El papa Francisco pide por los empresarios a Enrique Shaw

El empresario católico unió su tarea comercial y pastoral para cambiar el mundo que le tocó. Recientemente, Su Santidad lo designó “venerable” en el marco del proceso de su beatificación

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Enrique Shaw
Enrique Shaw

“Pido a Enrique Shaw que los acompañe en este encuentro y que los haga progresar”. Papa Francisco.

¿Quién fue Enrique Shaw?

Hijo de argentinos que se encontraban en París, Enrique nació el 26 de febrero de 1921 y a los pocos meses de edad fue traído a Buenos Aires. De un hogar cristiano fue alumno del colegio “La Salle” y tuvo una notable vida espiritual. Estudió en la Escuela Naval Militar de Río Santiago y a los 22 años se casó con Cecilia Bunge, tuvo 9 hijos e ingresó al mundo empresarial. Shaw llegó a ser Director Delegado en la firma Cristalerías Rigolleau radicada en el conurbano y fundada a fines del siglo XIX como una “pequeña empresa” por un inmigrante francés. Para el tiempo en que Enrique se incorporó ya era un emporio en la producción de frascos y productos de cristal contando con 1.500 trabajadores. Shaw en la Acción Católica y en el Movimiento Familiar Cristiano conoció al sacerdote y futuro cardenal belga Joseph Cardijn fundador de la Juventud Obrera Cristiana e introductor de una nueva metodología en la praxis de la Iglesia sintetizada en los términos “Ver-juzgar-actuar-celebrar” adoptada por la DSI y puesta en práctica por Enrique en su incesante acción pastoral. De regreso a Buenos Aires fundó la actual Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y promovió el ingreso de esa entidad a la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa. En particular tuvo una relación fraternal con los trabajadores de quienes recibió innumerables muestras de amistad. Falleció en el año 1962 en plena juventud poco después de publicar su obra “…y Dominad la tierra”. Recientemente el Papa Francisco lo designó “venerable” en el marco del proceso de su beatificación.

Decía el Papa Francisco que “Jesús funda la Iglesia con aires de una amistad, como un acto de amor, como un gesto de compasión por nuestra condición frágil y limitada…Y al encarnarse…-proseguía diciendo Francisco en el discurso dirigido a un grupo de políticos el 4 de marzo de 2019 -abraza nuestra humanidad, abraza a nuestro “yo”, a veces egoísta, tantas veces temeroso, para regalarnos lo que tenemos, nuestros dones…” (del latín “dônum”) es decir, talentos materiales como el dinero e inmateriales como las vocaciones, capacidades y aptitudes, la pasión por hacer y servir.

“Gracias a ello -prosigue diciendo S.S.- cada vez que decimos ‘yo’ podemos decir ‘nosotros’ (porque) somos comunidad... tenemos un ‘amigo’ que nos sostiene...”.

Políticos y empresarios para transformar el mundo

¿Por qué recordamos estas palabras de Francisco al referirnos a los empresarios si están destinadas a los políticos? Porque empresarios y políticos tienen el mismo destino de servir a la comunidad y transformar el mundo. Los verdaderos empresarios no agotan sus propósitos en el logro de la excelencia del lucro, por supuesto que la ganancia es uno de los motores fundamentales, pero también y al mismo tiempo los impulsa una fuerte responsabilidad social y voluntad transformadora enderezada al bien de todos los que forman parte de las empresas y de las comunidades a las que sirven.

Y este fue el ejemplo de Enrique Shaw quien dirigía un emporio, tuvo una relación de amistad con los trabajadores y compartió con ellos los talentos que Dios le dio. Unió su tarea empresaria y pastoral para cambiar el mundo que le tocó.

¿Qué hacer con los talentos recibidos?

