“Es el cierre más tranquilo que recuerdo”, aseguró a Infobae uno de los hombres fuertes del peronismo en la ciudad de Buenos Aires. A una semana del límite para presentar las listas de candidatos, sobran las incógnitas pero ya hay algunos números puestos. Mientras el oficialismo concentra los cañones en la provincia de Buenos Aires -donde “se juega la elección”-, las expectativas en la capital son más modestas y las disputas internas no alcanzan tan alto voltaje.
Con un resultado que probablemente oscilará entre los 25 y los 30 puntos, el Frente de Todos podría sumar uno o dos diputados (renueva tres escaños y podrían entrar cuatro) y meter siete u ocho legisladores.
En política los gestos valen mucho y Leandro Santoro sumó dos apoyos difíciles de empardar en las últimas semanas. El 5 de julio, cuando todavía sobrevolaban las versiones sobre posibles postulantes, el legislador mostró con orgullo en sus redes sociales una foto con Alberto Fernández durante una reunión de trabajo (el Presidente también la replicó en su cuenta personal). Cinco días más tarde, remató con otra imagen junto a Mariano Recalde, máximo referente porteño de La Cámpora y hombre cercano a Cristina Kirchner.
El nombre de Santoro no genera rechazos dentro de la coalición ya que además de tener una relación de cercanía con el Presidente, suele recorrer los sets de televisión para defender la gestión donde sea que lo inviten. Y no sólo eso, tampoco duda en abogar por la vicepresidenta Cristina Kirchner ante las acusaciones de corrupción.
Sumado a la negativa de Matías Lammens a dejar el Ministerio de Turismo y Deporte para intentar repetir los buenos resultados de 2019, el legislador de origen radical casi no tiene competencia. Incluso desde el entorno del ex presidente de San Lorenzo también bendijeron su postulación: “Puede hablar en nombre del conjunto, es muy bueno comunicando, sobre todo con los que no están politizados”.
El tercer lugar de la lista de diputados nacionales también está asegurado. “Lo pidió Máximo, es un reconocimiento al buen laburo legislativo, sobre todo por el impuesto a las grandes fortunas”, confirmó un hombre al tanto de las negociaciones. Carlos Heller debe renovar su banca este año y salvo una catástrofe seguirá en el Congreso por un período más.
Para el segundo lugar la cuestión ya se vuelve más compleja. La ley de paridad de género prescribe que debe ser una mujer y la legisladora María Rosa Muiños parece correr con ventaja. Sin embargo, aunque cuenta con el respaldo del asesor presidencial y referente del peronismo porteño Juan Manuel Olmos y no puede renovar en la Legislatura porteña, las posibilidades están aún abiertas.
Algunas de las alternativas que se barajaron en el último tiempo van desde las diputadas Gisela Marziotta y Gabriela Cerruti, a la ministra de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini. La idea es buscar una candidata que complemente a Santoro también discursivamente.
Sin embargo, lo más probable es que Marziotta encabece la lista de legisladores porteños por el sector de Víctor Santa María, ya que su perfil “se enfoca más en la ciudad”. Al mismo tiempo, dentro del Frente reconocen que Nicolini tiene demasiado bajo nivel de conocimiento, que Cerruti no mostró interés por continuar en el Congreso, y que el hecho de haber sido la abogada de Milagro Sala le juega en contra a Gómez Alcorta en un distrito como la ciudad de Buenos Aires.
Para el cuarto lugar, posiblemente el último con posibilidades reales de entrar al Congreso, hay una disputa abierta. Los movimientos sociales, recientemente unificados, presionan para llenar el casillero con Carolina Brandariz. La legisladora Lorena Pokoik, que ya tiene dos mandatos y no puede renovar, también es una opción, al igual que su compañera de bancada Victoria Montenegro.
En la lista para legisladores negocian sus lugares el diputado porteño Juan Manuel Valdes, el economista Matías Tombolini -que cuenta con el respaldo de Sergio Massa-, el legislador Santiago Roberto; el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Gabriel Fuks; y la subsecretaria de Programación Federal y Articulación Legislativa del Ministerio de Seguridad, Silvia La Ruffa.
Durante los próximos días, en la mesa chica el Frente de Todos porteño, donde se sientan por Mariano Recalde de La Cámpora, Juan Manuel Olmos, por el NEP, y Víctor Santa María, de Peronismo por la Ciudad, seguirán midiendo fuerzas para llenar los casilleros en blanco. Con una ventaja, para no dejar heridos siempre existe la posibilidad de compensar con lugares dentro del gobierno nacional.
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