Si bien el concepto de Inteligencia Artificial (IA) existe desde hace más de sesenta años, hoy en día, con el fenomenal avance de la tecnología, big data y la capacidad de procesamiento de grandes volúmenes de información, las aplicaciones de este campo han ido incrementándose considerablemente, generando un impacto cada vez más directo en la economía real. Frente a este escenario, invertir en este sector sería una oportunidad más que interesante, con un gran potencial de cara al futuro.
La inteligencia artificial es una de las tecnologías más importante del siglo XXI. De hecho, según uno de los últimos informes del Foro Económico Mundial, se proyecta que para 2022 se crearán 21 millones de nuevos puestos de trabajos en el sector de datos e inteligencia artificial. Equivalente a toda la fuerza laboral argentina. Por lo tanto, es importante entender cuáles son los alcances de la misma, así como también las empresas que lideran esta industria.
Conceptualmente, la IA se puede definir como la constelación de tecnologías que trabajan juntas para permitir que las máquinas sientan, comprendan, actúen y aprendan con niveles de inteligencia similares a los seres humanos e inclusive esperando que lo realicen de forma más avanzada y eficiente.
Según el Foro Económico Mundial, se proyecta que para 2022 se crearán 21 millones de nuevos puestos de trabajos en el sector de datos e inteligencia artificial
Ahora bien, para hablar sobre inversiones en IA se debe tener en cuenta que el desarrollo de esta tecnología es costoso y los mejores investigadores de IA son escasos. Además, la inversión inicial necesaria es muy importante por lo que queda cada vez más reducida a las grandes corporaciones o los estados. En efecto, China ha entendido la importancia de la IA, y lo está tomando como estratégico para el Estado invirtiendo más de USD 150.000 millones en su desarrollo. Por otro lado, Estados Unidos avanza en la aplicación de esta tecnología de forma indirecta, a través de sus principales empresas, y se estima que, en conjunto, ya han invertido más de USD 55.000 millones desde 2015.
Entonces, ¿en qué nos convierte invertir y cómo hacerlo desde Argentina?
Existen dos tipos de empresas: las que desarrollan y venden IA como producto central y las que utilizan IA para complementar su cadena de valor. En este sentido, se destacan grandes compañías, tales como Amazon (AMZN), Baidu (BIDU), Google (GOOG), Netflix (NFLX) y John Deere (DE), que tienen buena parte de su negocio comprendido por la IA y, por lo tanto, con más posibilidades de que reciba grandes inversiones para su desarrollo. Las acciones de estas empresas pueden operarse tanto desde el mercado estadounidense, como desde el mercado local a través de sus respectivos Cedears.
Existen dos tipos de empresas: las que desarrollan y venden IA como producto central y las que utilizan IA para complementar su cadena de valor
Asimismo, existen otras empresas más pequeñas, en las cuales la IA se encuentra más cercana a su negocio central. Se destacan Quicklogic (QUIK), que utiliza IA para la detección cognitiva en diferentes tecnologías, como dispositivos relacionados al internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y drones principalmente. También existe Splunk (SPLK) que emplea el aprendizaje automático y la inteligencia artificial enfocado en Seguridad, IT y Negocios. Y, por último, cabe mencionar a Synopsys (SNPS), que posee una línea de productos de inteligencia artificial para microchips y software basados en silicio. Las acciones de estas 3 compañías no tienen operatoria local por lo que solamente en Estados Unidos se puede invertir en ellas.
Para terminar, también existe la posibilidad de invertir en sectores relacionados con inteligencia artificial, como un todo. A través del mercado estadounidense se puede acceder a ETFs (por la sigla Exchange Traded Funds), que son fondos de inversión que tienen la particularidad de cotizar la bolsa y que se encuentran conformados por múltiples activos. En este sentido, se destacan dos fondos: el ARK Autonomous Technology & Robotics ETF (ARKQ), que es un ETF de gestión activa que busca el crecimiento de capital de largo plazo, el cual se encuentra al menos un 80% invertido en renta variable de compañías tanto estadounidenses como internacionales dedicadas al desarrollo de tecnologías autónomas y de robótica. Y el ETF iShares Robotics and Artificial Intelligence Multisector (IRBO), que busca replicar los resultados de inversión del índice “Global Robotics and Artificial Intelligence Index”, compuesto por empresas de mercados desarrollados y emergentes cuyo beneficio principal se origina del desarrollo de tecnologías dentro del segmento de robótica e inteligencia artificial.
Es muy claro que el siguiente paso de la evolución va por este tipo de tecnologías, posicionarse en ellas a través de nuestras inversiones permitirá también una evolución en nuestro capital.
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