Los pronósticos en cuanto al acelerado derrumbe de la República se están cumpliendo inexorablemente y no por casualidad sino por la causalidad de la anomia con que se conduce el Gobierno, motivada por la pugna de intereses en su seno, que solo genera tanto en lo interno como externo más desorientación, confusión y desinterés por la Argentina que se evidencia en la desinversión y el riesgo país.
A esto debemos sumar el estado de indefinición, desavenencias e inmovilidad en que se encuentra la oposición acrecentando temores.
Dentro del universo de variables descontroladas que de forma dispersa nos conducen al actual estado de cosas, solo mencionaremos en lo económico las que encabezan esta triste lista:
1. Lo dilatado que fue el cierre de la actividad económica motivada por la cuarentena, que hoy parece que se repite, al igual que la demora y lentitud inexplicable en la vacunación, las irregularidades en cuanto a quienes se les administra, y la terquedad en privilegiar la adquisición de vacunas rusas, chinas y ahora cubanas que solo pone en evidencia el sectarismo de quienes toman decisiones.
2. El índice de la pobreza que trepó al 42% de la población.
3. La inflación que está en alrededor del 4% mensual y acrecienta la pobreza.
4. Descontrol en la emisión monetaria, con el indubitable peligro de un colapso cambiario.
Descontrol en la emisión monetaria, con el indubitable peligro de un colapso cambiario
5. Tarifas de los servicios públicos regulados con subsidios que se financian mediante emisión que potencia la inflación, el propósito: evitar el sinceramiento que motivarían descontento en la población y mayor inflación, conclusión: suma cero, ambas soluciones dan el mismo resultado más inflación.
6. Las quiebras de las pyme y las que están al borde del colapso y el derrumbe de las economías regionales.
Nos detenemos aquí ya que continuar con la enumeración de las variables descontroladas abruma y aterroriza, pero si vamos a destacar que acontece con las pyme y las economías regionales. Miles de pequeñas y medianas empresas que cerraron sus puertas definitivamente, están muertas y son irrecuperables.
Ahora bien, las que aún no sucumbieron, si o si hay que sostenerlas y ayudarlas a superar esta coyuntura y quitar todo aquello que atenta y obstaculiza su recuperación, como:
1. La legislación del trabajo que no les permite aliviar su carga laboral y que su sostenimiento las lleva indefectiblemente a la quiebra, es decir por la imposibilidad de continuar soportando perdidas por mantener una planta laboral que respondía a un mercado que hoy no existe.
La legislación del trabajo que no les permite aliviar su carga laboral y que su sostenimiento las lleva indefectiblemente a la quiebra
2. Ausencia del crédito a tasas subsidiadas, y plazos de pago más extensos, a ello sumemos la burocracia administrativa bancaria que hace en la práctica inaccesibles las líneas para estas empresas.
3. La carga impositiva que es insostenible y que día a día es mayor.
4. Las diferentes políticas de desprotección de muchas actividades productivas por estar expuestas a competencia extranjera que hacen dumping y subsidian sus exportaciones.
5. Las muchas actividades comerciales y de servicios relacionadas directo o indirectamente con el turismo, en especial el extranjero, hoy inexistente pero que superada esta pandemia volverán a ser rentables, ello significa proteger empresas generadoras de divisas, en definitiva, a las economías regionales en su conjunto.
6. Productos regionales exportables que por un régimen cambiario arbitrario e ineficiente las hace no competitivas perdiendo mercados que trabajosamente habían conquistado.
Productos regionales exportables que por un régimen cambiario arbitrario e ineficiente las hace no competitivas perdiendo mercados
7. Colegios privados que de no tomarse inmediatas medidas para su subsistencia, el colapso de la educación será irreversible a mediano plazo, con todo lo que ello implica y conlleva para el futuro de nuestros jóvenes.
8. Igual situación de colapso están atravesando con motivo de la pandemia clínicas y sanatorios privados ante lo que se hace perentorio por la salud de la población su atención y auxilio.
Hay que dejar de poner trabas e impedimentos burocráticos e ideológicos a la producción, esté en juego nuestro estilo de vida, rescatemos la educación y cultura del trabajo, ella nos hizo prósperos y respetables.
Finalmente, ante el diluvio de adversidades que se abaten sobre nuestra maltrecha Argentina con el formidable desastre económico, dos únicas son las prioridades que preocupan al Gobierno y en especial a la vicepresidenta, su exculpación y/o anulación de todos los juicios que por corrupción pesan sobre ella y simultáneamente el avance sobre la justicia para su reestructuración acorde a sus intereses y conveniencia, un dislate solo razonable en mentes afiebradas que desvarían.
Se están cometiendo los mismos errores por los cuales el pasado nos condena, por ello me permito recordar una cita de Cicerón: “Humano es errar, pero solo los estúpidos perseveran en el error”.
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