Una deuda con el planeta y el imprescindible compromiso empresario

El cuidado del medio ambiente ya no es una tarea secundaria en nuestra lista de objetivos. Con más de un año de experiencia sobre la vida del planeta en pandemia, no es necesario explicar ni recordar lo finito de los recursos naturales y la inmensa responsabilidad que nos corresponde gestionar al respecto.

Argentina no es la excepción en este aspecto. Con la promulgación de la nueva Ley de Educación Ambiental Integral, anunciada por el gobierno Nacional, estarán alcanzados por esta normativa todos los niveles y ámbitos, formales e informales, lo que sin duda es un gran paso en la relevancia que merece el tema. A la vez, esto nos recuerda lo crucial de la articulación entre todos los actores: además de los organismos estatales, es imprescindible la impronta sustentable principalmente en el accionar del sector privado, como así también en las organizaciones del tercer sector y la sociedad civil.

Es esencial reiterar que la cuenta regresiva de este reloj no tiene vuelta atrás. La plataforma “Overshoot Day” nos informa cada año cuál es la fecha en que la demanda humana de recursos y servicios naturales (huella ecológica) excede lo que la Tierra puede regenerar en ese año (biocapacidad). Para el ámbito nacional, no hay una buena noticia: antes de que finalice junio “agotamos” esas reservas y comenzamos a estar en deuda con el planeta en lo que respecta a 2021.

Es de destacar que esta prioritaria necesidad ya no se limita a los espacios de estudio sobre la temática. Por el contrario, se trata de una opinión efectivamente instalada: según un estudio de Kantar realizado este año, un 95% de las personas piensa que las empresas tienen responsabilidad en el cuidado del ambiente. En nuestro país, un 61% sostiene que son concretamente las empresas las que tienen que liderar el cuidado del medio ambiente y la comunidad, más allá de los aportes que cada ciudadano, como integrante de la sociedad civil, pueda realizar a través de -por ejemplo- la separación de residuos.

Desde Grupo Rotoplas trabajamos, a nivel global, guiados por un triple enfoque: forjar la innovación y el desarrollo, focalizar en el cliente y desarrollar soluciones con impacto ambiental y social positivo. Nuestro objetivo esencial es mejorar la calidad de vida a través de soluciones de agua de forma sustentable e implementamos esta idea como eje transversal a todas nuestras acciones productivas y comerciales.

El sector privado está adaptando sus procesos a la necesidad de un espectro industrial más sostenible, pero el saldo sobre esta materia continúa siendo negativo. Paralelamente, 9 de cada 10 consumidores se muestra consciente de los riesgos ambientales, aunque sólo 2 de cada 10 están convencidos de pagar más por un producto que sea sustentable.

Esta tendencia es parte de la premisa que todos los actores debemos contemplar: el compromiso con el cambio climático y el cuidado del medio ambiente son cuestiones que nos atañen a todos. La Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible funciona como guía de estos propósitos, pero está en nuestras manos convertirlos en prioridad.

En nuestro país, las consecuencias del cambio climático inciden en gran medida y de forma negativa en la economía y el bienestar de la población, de acuerdo con un completo informe del Banco Mundial con foco en el ejemplo de las seguías e inundaciones, cuya conclusión es tajante: si las estrategias frente a estos problemas no se adaptan al panorama que debemos priorizar sobre el medio ambiente, el PBI podría caer hasta un 5% en 2050, en comparación con un escenario contrafáctico sin cambio climático, y los ingresos fiscales podrían caer un 10%.

La implementación de La Ley de Educación Ambiental contribuye a la necesaria toma de conciencia sobre el cuidado del planeta, y en nuestro caso, el acceso universal al agua potable, segura y asequible para toda la población es un objetivo que nos interpela de forma directa y en primera persona. Nuestro compromiso, como grupo empresario dedicado a brindar soluciones para el agua, está asumido, y es excluyente la necesidad de que todos los rubros del sector privado se lo apropien en igual medida.

En este marco, recordamos desde nuestro lugar la necesidad urgente de tomar decisiones focalizadas en cuidar el agua, proteger el planeta y, de esta manera, la vida de sus habitantes.

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