Los fundamentalistas a favor de este activo digital argumentan que se está frente a una excelente oportunidad para tomar posiciones a precios de ganga y apostar al largo plazo, pues promete un futuro excepcional. Por el otro extremo los detractores de las monedas digitales saborean las pérdidas que los inversores institucionales han registrado invirtiendo dólares en estos “productos de dudosa procedencia y destino fatal”. Al igual que aquellos padres que frente a la frustración de un hijo por un suceso advertido dicen con cierto gozo “yo te dije”.
Como en la mayoría de las controversias poco importa lo que digan o hagan los extremos, pues ambos fijan los pisos y los techos para los cómputos estadísticos. Tal vez, lo más importante a seguir es qué hace la enorme masa que se encuentra entre las posiciones más intransigentes, los que dudan, que son en definitiva quienes pueden incrementar este mercado de manera exponencial.
Los hechos hasta ahora en forma de “Súper” eventos o circunstancias.
Revalorización súper acelerada. El Bitcoin (btc) ha sido el activo de mayor revalorización si se analiza en términos anuales, hace apenas un año su valor rondaba USD 9.000 y hoy, a pesar de la fuerte baja desde el récord de más de USD 63.000, cotiza por encima de los USD 38.000, es decir más de 4 veces más. Muy pocos activos han incrementado su valor en estas proporciones durante este periodo.
Lo más importante a seguir es qué hace la enorme masa que se encuentra entre las posiciones más intransigentes, los que dudan
Súper oferta de productos derivados. Las plataformas de intercambio de activos digitales son la máxima expresión de los instrumentos financieros. De manera sencilla y veloz ponen al servicio de los inversores, muchos de ellos inexpertos, herramientas para maximizar los resultados y obviamente los riesgos. Desde operaciones apalancadas, ventas a futuro, préstamos garantizados o cualquier tipo de operación que agregue adrenalina a quien entra en el juego y comisiones suculentas para quienes lo ofrecen.
Súper difusión mediática. Desde hace años el btc es protagonista principal en las redes sociales y en la Internet. Existen sitios, blogs, grupos, expertos y también inexpertos que cuentan sus experiencias y análisis sobre el pasado, presente y futuro de los activos digitales. De hecho es el sector de medios digitales de mayor crecimiento alimentando a un público ávido de noticias para entender lo inexplicable, “¿cuánto podría valer un algoritmo matemático en el futuro?.
Renombrados economistas, actuarios y financistas analizan velas, cuadros y Fibonaccis, abonando en su conjunto conclusiones similares basadas en las matemáticas más abstractas, olvidando que la economía es un fenómeno también “social”, lo que la vuelve impredecible.
Por el lado de los medios no digitales poner en primera plana la fabulosa revalorización de los activos digitales durante los últimos meses fue una tarea obligada, fundamentalmente porque la gran mayoría del público en general busca información sobre este tema.
Entre las noticias que aceleraron la escalada en los precios son de destacar las acciones de los manipuladores de mercado como Elon Musk que jugó con su público para que sigan sus profecías, algunas escritas en forma enigmática, como el Tweet “Doge” y otras de manera explícita al anunciar que Tesla había adquirido USD 1.500 millones en btc. Tampoco fueron menos importantes los ingresos de grandes fondos de inversión y bancos internacionales, como fuertes inversores en activos digitales.
Súper apertura de cuentas. La combinación de todas las circunstancias anteriores promovió durante los últimos seis meses que millones de personas en todo el mundo se vuelquen a invertir en este tipo de activos, y consultar cómo abrir cuentas en exchange, cuál es la cripto más conveniente, como mandar el dinero y buscar asesoramiento. El aumento de precio sostenido durante un año dio tiempo para que muchos quieran subirse a una ola, en apariencia interminable, que nunca llegaría a la costa, o que al menos, estaba muy lejos de ella.
Argentina no escapa al fenómeno internacional. Un operador de Bolsa tradicional decidió armar un departamento de criptomonedas en su oficina porque sus clientes demandaban más este tipo de activos que acciones o bonos locales. Incluso, superaba en interés a la dolarización de los pesos. Las operaciones en activos digitales llegaron a ser el 85% de los movimientos totales que tuvo durante abril.
