Investigación, desarrollo e innovación para el sur porteño

El sur de la ciudad de Buenos Aires presenta actualmente déficits en varios aspectos, entre ellos, el habitacional, el de espacios verdes, y sobre todo, en lo relacionado con el tema del empleo. Hacia fines del año pasado, con la salida del ASPO, los índices de desempleo mejoraron un poco; de todos modos, se ubican en niveles cercanos al 15 por ciento, según datos de la Dirección de Estadísticas del Gobierno porteño.

Para empezar a cambiar esa realidad del sur de la ciudad es importante darle un nuevo impulso al Distrito Tecnológico, ubicado en la Comuna 4, y fomentar que más empresas se radiquen en la zona. En la Argentina, la industria del conocimiento puede generar 100.000 nuevos empleos y 4.000 millones de dólares extra en exportaciones, según estimaciones de Argencon, la cámara que agrupa a las empresas del sector. Por la dinámica de esta actividad, se estima que se pueden crear hasta 90 mil puestos de trabajo, sólo en el Distrito Tecnológico, en poco tiempo.

La industria del conocimiento es uno de los tres complejos exportadores de nuestra economía -junto al campo y a la industria automotriz- que más facturó el año pasado (más de 6000 millones de dólares), y es el que tiene mayor valor agregado. Hacia fines del 2019, ya generaba en todo el país, un total de 437.000 puestos de trabajo, sin contar los empleos indirectos. Además, el 91% de las empresas del sector, son pymes que poseen una altísima capacidad de interrelación, y de generación de nuevos productos y empresas.

En ese sentido, una idea que podría aportar en este sentido es transformar el predio donde funcionó la ex cárcel de Caseros -abandonado desde hace 20 años- en el epicentro de la economía del conocimiento, de la ciencia y la tecnología, y de la producción. El sur de la ciudad puede convertirse en una suerte de “Silicon Valley” del país, con una expansión que exceda a los vaivenes de los ciclos económicos. Grandes empresas ya están radicadas en el Distrito Tecnológico; de ahí la centralidad de generar en ese predio, un espacio de intercambio y de generación de políticas activas.

Cobra relevancia detectar los ecosistemas que aporten los cimientos para el desarrollo productivo, que hagan posible crear nuevas empresas. Es evidente que la presencia de instituciones como el Malbrán, Garrahan, ANMAT, ITBA, IUPDT, entre otras, pueden motorizar la detección de oportunidades para generar nuevos productos y servicios, como, por ejemplo, el test rápido de Covid, originado en el Malbrán, con financiamiento del Estado nacional. De este diagnóstico, se vuelve evidente la centralidad de la ex cárcel de Caseros, como potenciadora de los intercambios público-privados, de todos los actores involucrados, como desafío de la época.

Es por esta razón, que impulsé en la Legislatura porteña un proyecto de ley que pone en valor al predio de la ex cárcel de Caseros. Ese proyecto, apoyado por todos los representantes de la Comuna 4, propone respetar el entorno, la historia y la identidad barrial del lugar, y transformar a ese predio, en un centro de desarrollo tecnológico y productivo, con eje en la industria del conocimiento, con la creación de una Agencia porteña de Ciencia, además de un centro de servicios, y de un Espacio para la Memoria.

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