En los últimos meses hemos compartido excelentes debates y discusiones con un grupo de dirigentes de sistemas educativos representativos de toda América Latina, convocados por el liderazgo de Ariel Fiszbein, de Diálogo Interamericano, para analizar y reflexionar sobre la importancia de los sistemas de información y gestión para un efectivo manejo de los Ministerios de educación y las escuelas.
Las conclusiones de este trabajo llegan en un momento muy adecuado, ya que la pandemia ha acelerado la digitalización de procesos y organizaciones en todos los sectores de la sociedad, incluyendo la educación. Pero más allá de esta coyuntura, en nuestra región hace falta más discusión e investigación sobre los sistemas de información y gestión educativa. “Estos procesos incluyen la gestión de la planilla docente y directiva en términos de las funciones de recursos humanos, asignaciones, pagos, pensiones, jubilaciones y licencias, así como de sus trayectorias, su nivel de formación, certificaciones o acreditaciones”, detalla el reporte.
La realidad es que existe poca evidencia de lo que funciona y hay escasos estudios sobre casos exitosos. Y luego de escuchar a representantes de tantos países, los desafíos son similares: falta información para gestionar, muchas veces no existen los más básicos datos de cantidad de alumnos y profesores, no hay conexión entre las diferentes áreas de un Ministerio y tampoco entre planes de diferentes dependencias, que deberían trabajar en conjunto con educación, como por ejemplo todos los programas de combate a la pobreza o de generación de empleo.
La educación en los contextos de pobreza que existen en América Latina requiere de programas complementarios como alimentación en las escuelas y educación de los padres y madres, que en muchos casos no han terminado la escuela primaria. También trabajar con programas de empleo que colaboren a la salida laboral de estudiantes de secundario o de adultos que recuperan sus estudios. En la mayoría de los países que analizamos, estos programas no están integrados y, peor aún, no comparten bases de datos de beneficiarios, ni tienen manera de relacionarlos para poder tener más impacto.
A su vez el debate educativo está muchas veces centrado en las condiciones laborales y la discusión entre los Gobiernos y las organizaciones gremiales. En ámbitos más académicos, la conversación parece enfocada en los los contenidos curriculares, las estrategias pedagógicas o la formación docente. Y por supuesto que todos son temas fundamentales. Sin embargo, es necesario que existan más investigaciones, evidencia y debates sobre las tecnologías de gestión, en sistemas educativos que son un componente enorme en los presupuestos federales y estatales, además de los principales empleadores del país.
El reporte destaca las características principales de los sistemas de gestión que tienen impacto. 1) la interoperabilidad, es decir, el nivel de integración de las distintas partes y funciones de sistemas; 2) la accesibilidad de los datos, la facilidad en presentarlos para los funcionarios y escuelas, pero también a la población en general; 3) la sostenibilidad de los sistemas en el tiempo; 4) la capacidad humana y de la infraestructura para mantener y dar uso a los sistemas.
Por supuesto, la implementación de estos sistemas requiere de voluntad política, ya que muchas veces existe enorme oposición de grupos de interés que prefieren la falta de transparencia en la gestión o se benefician por operar de intermediarios entre un Ministerio lento, con poca capacidad de respuesta, y las demandas de familias, docentes y alumnos.
Es importante también involucrar al sector privado, como sostiene el reporte, ya que puede agregar innovaciones y tecnologías que son más difíciles de desarrollar para el Estado. A su vez, es fundamental entender que un nuevo sistema no hace la diferencia, sino hasta que está implementado y en funcionamiento. De ahí la importancia de involucrar a todos los participantes de estos cambios, familias, docentes, alumnos y funcionarios, concientizándolos de la importancia del cambio, dando entrenamiento y capacitación, y estando siempre abierto a escuchar y adaptarse.
Ojalá que este excelente trabajo convocado por Diálogo Interamericano genere más debate en la región sobre la importancia de hacer más efectiva y transparente la gobernabilidad de los sistemas educativos.
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