La maternidad ya se contabiliza como un trabajo para poder jubilarse

En el 2021 se van a poder jubilar 155 mil madres que ya tienen 60 años, pero no llegan a tener la totalidad de años de aportes requeridos. ANSES implementa a partir del 1 de agosto el Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado

Las madres no son heroínas, aunque puedan disfrazarse y jugar para compartir con sus hijas e hijos (Getty Images)

El 30 de julio se abrió la posibilidad de acelerar el camino a la jubilación para las madres. En menos de una hora se sacaron 1500 turnos. El termómetro muestra que es una de las medidas de género que más interés generó en la población y que más esperan las que son madres y abuelas. Son muchas las que quieren anotarse para hacer valer las horas sin dormir y los días sin parar de cocinar para lograr acceder a una jubilación.

A partir del 4 de agosto las mujeres con hijas y/o hijas que tienen la edad para jubilarse (60 años o más), pero que no cuentan con los 30 años de aporte necesarios, (que son la mayoría ya que es muy difícil que las mujeres que tuvieron que parir, criar y cuidar hayan trabajado sin parar en empleos formales sin interrupciones durante tres décadas) van a poder solicitar un turno en www.anses.gob.ar para iniciar el trámite en la oficina de ANSES más cercana a su domicilio.

El Programa de Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado ya entró en vigencia y, a partir del 4 de agosto, en ANSES van a empezar a atender a las mujeres que vayan a consultar. Es importante que tengan (o gestionen) la partida de nacimiento de sus hijos e hijas porque ese documento se va a pedir sí o sí como una estrategia legal de revalidar el derecho a la identidad y mostrar como una escarapela el nacimiento de sus hijas e hijos.

"Valoramos el tiempo que las mujeres le dedicaron a las tareas de crianza", realza la titular del ANSES Fernanda Raverta.

Para llegar a ser atendidas tienen que clickear en donde dice “Asesoramiento por tareas de cuidado”. Es importante que hay que sacar un turno, ya que no hay atención espontánea. Y que previamente, se fijen en la página de ANSES si todos sus hijos e hijas están cargados en el sistema. Así no pierden tiempo si les falta completar algún dato.

“Con esta medida damos visibilidad y reparamos una desigualdad histórica y estructural, al reconocer y valorar el tiempo que las mujeres destinaron a la crianza de sus hijas e hijos. Así igualamos oportunidades y generamos condiciones para que, este año, más de 150 mil madres puedan jubilarse”, enmarcan desde ANSES.

Entre las 155 mil mujeres que tienen 60 años la gran mayoría no tiene completos los años de aportes. Hay una moratoria vigente que permite jubilarse y pagar por los años faltantes (pero esa posibilidad es hasta el 2003 y no antes) y eso limita, aún con moratoria, el acceso a un ingreso económico de muchas madres. Por eso, esta medida, es un puente de reconocimientos que va a permitir a todas esas mujeres acceder a la moratoria.

En menos de una hora en ANSES ya se pidiron 1500 turnos para ingresar al Reconocimeinto de Aportes por Tareas de Cuidado para mujeres de 60 años o más que necesitan jubilarse.

El reconocimiento computará 1 año de aportes por hijo o hija, 2 años por hijo o hija adoptado menor de edad (porque se busca reconocer el trabajo de quienes adoptan en muchos casos a niños grandes, con enfermedades o varios hermanitos), 2 años por hijo o hija con discapacidad y 3 años a quienes hayan accedido a una Asignación Universal por Hijo (AUH) por, al menos, 12 meses. La idea es contemplar las desigualdades en la maternidad.

En el caso del aumento del reconocimiento para los hijos que hayan estado incluidos en la AUH –que son 30.000 mujeres con edad de jubilarse en el 2021- es porque las mujeres pobres sufren mucho más las desigualdades, que otras mujeres de clase media y alta. Por ejemplo, tienen muchos más dificultades para salir a trabajar porque no tienen plata para niñeras o empleadas domésticas, mientras que las de mayores ingresos suelen recurrir a otras mujeres más pobres para que cuiden a sus hijos.

Además, de la exclusión de la pobreza, muchas trabajadoras domésticas o de casas particulares, niñeras, obreras o empleadas trabajan en la informalidad y con menos ingresos y no llegan a poder demostrar los años de aportes para jubilarse. Por eso, la igualdad no se sopla sino que se consigue con políticas públicas que puedan minimizar las diferencias y potenciar las oportunidades.

Jubilación para amas de casa

Si las mujeres tienen 60 años, 28 años de aporte y 2 hijos ya llegan a la meta requerida para jubilarse. En otros casos, con menos aportes, el empujón va a servir para acceder a la moratoria, en donde se pueden pagar los años no aportados, pero con un límite (hasta el 2003) y con esta nueva política se da el envión para que lleguen a alcanzar la meta del ingreso mínimo para vivir más y mejor.

Por eso el cálculo es que, en el 2021, se van a poder jubilar 155.000 madres. Y, si son más grandes de 60 años, también ingresan a este sistema, pero todavía con más fichas para lograr el objetivo jubilatorio: tienen medio año de excedente por cada año que pasan de la sexta década. Por ejemplo, si tienen 61 años se ganan seis meses y, si tienen 62, llegan a un año de excedente.

