El Gobierno minimiza el peligro que representa el terrorismo

Los países democráticos no pueden tener fisuras a la hora de defender el derecho a la vida por encima de cualquier otra cosa

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Un micro alcanzado por uno de los cohetes lanzados por Hamas
Un micro alcanzado por uno de los cohetes lanzados por Hamas

Cuando en su comunicado la Cancillería de nuestro país critica a Israel por el “uso desproporcionado de la fuerza” no solo cuestiona el derecho que tiene un Estado democrático de defenderse de un brutal ataque como el que sufrió hoy la población civil israelí, sino minimiza el peligro que representa el terrorismo.

Este tipo de posicionamientos, lejos de contribuir a reestablecer el diálogo y el entendimiento, confunden y le quitan la responsabilidad que tienen los grupos terroristas que, una vez más, instalaron el terror sobre Israel.

Hoy es un día para ser muy claros porque los hechos no dejan margen para la duda: una población civil fue atacada sin contemplaciones por grupos terroristas que vienen actuando impunemente frente a la pasividad de la comunidad internacional. La pregunta que hay que hacerse antes de opinar sobre estos hechos es: ¿hasta cuándo un país democrático puede soportar semejante agresión que ocasiona muertes, heridos y una profunda angustia?

Ningún país democrático toleraría esta agresión y ninguno debería dudar a la hora de condenar este tipo de hechos. Y mucho menos el nuestro, porque todos los argentinos sabemos muy bien el daño y dolor que causa el terrorismo. También sabemos qué pasa cuando este tipo de hecho permanecen impunes: ganan los terroristas.

No hay que confundirse: la diplomacia es también decir las cosas de frente y condenar a quienes claramente cometen una salvaje agresión. No es momento de buscar palabras cómodas para esconder lo evidente: que la población civil de Israel fue atacada por 600 misiles disparados por Hamas y la yihad islámica desde la Franja de Gaza.

Los países democráticos no pueden tener fisuras a la hora de defender el derecho a la vida por encima de cualquier otra cosa. Hoy ya nadie debería tener dudas sobre el daño que el terrorismo genera en nuestras sociedades. Su brutalidad y su desprecio por el otro son características intrínsecas de los terroristas.

Desde DAIA expresamos nuestra solidaridad y apoyo al pueblo israelí en este momento de angustia y dolor y reafirmamos que el diálogo y la política son los únicos caminos que traerán paz y prosperidad entre los pueblos. Al mismo tiempo pedimos que la comunidad internacional condene inequívocamente estos ataques que siembran muerte y destrucción. En momentos como este, el mundo debe levantar la voz para defender los valores democráticos, los mismos que defiende el Estado Israel.

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