El acuerdo de la OMC para desalentar la pesca ilegal

Todo indica que disminuirá los subsidios para el sector, ya que un tercio de las poblaciones de peces comerciales se han capturado recientemente a niveles biológicamente insostenibles

El esquema de nuevas reglas para abordar los subsidios pesqueros perjudiciales sería una primera contribución a poner un límite futuro a la depredación que sufre la Argentina con la pesca ilegal en la milla 201 (Foto: Franco Fafasuli)

La Organización Mundial de Comercio (OMC) se acerca a un acuerdo multilateral para disminuir en 2021 los subsidios que alientan la sobrepesca y la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada (INDNR). El tema es cada día más apremiante ante informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que apuntan que un tercio de las poblaciones de peces comerciales se han capturado recientemente a niveles biológicamente insostenibles. En los últimos años los subsidios a la pesca se situaron en 35.400 millones de dólares, de los cuales 22 mil se destinaron a la renovación de la flota de las principales potencias pesqueras del mundo y que incluye países como China, España, Japón, Corea del Sur, entre otros. Los subsidios a los combustibles para flotas a distancia abarcan unos 13 mil millones de dólares.

Tras dos décadas de dilatadas negociaciones, existe la posibilidad de consenso entre los 164 Estados Miembros de la OMC. Uno de los problemas a través del tiempo ha sido la exigencia expresada por Naciones Unidas que los países más pobres y en desarrollo reciban un trato especial en materia de subsidios. Esa demanda que en algunos casos puede ser legítima y obedece a realidades que merecen tenerse en cuenta como la pesca artesanal, enfrenta el hecho casi absurdo que la determinación de país pobre o en desarrollo, de acuerdo a las normas de la OMC, la hace el propio Estado que busca ser exceptuado y recibir un trato diferenciado. China, por ejemplo, se considera una nación en desarrollo a pesar de ser la segunda economía del mundo por volumen PBI y de poseer en materia pesquera la flota más importante del mundo.

Esta contradicción, entre otras entre potencias pesqueras, ha imposibilitado un acuerdo multilateral. La OMC, en busca de convergencia, ha propuesto que todos los países en desarrollo que lo estimen necesario para las respectivas industrias pesqueras soliciten una exención inicial a la prohibición de subsidios, con un límite determinado de tiempo. Al expirar ese plazo, los países con una participación limitada de la captura mundial de pescado y una cantidad limitada de subsidios pesqueros podrían buscar una extensión de tiempo adicional a través de un proceso de evaluación de un comité de la OMC. Es de suponer que esta condición podría excluir definitivamente a países como China o de la Unión Europea del régimen de subsidios.

La propuesta del Grupo sobre Normas de la OMC, aunque no es perfecta ni de efectos inmediatos, por lo menos tiene el mérito de poner un freno gradual en el tiempo a un grave problema que afecta la competitividad pesquera, promueve la pesca INDNR y es causa de riesgo de colapso de muchos caladeros en el mundo. El esquema de nuevas reglas para abordar los subsidios pesqueros perjudiciales, de ser adoptado por la OMC, sería una primera contribución a poner un límite futuro a la depredación que sufre la Argentina con la pesca ilegal en la milla 201.

Este paso inicial debería requerir de negociaciones diplomáticas ulteriores para aumentar la transparencia de los programas a las subvenciones a la pesca que, en muchos casos, son encubiertos y requieren ser eliminados. Sin embargo, es bienvenida la posibilidad que la OMC establezca reglas preliminares que contribuyan a reducir la pesca ilegal y el agotamiento de los recursos oceánicos. Es hora de empezar a poner un freno a prácticas pesqueras como las que anualmente enfrenta abusivamente el Atlántico Sur.

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