“La pandemia puso sobre la mesa las tareas de cuidado”, destaca Fernanda Raverta, la directora ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). “Nos atravesó a todos de una manera distinta la cantidad de horas para tener tu casa cuidada”, ejemplifica.

La titular de ANSES Fernanda Raverta cree que la valorizaciòn de la maternidad es clave para poder salir de la pandemia.

En pandemia muchos varones que no sabían lo que era lavar un plato se dieron cuenta que las tareas del hogar son un músculo infinito que no se termina nunca de mover. La computadora se puede apagar, pero la pileta nunca queda vacía (o nunca sin que enseguida haya que volver a cocinar y limpiar) y que ese trabajo en loop no se hace solo, sino que lo hacen –en su mayoría- mujeres. Y no un día, o una fase 1, sino toda una vida.

La directora ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) aseguró que el Programa de Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado es “una política novedosa pero con historia, con la lucha de las feministas y de las mujeres que se movilizan, que busca reconocer el trabajo de las mujeres que dedicaron años a cuidar de sus hijos”.

Se levantaron a preparar el desayuno. Se acostaron después de lavar los platos, de hacer la cena, de llevar a los chicos al colegio, de ir a buscarlos, de repartirlos por futbol, básquet y patín. Se levantaron cuando tenían fiebre, se preocuparon cuando no llegaban, se quedaron al lado hasta que terminaran los deberes.

Las que se pasaron la vida trabajando sin llamarlo home office, sino tareas del hogar, como si no fueran trabajo, sin uniforme, sin salario, sin otro reconocimiento que un beso o una licuadora para el día de la madre (y ni siquiera el aplauso por la comida que solo le llega formalmente al asador) y sin jubilación para poder descansar después de una vida de trabajo.

Es amor, es trabajo y es jubilación: las madres de 60 años cuentan con un año de aportes por cada hijo. La iniciativa de ANSES es la primera medida de su tipo en América Latina. Si fuera un curriculum sería inédito que además de decir estudios y experiencias laborales, ser mamá de Ana y de Juan, da puntos también para poder acceder a una jubilación.

La Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad bonaerense Estela Díaz y la titular de la ANSES Fernanda Raverta comunicaron la medida a referentes bonaerenses.

La medida es histórica porque empuja la posibilidad de poder contar con una cobertura a muchísimas mujeres. Pero, por sobre todo, porque es un reconocimiento público de las tareas de cuidado y el trabajo no remunerado que implica la maternidad. En América Latina solo en Uruguay hay un sistema público de cuidado (y en Costa Rica hay experiencias de nodos de cuidado).

Pero es un avance sustantivo de la consolidación de un sistema jubilatorio en donde la lactancia, la limpieza, la cocina y el acompañamiento materno no se van cuando se van los hijos, sino que se queda como un aporte social que se vuelve reconocido. El nido ya no está tan vacío, al menos hay reconocimiento.

En Argentina hay 3.7 millones de personas que no podrían estar jubiladas sin las moratorias jubilatorias que se conocieron como la jubilación para amas de casa. Ahora se podría reformular como jubilación para las madres trabajo completo. Ya que el 76% de las tareas del hogar las realizan mujeres y trabajan 6,4 horas por día en cuidar, criar, ordenar, cocinar y limpiar, según cifras del Indec.

La medida de ANSES busca reconocer que en Argentina el 76% de las tareas del hogar las realizan mujeres y que ellas trabajan 6,4 horas por día en cuidar y limpiar.

Un dato muy significativo es que, en contra del dicho, donde comen dos comen tres, para las mujeres tener más hijos es sinónimo de la expulsión laboral por el crecimiento de la demanda doméstica y las dificultades para encontrar personas o instituciones que puedan cuidarlos. Si los varones tienen 1 hijo cuentan –en promedio- 13 años de aporte, pero si tienen más hijos (hasta 6) no se les acumulan menos años de aportes porque aunque haya que cambiar más pañales, lavar más plato, cocinar en una olla más grande o dar más manos para cruzar la calle salen a trabajar igual.

En ese sentido, Paula Ferro, Directora General de Infancia, Juventudes, Género y Diversidad explica que las desigualdades maternas muestran que, a más hijos, las mujeres se quedan más excluidas del trabajo y más atrapadas dentro de la casa (con una estructura de cuidados, horarios y cargas que no les permiten irse, ni tener plata para pagar quién cuide a sus hijos). Y, por lo tanto, con menos aportes para lograr jubilarse.

El 77% de las mujeres que están jubiladas lo pudieron hacer gracias a las moratorias. Y eso incidió positivamente en que las personas mayores, en edad de jubilarse –las más vulnerables frente a la pandemia- estuvieron mayoritariamente protegidas (en el 94%) con la jubilación.

El 77% de las mujeres que están jubiladas lo pudieron hacer gracias a las moratorias.