Un operador de Bolsa tradicional decidió armar un departamento de criptomonedas en su oficina porque sus clientes demandaban más este tipo de activos que acciones o bonos locales
En la city se habla de a cuánto está el usd-t o el usd-c, ambas expresiones de criptomonedas respaldadas en dólares. Sin embargo, falta una S, la que puede poner en jaque a gran parte del modelo de las monedas digitales, que es la súper concentración en la tenencia. El común denominador de la gran mayoría de las criptomonedas es que pocas cuentas o billeteras concentran altísimos porcentajes de la emisión. En el caso de Bitcoin en cien cuentas se almacenan más del 30% de la totalidad emitida y solo en 3 de ellas el 7,18 por ciento.
Los movimientos que realizan estas cuentas tienen impactos descomunales en el mercado de btc, ya sea a través de una mayor volatilidad, una disminución de la liquidez o una combinación de ambos. Las ballenas btc más grandes son Satoshi Nakamoto, “el inventor de bitcoin” , los gemelos Winklevoss y algunos capitalistas de riesgo como Tim Draper y Barry Silbert.
Grado de concentración
El Bitcoin es una de las monedas digitales menos concentradas.
Si les dijera “DH5yaieqoZN36fDVciNyRueRGvGLR3mr7L” muchos pensarían que es una mala palabra en lenguaje de historieta pero no, es el nombre de un usuario que posee en su cuenta el 28,68% de todos los Dogecoins (dgc) emitidos. Algo así como 36.800 millones de dgc. O, lo que es lo mismo, una fortuna valorada actualmente en USD 11.400 millones. Del mismo modo se sospecha que su principal promotor, Elon Musk, también cuenta con una cuenta abultada en dgc.
Al igual que en la mitología griega el poderoso Aquiles poseía un cuerpo inmortal, salvo por una pequeña porción en su pie derecho que no pudo ser protegida por los dioses, que lo volvió vulnerable al alcanzarlo una lanza durante la guerra de Troya, la concentración en la tenencia podría representar la principal debilidad para este incipiente pero prometedor mercado de monedas digitales, que desde máximos de capitalización por encima de USD 2,5 billones, en apenas una semana cayó a USD 1,4 billones para el conjunto de todas las monedas que cotizan.
La concentración en la tenencia podría representar la principal debilidad para este incipiente pero prometedor mercado de monedas digitales
Para los comentaristas de las cotizaciones los argumentos para las bajas de estos días son de los más variados, desde que Tesla deja de vender sus autos con bitcoins, hasta que Musk lo criticó por la utilización de energía en cantidades para su funcionamiento. Incluso el Papa ha criticado al uso de tecnología basada en el consumo de combustibles fósiles. O que China vuelve a poner restricciones a las operaciones en criptomonedas y últimamente que los organismos fiscales saldrán a buscar a los beneficiarios de las enormes ganancias habidas con las criptos.
Todas estas noticias eran sabidas de antemano y el precio del bitcoin igual escaló exponencialmente.
Los fundamentos del Bitcoin se basan en la descentralización de los registros, que hace bajar los costos transaccionales frente a las operaciones financieras tradicionales, la cantidad finita en su emisión, que lo vuelve competitivo contra cualquier otro activo de reserva de valor, muy distinto con las monedas tradicionales cuya emisión es utilizada para hacer política monetaria y particularmente porque es la unidad en la que muchos de los millennials ahorran sus excedentes.
Recorrido incierto
Cuánto le falta al bitcoin recorrer, solo Dios lo sabe, pero si elegimos un día al azar:
- El oro negocia contratos por valor de USD 53.000 millones;
- El petróleo crudo negocia contratos por valor de USD 68.000 millones;
- El S&P500 negocia contratos por valor de USD 309.000 millones;
- El Bitcoin solo opera por USD 4.000 millones.
Vender o esperar, esa es la cuestión. Los argumentos para una u otra decisión abundan, pero las enormes pérdidas ahuyentan a los inversores de la franja del medio, los menos especuladores, los que en algún momento quieren salir de sus posiciones para darse un gusto.
Al igual que cuando el jugador del casino que pierde en una vuelta especula con la apuesta siguiente, los perdedores de las criptos hacen números para saber cuánto debería subir su posición para recuperar lo perdido.
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