Receta K: lo que no se habla no existe

La periodista y conductora de televisión se refirió al silencio por parte del oficialismo respecto a distintos acontecimientos que trascendieron en las últimas horas

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Cristina Kirchner estuvo en Lomas
Cristina Kirchner estuvo en Lomas de Zamora (Luciano González)

El kirchnerismo volvió a una de sus viejas y favoritas recetas. Lo que no se habla no existe. Así pasaba con el Indec de Guillermo Moreno y con los índices de pobreza que eran como Alemania. ¿Se acuerdan? Ahora, en la campaña, deciden hacerse los desentendidos con asuntos varios.

¿Saben qué dijo hoy Cristina (Kirchner) de la decisión de Irán de ascender a ministro a uno de los acusados del atentado a la AMIA? Nada.

¿Saben qué dijo Alberto (Fernández) de la foto del cumpleaños de la primera dama en Olivos en plena cuarentena dura? Nada.

¿Saben qué dijo el ministro (de Economía) Martin Guzmán de la inflación que alcanzó este mes el 29% que él había calculado para todo el año en el presupuesto? Nada. ¿Y de la interanual, que es de un estremecedor 51,8%? Nada. ¿Y de los pobres que eso produce con cada décima de devaluación de la moneda? Nada.

La otra gran receta, la fórmula estelar que nunca se fue, es culpar a otro. Nadie afirma que Mauricio Macri dejó un jardín de rosas. Pero que Cristina Kirchner diga alegremente que la cuarentena eterna con la que fundieron a los argentinos no tiene nada que ver con los problemas económicos o que compare el impacto sufrido en Argentina con el que sufrió París, sólo comprueba hasta qué punto subestima la inteligencia y el padecimiento de la gente.

Primero, no lo dijo en cualquier lugar. Volvió a Lomas de Zamora, donde casi toman la municipalidad en una protesta y ninguno de los manifestantes mencionaba a Macri. Segundo, fue el Presidente que ella puso a dedo quien dijo que prefería “10 por ciento más de pobres que 100 mil muertos”, y vamos a superar con creces ambas marcas y ambos desastres.

Volvamos a esa foto en Olivos que negaron durante días, y por la que mediante trascendidos el que estaría enojado por su difusión imparable es el Presidente. En esos días de 2020 en que se tomó la foto, cuando muchos argentinos no podían despedir siquiera a sus seres queridos, Alberto Fernández gozaba de los mayores índices de popularidad que se recuerde en democracia porque la gente creía que los estaba cuidando. Y ahora sabemos que luego de poner cara de estadista para anunciar restricciones, el Presidente se burlaba de todos los argentinos con fiestas de cumpleaños en Olivos. Y resulta que el enojado es él. Presidente, no sobreactúe. Nadie escapa de su sombra. No intente tomarnos por estúpidos como hizo Cristina en Lomas.

Ya sabemos que no tienen logros para festejar en campaña. Al menos, procuren no quedar patéticos. Porque hacerse los giles mientras medio país es pobre es no entender lo que pasa en la calle. La frivolidad ante el dolor finalmente es una forma de crueldad.

El presidente Alberto Fernández
El presidente Alberto Fernández

Y también voy a volver al tema Irán, porque es muy grave. La Cancillería argentina, esta vez sí, emitió un comunicado donde expresa su enérgica condena a la designación del general Ahmad Vahidi, acusado por el atentado terrorista contra la AMIA, como ministro del Interior. Y la DAIA volvió a pedir que el Estado argentino reclame en todos los ámbitos internacionales que Irán colabore para que los imputados se presenten ante la justicia argentina.

¿Se entiende que el pacto con Irán firmado por Cristina Kirchner en 2013 le permitía al país acusado por el atentado eludir los estrados locales y llevar adelante una farsa jurídica en territorio iraní? ¿Se entiende que si eso no pasó es porque la decisión fue declarada inconstitucional, porque el parlamento iraní no lo aprobó y que en ese acuerdo el fiscal (Alberto) Nisman vio oscuras derivaciones que terminaron costándole la vida?

¿Se entiende que hoy Cristina está a punto de lograr que esa causa quede en la nada sin un juicio que compruebe su inocencia? Cristina quiere simular que su complicidad con Irán no existió, aunque pactó con ellos y lo anunció por cadena nacional. Con la designación de un acusado por el atentado a la AMIA, Irán se jacta de su impunidad. Y no sorprende la impunidad de Irán, lo que sigue sorprendiendo es que a la Argentina, mejor dicho a Cristina, se le haya ocurrido pactar con ellos. Y ¿saben qué? Nunca sabremos por qué.

* Editorial de Cristina Pérez en Confesiones en la noche por radio Mitre

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