente con los resultados del Ranking IMD de Competitividad Mundial 2021, según una medición de Bloomberg de 53 países calificando la reacción, las medidas y los resultados de las acciones de los gobiernos frente al COVID fue la peor calificada (53 de 53). La relación de la dureza y extensión de la cuarentena, vinculada a la cantidad, a muertes por habitantes,a la caída de la economía, pérdida de clases, etc., ¡fue la peor de las 53 gestiones estudiadas!
Estaremos votando próximamente nuevamente para elegir nuevas autoridades en todo el pais . Invito a todos a votar ideas y no personas y partidos. Repasemos lo descripto en este mensaje y las reformas necesarias que han llevado progreso y felicidad a otros países. Veamos que candidatos y partidos NO las han realizado en el pasado. Veamos quienes proponen hacerlas. Con las ideas del pasado somos el peor país del mundo de la medición , con excepción de Venezuela. ¿No valdrá la pena probar algo diferente? ¿Cuál puede ser el riesgo? Pensemos en los jóvenes y empresarios que se están yendo del país. Hagamos una diferencia con nuestro voto. Hagámoslo valer. No votemos el mal menor. Votemos el verdadero cambio y la verdadera esperanza. Necesitamos una nueva clase política y ciudadanos que hagan valer su opinión y su poder, y obliguen al cambio.
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