El desempleo juvenil es uno de los principales desafíos estructurales del país, el cual se vio agravado por la crisis económica de 2018-19 y la pandemia. Las personas menores de 30 años explican alrededor de la mitad de la población desocupada de Argentina. En esta franja etaria, la tasa de desocupación es mayor que en cualquier otra. Desde 2016, desempleo juvenil superó cómodamente el 15% en todos los años y es todavía mayor en las mujeres.
La pandemia empeoró las brechas de género en materia de empleo: mientras que los varones (tanto jóvenes como de 30 años y más) tuvieron en el primer trimestre del año una tasa de desocupación inferior a la del primer trimestre de 2020, en las mujeres de todas las franjas etarias se produjo un incremento de la desocupación. En el primer trimestre de 2021, la tasa de desocupación en mujeres menores de 30 años alcanzó el 24,9%, casi 8 puntos más alta que la de los varones de la misma franja etaria (17,0%). Una de las razones detrás de ello tiene que ver con que los motores de la recuperación económica han sido actividades masculinizadas, como la industria y la construcción.
Es en este contexto que desde los ministerios de Desarrollo Productivo y de Trabajo, coordinados por la Jefatura de Gabinete de Ministros, hemos diseñado el programa “Te Sumo - Jóvenes en PyMEs”, y por medio del cual buscamos que 50.000 jóvenes de entre 18 y 24 años con estudios secundarios completos accedan a un empleo formal en pequeñas y medianas empresas de Argentina. Para ello, el Estado implementará incentivos económicos contundentes para las PyMEs que contraten jóvenes, incorporando una mirada integral que incorpore el entrenamiento laboral.
Te Sumo – Jóvenes en PYMES empieza hoy
El programa comienza su fase de implementación en el día de hoy y consta de dos líneas estratégicas: el entrenamiento laboral y la contratación laboral. La línea de entrenamiento laboral brinda a los jóvenes una formación y una primera experiencia de sociabilización laboral, y al mismo tiempo permite a las empresas capacitarlos en función de sus necesidades y requerimientos. La contraprestación por esta capacitación es de 15.000 pesos mensuales. La carga horaria es de 4 horas diarias y la duración es de hasta 6 meses. Aquí, el Estado cubrirá el 100% del monto en las microempresas y el 80% en empresas pequeñas y medianas.
En la línea de contratación laboral, el Estado cubrirá más de la mitad del salario inicial (según el tamaño y el sector de la empresa), junto a los aportes personales y las contribuciones patronales durante el primer año. El Estado cubrirá entre $21.500 y $31.000 en los primeros 9 meses desde el inicio de la contratación, y luego entre $10.000 y $13.000 en los siguientes tres meses. Como veíamos previamente, el desempleo juvenil es más intenso en el caso de mujeres. Por tal motivo, el incentivo económico a la contratación de mujeres será más fuerte que en el caso de los varones. La máxima asistencia se dará en microempresas que contraten mujeres y diversidades ($31.000 por mes en los primeros 9 meses).
Las PYMES que contraten jóvenes gozarán de reducción de contribuciones patronales en los doce meses siguientes a la contratación. La rebaja de contribuciones será del 90% cuando se contraten varones y del 95% cuando se contraten mujeres y diversidades.
¿Cómo funciona? Las PyMEs se registran en la web de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, en tanto que los jóvenes se registran en la oficina de empleo del Ministerio de Trabajo.
Veamos algunos ejemplos. Imaginemos una joven de 19 años que es contactada a través de este mecanismo por una microempresa metalúrgica. Supongamos que en los primeros seis meses ingresa en la modalidad de entrenamiento laboral. Como se trata de una microempresa, el Estado paga los $15.000, por jornadas de 4 horas diarias. Supongamos que al séptimo mes la empresa decide contratarla, y que el sueldo básico de bolsillo es de $50.000 (lo que equivale a un sueldo bruto de $60.241 y a un sueldo “doble” bruto -esto es, con contribuciones patronales- de $73.438). Al ser una microempresa y una mujer la contratada, el Estado en este caso cubriría $40.104 en los primeros 9 meses ($31.000 del salario y $9.104 de contribuciones) desde la contratación, lo que equivale al 55% del costo laboral total. En los siguientes tres meses, la asistencia del Estado termina siendo de $22.104 por mes ($13.000 del sueldo más $9.104 de las contribuciones patronales).
Veamos un segundo ejemplo, de un joven de 23 años que ingresa al programa para trabajar en un pequeño comercio. Supongamos que el joven ingresa en la modalidad de entrenamiento laboral por tres meses. Como se trata de una pequeña empresa, el Estado aporta $12.000 por jornadas de 4 horas diarias (y la empresa aporta otros $3.000). Supongamos que al cuarto mes la empresa decide contratarlo, y que el sueldo básico de bolsillo es de $40.000 (lo que equivale a un sueldo bruto de $48.193 y a un “doble” bruto de $58.498). En este caso, el Estado aporta $30.673 en los primeros nueve meses (la asistencia es menor que en el caso anterior ya que se trata de una pequeña empresa y, además, la asistencia es mayor cuando se contratan mujeres), lo que equivale al 52% del costo laboral total. En los últimos tres meses, la asistencia se reduce a $16.673 ($10.000 del sueldo más $6.673 de las contribuciones patronales).
Esta política apunta a incorporar a 50.000 jóvenes en el mercado laboral en una primera etapa. Empleo formal, con entrenamiento e inclusión plena en derechos laborales, para dar respuesta al desafío concreto de sumar chicas y chicos en el mercado laboral e incorporando una perspectiva que reconoce las brechas de género y se propone reducirlas con mayores incentivos.
El mercado laboral se está recuperando. El empleo formal en el sector privado registró 6 meses consecutivos de creación de empleo en la medición desestacionalizada, donde destaca la heterogeneidad: desde agosto del año pasado hasta abril de este año, 11 sectores crearon 146.000 puestos de trabajo (destacando la construcción, la industria y los servicios empresariales) mientras que los sectores más golpeados por la pandemia (turismo y otros servicios) sufrieron la reducción de 20.000 empleos. El avance de la vacunación y las medidas sanitarias permitirán recuperar a los sectores golpeados por la pandemia a esta etapa de recuperación laboral. En este marco, el Plan Te Sumo – Jóvenes en PYMES será un aporte para que la reactivación impacte positivamente en la inclusión laboral de los jóvenes.
SEGUIR LEYENDO: