Escenarios de la economía argentina ante el desafío de un salto cambiario

Se debe salir de esta crisis con liderazgo político como en el año 2002 y con capitalismo solidario, dejando de lado las posturas ambiguas y críticas respecto a la economía de mercado. Estamos frente a una lógica de “vamos viendo” y no de transformación

Fachada del Banco Central (REUTERS/Agustin Marcarian)

El cepo (control de cambios) es distorsivo y compromete la inversión, pero pareciera que llegó para quedarse por un buen tiempo, dada la falta de confianza en la moneda doméstica. Se dice siempre que con 20% de brecha ya hay problemas serios. Hoy en día estamos conviviendo con una brecha del 70 por ciento.

Pensemos juntos como puede evolucionar el dólar paralelo en la economía argentina con todas las consecuencias que esto tiene para el comportamiento de las empresas. Sabemos que el dólar de julio cerca de 100 es razonable y sabemos también que va a crecer al 1% mensual contra una inflación minorista de 3,5% mensual. Este retraso cambiario será un tema conflictivo hacia fines de 2021, a las puertas de la elección de medio término.

La volatilidad del dólar “blue “es un síntoma más de problemas de fondo, con un cuadro de cuasi dolarización de hecho, reflejo de la inoperancia de la política económica de los últimos 50 años. Se estiman 400.000 millones de dólares de argentinos entre Nueva York y Suiza, y otros 170.000 millones de dólares entre cajas de seguridad y “colchón”, todo lo cual se deriva de la mala praxis de la política desde la década del 70.

Este retraso cambiario será un tema conflictivo hacia fines de 2021, a las puertas de la elección de medio término.

El Banco Central es quien recibe el “politrauma”, pero no es el responsable último. Es claro que el golpe mayor que origina las fracturas es la pandemia sumada a la falta de claridad en la gestión del Ejecutivo. La política es la clave, los economistas corren de atrás y suman al problema, pero no son su origen.

El dólar “blue” es el refugio natural ante una moneda que no funciona desde los años ´70, desde el Rodrigazo en 1975 se depreció en 14 ceros. El Banco Central perdió muchas reservas través del dólar ahorro y del turismo. Esa dinámica, junto al bajo nivel de activos externos de la autoridad monetaria, derivó en la profundización del cepo.

No se observa un programa económico de mediano plazo ni vocación por un ajuste real, aunque Guzmán haya puesto el cuerpo. Esto es comprensible dado el contexto de enorme recesión por la pandemia que nos llevó a tener un 50% de pobres. Sin medidas de fondo, también se posterga la recuperación genuina del consumo.

El ministro de Economía, Martín Guzmán (EFE/EPA/Juan Mabromata / POOL/Archivo)

Las proyecciones para el año 2021 registran una inflación de 55% y un rebote de la actividad del 5% después de una caída de 10% del año 2020. Es clave la negociación con el Fondo Monetario Internacional que puede ser un ancla de credibilidad junto a un plan de estabilización bien armado.

No obstante, hay escenarios alternativos. algunos utópicos, que se proyectan para el año 2022 con diferente probabilidad de ocurrencia:

a. Dolarización plena de la economía en medio de la crisis, modelo Ecuador 2000. Probabilidad casi cero.

b. Salto devaluatorio fuerte que licue el gasto público (Duhalde 2002). Puede ser más factible si la brecha supera el 100%.

c. Anulación del cepo y mercado de cambios normal. Significaría un nuevo mercado de cambios con un shock positivo a la confianza que alinee al círculo rojo como lo ocurrido con Cavallo–Menem en 1991, después de los desencuentros de 1989-1990 sin encontrar el rumbo y con dos hiperinflaciones acumuladas en el camino. Parece improbable, el cepo llegó para quedarse en el corto plazo.

d. Hiperinflación. Es muy improbable

Se estiman 400.000 millones de dólares de argentinos entre Nueva York y Suiza, y otros 170.000 millones de dólares entre cajas de seguridad y “colchón”

e. Mega inflación 200% en 2022, lejos del 29% proyectado en el presupuesto para 2021. No luce razonable. Elministro Martín Guzmán está cerrando el déficit fiscal

f. Descompresión del problema cambiario por tenencia de mayores reservas. Mayor oferta de dólares en lugar de mayor cepo. Propuesta de economistas como Martín Redrado de acrecentar reservas por adelanto de exportaciones.

g. Salto en las exportaciones a 90.000 millones de dólares a medio plazo. Condición del Presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce para pensar recién ahí en levantar el cepo.

h. Desdoblamiento cambiario. Lo hizo Domingo Cavallo en el BCRA en el año 1982.

En definitiva, se debe salir de esta crisis con liderazgo político como en el año 2002 y con capitalismo solidario, dejando de lado las posturas ambiguas y críticas respecto a la economía de mercado. Estamos frente a una lógica de “vamos viendo” y no de transformación. Falta grandeza para encarar reformas que impulsen el bienestar genuino de la sociedad para dejar atrás los vientos de sirena del populismo.

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