Cristina Kirchner lanzó la campaña del Frente de Todos con un guiño al FMI mientras la oposición acapara la centralidad

Anoche, el 70 por ciento de los cargos electivos quedaron definidos sin necesidad de urnas. Los cierres de listas tienen esa dinámica. Mientras tanto, en el debut de las campañas, Juntos por el Cambio acapara la mayor atención gracias a la interna bonaerense y en el oficialismo la Vicepresidente da señales para calmar los mercados

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Alberto Fernández y Cristina Kirchner
Alberto Fernández y Cristina Kirchner presentan a los candidatos del Frente de Todos

Es uno de los momentos más endogámicos y adrenalínicos de la política. La noche en la que las traiciones y las injusticias están a la orden del día. En el cierre de listas los políticos no necesitan de los votantes. Se miran el ombligo, se miden entre ellos y ejercen —como nunca— el poder de la corporación.

Anoche, sin que ningún argentino haya depositado aún su voto en las urnas, el 70% de los cargos electivos del país ya fueron definidos. El margen de maniobra que la democracia imperfecta le deja a la ciudadanía es tan escaso como mágico. Porque ahora viene la puja por el 30% restante. Y ahí empiezan los imponderables por los cuales esa misma casta privilegiada dejará la vida en los próximos cuatro meses.

Victoria Tolosa Paz, Diego Santilli, Daniel Gollán, Facundo Manes, Leandro Santoro y Maria Eugenia Vidal ya son diputados nacionales con mandato desde diciembre de este año hasta el 2023. Lo lograron a sola firma. Cuando estamparon sus nombres en la primera línea de las listas que cada uno de sus partidos presentó anoche ante la Justicia Electoral. No coinciden ideológicamente. Pero sí en cantidad de horas de vuelo en el prime time televisivo de los últimos meses.

La Alianza gobernante nacional priorizó la unidad por sobre todas las cosas. Se nota en el tejido artesanal entre los lugares expectantes y en un tempranero cierre sin mayores sorpresas que, a diferencia de los anteriores, los encontró a casi todos en sus casas pasada la medianoche.

El Presidente eligió las dos cabezas de lista. En Capital y en Provincia. Y se plantó ante el intento de promover para remover a su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. ¿Un tan tardío como esperado golpe de fusta del Presidente o una concesión inteligente de Cristina a cambio de la lapicera para el resto de los lugares?

Hay quienes sólo por esa señal ya empiezan a entusiasmarse con “otro Alberto” (sic). Y hasta hay quien se anima a ensayar la palabra reelección que ayer fue pronunciada por primera vez en público, aquí en Infobae, por Eduardo Valdés.

Oportuna señal de supervivencia porque Fernández se encaminaba a ser el primer Presidente en ni siquiera anhelar un segundo mandato. Como si el poder le quemara.

El resto de los aliados obtuvieron cada uno su parte con preeminencia lógica del Instituto Patria y de la Cámpora. Fiel a su estilo, Máximo Kirchner priorizó custodiar personalmente las listas hasta en el pueblo más recóndito desde su despacho en el Congreso, y faltó a la foto del lanzamiento de los candidatos en Escobar.

Hasta allí fueron los demás. Alberto, Cristina, un irreconocible Sergio Massa (primera vez que no compite personalmente). Para variar, fue Cristina la que sentó las bases estratégicas. Lejos de un discurso de barricada, usó ese escenario con un objetivo concreto: autorizar en público a Martín Guzmán a usar los DEG (Derechos Especiales de Giro) del FMI para evitar que el país caiga en default y, por ende, calmar los agitados mercados de los últimos días.

CFK sabe que dar señales de tranquilidad es fundamental hoy. Las discusiones técnicas con el FMI avanzan. Sergio Chodos está instalado en Washington (se convirtió en roomate de Marcelo Barg, el representante argentino ante el Banco Mundial). Y los planetas no parecen estar tan desalineados. Soñar con cerrar un acuerdo con el FMI antes de las elecciones no parecería hoy tan descabellado. En modo campaña, Cristina empezó claramente a flexibilizar sus posturas.

En el medio, también propone involucrar a la oposición. En sus últimos discursos públicos la vicepresidenta insiste en discutir y pensar entre todos el día después. Llevar una comitiva pluripartidaria de legisladores a hablar con el FMI en medio de la campaña electoral es una idea tan temeraria como efectista que se elucubra en algunos despachos.

En un contexto de pobreza y pandemia, en el que los oficialismos del mundo mayoritariamente perdieron las elecciones, el Frente de Todos juega mas de punto que de banca. Por lo que se insinuó ayer, si bien la campaña aún suena desordenada y poco profesional (no se supo hasta último momento si se haría la presentación de candidatos o no, nadie les dijo a los cuatro elegidos qué linea discursiva seguir, etc., etc., etc.), la idea es intentar moderar la grieta. El que mejor encarnó ese rol fue el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, segundo en la lista por la provincia de Buenos Aires. Apacible, conciliador y poseedor de los mejores argumentos por el manejo oficial de la pandemia, se convirtió anoche en la revelación del raid televisivo que tuvieron todos los candidatos.

En la oposición mientras tanto, la apuesta es a la centralidad de la opinión pública. Diego Santilli corre con el caballo del comisario por estructura política y financiera y por haber logrado a último momento sumar al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, a sus filas.

Pero nadie sabe aún a ciencia cierta qué reacción tendrá el electorado ante la figura más innovadora de los últimos tiempos. Si bien atrás de Facundo Manes hay básicamente un acuerdo político (con personajes tan extraños como el ex intendente Jesús Cariglino que lejos está de representar lo nuevo), el neurocirujano puede captar, además del público radical tradicional del interior, a un sector desencantado con todo lo previo.

De acá a octubre está claro que lo divertido va a ser la interna de Juntos en Provincia. Para encontrar algo parecido en el oficialismo hay que ir a Santa Fe donde Omar Perotti se enfrenta a su vicegobernadora (y al Chivo Rossi, kirchnerismo paladar negro) o a Hurlingham donde la Cámpora le armó lista en contra al intendente Juanchi Zavaleta por falta de acuerdo a último momento.

Bonus track 1

Juan Grabois protestó en publico por el armado de listas en el Frente de Todos. Sus candidatos no encontraron lugar con chances en las listas y en general los movimientos sociales se sintieron relegados. Pero una formula con reminiscencias del histórico pacto de la izquierda en que los diputados dividen su mandato y renuncian a los dos años para darle paso al siguiente en la lista se está impulsando en el oficialismo. La inclusión de Sergio Palazzo de la Bancaria fue a cambio de que una diputada de su agrupación renuncie en diciembre y así ingrese una candidata de Grabois que quedó afuera en la elección del 2019.

Bonus Track 2

La mayoría de los candidatos tienen hoy día libre menos Diego Santilli quien hará dos por uno. A las diez de la mañana estará haciendo de espectador en el autódromo de San Nicolás donde corre su hijo Nicanor en el Tope Race Junior. Después se sumará a la peregrinación a la Catedral local donde se festeja el día de la Virgen de San Nicolás.

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