Un insólito y laberíntico caso judicial por acoso y hostigamiento

Los años de ejercicio profesional de la abogacía y el análisis de los diversos casos que ocurren en nuestro país, en especial, no dejan de asombrarme en determinados asuntos por su contenido y proceso llevado a cabo al respecto.

En esta oportunidad, me voy a referir a un caso que se tramita ante la Justicia Provincial de Tucumán, más precisamente y conforme su sistema procesal, ante el Ministerio Público Fiscal, como parte cabeza investigativa de las denuncias penales que a su conocimiento llegan y que ha tenido amplia repercusión en diversos medios de provincia y nacionales.

Con fecha 24 de febrero próximo pasado, en horas de la tarde, la señora María Florencia Jotale Mora, una docente de 36 años, profesora particular de inglés a domicilio, según rezan sus avisos en redes sociales, formula una denuncia que corre bajo el número 0017363 ante la OVD - Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, que con fecha 18 de ese mismo mes dio clases on line a un joven que sufre de autismo, de 27 años, cuyo nombre se preserva al tener capacidades diferentes y lo vamos a denominar con las iniciales C.R.

C.R comenzó a insistir en llegar al domicilio de la profesora para alcanzarla el material con el cual se regían las clases y luego empezó a enviarle mensajes vía Whatsapp, que hicieron que se sienta intimidada.

En uno de los chats, el joven C.R le consultó sobre el costo de las clases y le contó que se había enterado que ella brindaba clases inglés por intermedio de otra profesora de dicho idioma, la cual durante 4 años le había dictado clases presenciales en su departamento sin inconvenientes y que por motivos personales se trasladó al exterior.

Luego de la denuncia antes mencionada, la cual claramente a mi entender no refleja intimidación, amenaza u hostigamiento alguno; el fiscal actuante Gerardo Salas, ordena a la policía provincial se instale una consigna permanente frente al domicilio de la denunciante.

Luego de ello notifica del hecho al denunciado y caratura la causa como lesiones leves a la salud mental. Reitero, un joven incapaz en términos judiciales por padecer de síndrome de Asperger ( autismo ) y su derecho a designar abogado defensor.

Ordena también la prohibición de acercamiento y contacto por 3 meses y traslada el seguimiento de dicha medida cautelar a la Justicia de familia en turno .

Enterado de lo sucedido, el padre del joven le solicita cortésmente disculpas si el tenor de los mensajes de su hijo la incomodaron y le da todas las garantías del tema, reiterándole que C.R no tiene problemas psiquiátricos sino autismo, lo cual no le impide estudiar lo que le gusta, que es el inglés.

Entre las diversas medidas de prueba practicadas se destaca la revisión de las cámaras de seguridad de la zona adyacente al domicilio de la denunciante, en la cual en ningún momento se observa la presencia del imputado, desde el inicio del vinculo de prestación de servicios docentes entre ellos hasta el momento de la radicación de la denuncia y luego de ella.

Los padres del denunciante antes referido, con el debido patrocinio jurídico, acompañaron los correspondientes informes médicos que acreditan debidamente el diagnóstico del cuadro antes referido: historia clínica, diferentes evaluaciones médicas practicadas -entre ellas de la Fundación INECO- y testimonios que indican que el joven C.R debido a su condición no puede ni está capacitado para deambular solo en la vía pública.

Luego de esto y como correlato de lo antes apuntado, y ante requisitoria del fiscal investigador, el Cuerpo Médico Forense de Tucumán, dictamina que el denunciado C.R no comprende ni dirige sus actos debido a la patología que presenta, como así también , no presenta peligrosidad para sí o para terceros.

Así las cosas y en una amplia y fundamentada resolución el agente fiscal Gerardo Salas, a tenor de lo antes referido, ordena el archivo de las actuaciones en contra del denunciado por no haber cometido delito alguno.

Para cerrar, de momento la descripción de este laberíntico caso, y ante la apelación de la víctima se ordena el desarchivo del proceso y la realización de una Junta Médica con presencia del denunciado con los consabidos riesgos que ello puede generar para el mismo, sumado al hecho que esta insólita y novelesca denuncia realizada dentro del marco de una supuesta Violencia de Género.

No abusar ni bastardear las normas de protección de las mujeres reales víctimas de este grave flagelo es deber de todos, en mérito y resguardo de los reales y graves damnificadas y sus familias.

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