Por ahora, la medida se saca por DNU, pero lo mejor es que sea ratificada y ampliada como ley en el Congreso de la Nación así queda como una política pública a largo plazo. Por supuesto, se puede mejorar y asegurar más allá de los cambios electorales. Además otra variable imprescindible es que los meses en los que se toman licencia por maternidad no queden descontados de los aportes jubilatorios.

La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, destacó, en un acto de presentación a referentes bonaerenses que “es un hito clave en el camino de reconocer todo el aporte que significa a la sociedad, a las comunidades y a las propias personas el cuidar, el tener hijas, hijos y lo que eso implica en los trayectos laborales. Es una ampliación de derechos para las mujeres que siempre han sido relegadas en el tema del trabajo”.

Estela Díaz, la Ministra de las Mujeres bonaerense, destacó: "Es un hito clave en el camino de reconocer todo el aporte que significa el tener hijos".

La Directora del ANSES que promociona esta medida, Fernanda Raverta, se define como una militante de la maternidad. Tiene 44 años y fue mamá, por primera vez, a los 23 años. “Disfruté mucho el ejercicio de la maternidad cuando mis hijas eran chicas”, resalta. Ella decidió ser madre, estudió con dos hijas y se recibió de Licenciada en Trabajo Social , en el complicado 2001. Por lo que crio, trabajo y estudio simultáneamente. Su llegada a la función publica no olvida, ni los sacrificios, ni la felicidad de crecer junto al crecimiento de los hijos e hijas.

“Siempre pensé que el ejercicio de la maternidad tenía que ser reivindicado”, resalta. Y pone en eje la amorosidad como batalla. “La ternura, que confronta con la crueldad, nos va a hacer superar la oscuridad y cualquier tipo de problemas”, apuesta. La maternidad no es solo amor, es trabajo. Pero no es solo trabajo, también es amor.

El reconocimiento de las tareas de cuidado pone un poco (aunque falta) más en eje la balanza entre que el amor no escurra los reconocimientos legales y que los reconocimientos no disuelvan la entrega que excede cualquier jornada laboral.

Pero, además, Raverta destaca otra característica de la maternidad que pondera: el anhelo de superación. “La maternidad es como haces que tus hijos y tus hijas tengan más que vos, no sufran lo que vos sufriste, que te mejoren y de alguna manera, en ese anhelo, está la clave de pensar una Argentina distinta”, enmarca.

La titular de la Anses, Fernanda Raverta destacó que, en el 2021, se van a poder jubilar 155.000 mujeres de 60 años gracias al reconocimiento de las tareas de cuidado.

Ella acunaba con el grupo Promusica de Rosario y les leía a sus hijas “Un elefante ocupa mucho espacio”, “Manuelita” o “La Princesa Sukimuki”, de María Elena Walsh como forma de enseñar a afrontar la realidad entre la imaginación y la filosofía. El deseo de superación también es de protección: “Pretendo que no tengan que atravesar lo que atravesamos nosotros”.

Pero también de un amor sin medida y con más medidas para que la crianza sea parte de un mundo con cooperación y cambios. “Siempre quiero que mis hijas me superen y lo logran. Soy fanática de mis hijas -valoriza Raverta-. Ellas son la revolución de las hijas totales”.

Otro punto que destaca Raverta es que el objetivo en ANSES es universalizar derechos. O que todas las que tienen condiciones para acceder a una prestación puedan hacerlo y cada vez sean menos las que se quedan en el camino.

En octubre del 2020 había 723.000 niños y niñas que tenían condiciones para cobrar la AUH pero no llegaban a lograr entrar en el trámite. La máquina de impedir de la burocracia o la falta de impulso de algunas madres en condiciones más vulnerables (para presentar la libreta sanitaria y escolar) las dejaba en el camino. Ahora, de esos 723.000, en menos de un año, ya hay 450.000 que tienen el alta para cobrar la asignación.

La condición para tener la AUH es que vaya a la escuela (una disposición más compleja de verificar con la pandemia y la virtualidad) y que esté controlado en su salud. Pero si hay niños que están descuidados no se puede acrecentar el desamparo, sino darles la AUH y derivar los casos a las jurisdicciones para que puedan controlar que estén cuidados.

En octubre del 2020 había 723.000 niños y niñas que tenían condiciones para cobrar la AUH pero no llegaban a lograr entrar en el trámite. En menos de un año ya hay 450.000 que tienen el alta para cobrar la asignación.

Otro factor que expulsaba es que el promedio de hijos de personas que cobran la AUH es de 1.7 hijos. Pero una disposición decía que se puede dar hasta el quinto hijo, mientras que por herencia del machismo en la idea del premio al séptimo hijo varón (que ahora se da más allá del género) la AUH cubría hasta el quinto y la otra asignación a partir del séptimo, pero los quintos se quedaban afuera. Había 26.000 nenes que eran sexto hijo y quedaban afuera de la AUH que ahora fueron ingresados.

La idea es que los chicos no se queden afuera de las herramientas del Estado para ayudarlos a crecer y que las que trabajan todos los días para que crezcan también puedan ser reconocidas en ese trabajo diario. Un país en el que el cuidado garpa.

Más información: www.anses.gob.ar

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