Francisco envió esta semana un video mensaje a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (Argentina) con ocasión de su XXIV Encuentro Anual, coincidiendo con el centenario del nacimiento del siervo de Dios Enrique Shaw a quien le pide por ellos. Y en esa ocasión nos recuerda la parábola de los talentos (Mateo 25, 14-30), relato en el que el dueño de una finca que se ausenta por un tiempo deja 5 talentos a un trabajador, 2 a otro y 1 a un tercero para que los hagan fructificar premiando a su regreso a los que duplicaron su valor y no así al que -por pereza o temor al riesgo- lo escondió y lo conservó.

La vocación o el llamado a ser empresario

En el desenvolvimiento de los dones recibidos en comunidad el sentido de ese desenvolvimiento consiste en actuarlos y compartirlos y este actuar y compartir tiene una doble dimensión. La de un objetivo inmanente que será el de trabajar cada uno desde la posición que ocupa y un objetivo trascendente como es llegar a vivir en una gran amistad, una gran familia, una gran empresa y una gran nación.

Los tres consejos del Papa para una economía social exitosa

En su mensaje a los empresarios argentinos les explica la importancia de que “todos” construyan una comunidad justa, económicamente y socialmente: “sindicalistas y empresarios, trabajadores y dirigentes.

La economía debe ser social, mirar el bien común

Francisco lo dice claro: “En una sociedad donde haya un margen de pobreza muy grande, uno se tiene que preguntar cómo va la economía, si es justa, si es social o simplemente busca intereses personales…Lo esencial es que todos miremos por el bien común y se genere empleo, ¿como? “(hoy) con las pequeñas y medianas empresas”, dice el Papa.

No esconder la plata en los paraísos fiscales ¡invertir!

Los peores enemigos públicos son la fuga de capitales y la deuda externa. El Papa exhorta a “invertir en el bien común y no esconder la plata (dinero) en los paraísos fiscales”. También a “saber invertir” y “no esconder”, pues – dice – “uno esconde cuando no tiene la conciencia limpia... Cuando nos escondemos es porque algo está funcionando mal”. Y también pide “invertir” porque la inversión “es dar vida, es crear”.

La práctica denominada “fuga de capitales”, significa las maniobras criminales de empresarios, funcionarios, profesionales y “vivos” que sacan el dinero y lo guardan en el exterior. Gran patología histórica de nuestro país. Es la traición a la confianza del pueblo de la Patria que necesita la inversión de esos “talentos” para multiplicarlos.

Nunca traicionar la confianza

En tercer lugar el Papa en el coloquio con los empresarios cristianos de Argentina dijo :”es muy importante la “confianza social” para que la economía vaya viento en popa” -y explicó –”a veces en esos grandes acuerdos de grandes empresas o grandes inversores (y representantes gubernamentales, agregamos) están todos alrededor de la mesa, después de horas hacen el acuerdo, lo firman, y en el momento que están brindando por el acuerdo, éste que está del lado de la mesa con aquél que está allá hacen uno “por debajo de la mesa”. No! nunca traicionar la confianza”.

El empresario argentino y latinoamericano hacia un mercado único

La traición de la confianza a los pueblos latinoamericanos es la razón por la cual nuestro subcontinente no es una gran nación, esa posible gran nación no es uno de los cinco mercados más grandes del mundo. Sus empresas, no son -salvo contadas excepciones -poderosas y sus productos se diseminan por los siete continentes con altísimos costos de producción, de transporte y de aranceles.

De las breves palabras del discurso a los empresarios cristianos y el análogo dirigido a los políticos cristianos del Papa cristiano, en un subcontinente mayoritariamente cristiano, nos permitimos interpretar también tres políticas que son todo un programa geopolítico y estratégico: 1) la democratización, no permitiendo regímenes oligárquicos (como Colombia) y/o autocráticos (como Venezuela); 2) la industrialización, que rompa con el modelo “agro minero exportador” y conduzca la transición hacia una sociedad latinoamericana industrial; y 3) la integración, que intente revertir el proceso de fragmentación de las sociedad latinoamericana y proyecte la producción de cada país a la región, dándoles a las empresas que hoy cuentan con un mercado limitado, el paso fundamental para su crecimiento y para la producción en escala.

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