En vez de enojarse, en el Gobierno deberían pedir perdón por las vacunas de Pfizer que se perdieron

La periodista y conductora sostuvo que el gobierno nacional se refugia en el enojo y la confusión para evitar dar explicaciones por el faltante de vacunas

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En vez de enojarse, en el Gobierno deberían pedir perdón por las vacunas de Pfizer que se perdieron. Es increíble realmente que las autoridades se ofusquen cuando les piden explicaciones porque el problema de fondo excede incluso a la negociación con el laboratorio norteamericano.

Más del 85% de los pacientes en terapia intensiva no estaban vacunados. Esto es un estudio de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva. Es decir, si esas personas hubieran tenido una vacuna, probablemente no llegaban a terapia intensiva. Por lo tanto, no hubieran sido un caso grave. Por lo tanto, no corrían riesgo de muerte. Por lo tanto, no saturaban el sistema sanitario.

Se calcula que el 65% de los que llegan a terapia intensiva no logran sobrevivir a la enfermedad. Por eso son importantes las vacunas. Y las vacunas no llegaron. Si se hubiera vacunado en tiempo y forma, obviamente estas personas no habrían corrido riesgo de vida como lo están corriendo hoy y tal vez no hubiera sido necesario volver a fase 1.

Lo de Pfizer siempre estuvo bajo un marco de sospechas porque fue la primera vacuna en aprobarse, dijeron que iba a comenzar a inocularse al mismo tiempo que en los Estados Unidos, se hizo una prueba de desarrollo en Argentina con 6.000 voluntarios y luego nada. Nada de nada. Y las explicaciones por momentos son delirantes.

Que pidieron los glaciares, que no pidieron los glaciares. Que nos pidieron cosas violentas, que no nos pidieron cosas violentas. Que los que nos pidieron fue indigno pero en ese momento era indigno y no lo denunciamos. Que la palabra “negligencia”, pero por qué no la sacamos. Por momentos, la sensación es que quisieron que fracase esa negociación.

Eso se va a investigar pero la cuestión de Pfizer adquirió doble relevancia por otro problema y es lo que el Gobierno quiere tapar con su ofuscación. En febrero de este año, el entonces ministro de Salud Ginés González García dijo que en julio íbamos a tener inmunidad de rebaño porque había garantizadas 60 millones de vacunas. Para alcanzar la inmunidad de rebaño, hacen falta más del 70% de personas con dos dosis. ¿Saben cuántas personas hay con dos dosis en el país? 6%. Y con una dosis, 21%.

Este es el problema del Gobierno y el problema que surge ahora con Pfizer. No se entiende por qué la dejaron pasar. Una vacuna más a tiempo hubiera salvado vidas. Por eso valen doble las vacunas de Pfizer que no llegaron. No es porque sea Pfizer. Porque en realidad tenían que llegar en marzo 10 o 20 millones de vacunas que había prometido el presidente y no llegaron. Este es el problema fundamental.

Todas las personas que viven en este país son personas que deben ser protegidas por la sociedad. No solo Horacio Verbitsky como dijo Carlos Zannini. Y acá está la otra cuestión. La ministra de Salud dice que “bajen la obsesión y la tensión” con Pfizer. El día uno en que se abrió la vacunación ella tenía a sus padres vacunados. Miren qué casualidad. Así seguramente es más fácil no obsesionarse.

El Gobierno en este momento está apelando a una estrategia de confusión y de enojo porque es la mejor forma que tienen para no reconocer que el único trabajo importante que tenían lo hicieron mal. Ustedes fíjense lo que pasó ayer. Sergio Massa llamó a los laboratorios al Congreso a dar explicaciones. ¿Quién negoció con los laboratorios? El Gobierno. ¿Lo va a llamar al presidente a dar explicaciones? Ojalá, por ahí nos enteramos de algo. En marzo era lo de las explicaciones, Massa.

380 millones de dólares se gastaron en vacunas. Se pagó el 55% pero llegó únicamente el 25%. ¿Quiénes fueron los genios de la negociación? Todo bien con que llamen a los laboratorios pero los genios de la negociación que garparon más de la mitad y recibieron un cuarto son gobierno. Este es el único trabajo importante este año. Ah, no, cierto. Se dedicaron a tratar de pisarle la cabeza a la Justicia. Me olvidaba de eso.

El Gobierno con su enojo lo que está haciendo es tratando de tapar su ineficiencia. No solo no hay inmunidad de rebaño en julio. Tenemos tres meses de largo invierno. Este es el problema fundamental. Y al margen, claro que es importante lo de Pfizer. Cada vacuna es importante porque cada vacuna podría haber salvado una vida. Y aquí estamos.

Para los que piden que bajemos la obsesión y la tensión, lamento decirles que nuestra obligación es seguir indagando para saber la verdad de lo que pasó. Porque hay muchas vidas que se perdieron en este tiempo. Si el Gobierno hubiera sido eficiente en su trabajo, tal vez no se hubieran perdido. Y por lo menos si ustedes no son eficientes en su trabajo, déjenos a nosotros que intentemos serlo.

* Editorial de Cristina Pérez en “Confesiones en la noche” por Radio Mitre