El desafío sin precedentes que nos trajo el año pasado dejó aprendizajes. Lo vemos en nuestras familias, en las conversaciones con nuestros amigos y en los cuidados que compartimos en cada actividad que realizamos. Y también, lo vemos como dirigentes.
La pandemia golpeó con intensidad en todo el mundo y de esa manera subrayó la importancia de las acciones colectivas. En un momento en el que con las llamadas burbujas o sesgos cognitivos solo terminamos intercambiando opiniones con los que piensan como nosotros, y en el que a veces es difícil no solo generar consensos sino incluso coincidir en un diagnóstico, este virus nos obligó a ponernos de acuerdo y a trabajar juntos sin importar las diferencias.
Esa es una lección que nos interpela a todos como sociedad pero fundamentalmente a los que elegimos el camino de ser servidores públicos. Sobre todo, porque los resultados fueron claros. El trabajo en equipo es superador, siempre.
Los ejemplos abundan. Hace unas semanas logramos que los cines vuelvan a abrir sus puertas en la zona metropolitana. Esto es fundamental para la industria cinematográfica que es una de las que más trabajo genera. En los últimos años, alrededor del 45% de los puestos de trabajo de la industria cultural fueron generados por el sector audiovisual. Esto representa un 5% del total de puestos de trabajo de todo el sector privado registrado en la Ciudad de Buenos Aires.
A su vez, el 60% de los que van al cine lo hacen en la región de AMBA. Hoy muchos cines de la Ciudad y del Conurbano están abiertos y eso lo logramos trabajando con referentes del sector y con el responsable de la cartera de Cultura de la Provincia de Buenos Aires.
Y ese es solo un paso más que dimos en el programa de reaperturas que venimos impulsando desde el año pasado. A través del diálogo con todos los sectores de la cultura, logramos poner nuevamente en marcha librerías, galerías de arte, museos, salas de música, centros culturales, teatros y otros espacios fundamentales para el arte y la cultura de nuestra ciudad.
Para nosotros es prioritario que los artistas vuelvan a conectar con su público, que los técnicos vuelvan a realizar su trabajo y, sobre todo, que la gente pueda acercarse a vivir la cultura en vivo.
Hace solo unos días tuvimos una demostración masiva de que la gente lo está esperando, como lo mostró el festival Piazzolla 100 años celebrado en el Teatro Colón. Recientemente además presentamos la nueva temporada del Colón. Es un regreso muy esperado y muy particular porque muchas de las casas de ópera de todo el mundo continúan cerradas.
Seguimos demostrando que con todos los protocolos necesarios para garantizar la seguridad de artistas, trabajadores y espectadores, el teatro, el cine, los museos, las librerías, son lugares seguros. La cultura es una propuesta segura.
Como desde el principio de la pandemia, cada definición está sujeta a lo que los protocolos sanitarios requieran, y esa va a seguir siendo la prioridad para cuidar de la salud de todos. Los datos, atados a la incertidumbre que trajo la pandemia, son alentadores. El centro de testeos Covid-19 que pusimos a disposición de manera gratuita para la comunidad artística de la Ciudad nos muestra que el 99,5 % de los resultados son negativos.
Asimismo, los protocolos y medidas de seguridad implementados en teatros y otros espacios culturales han permitido el paulatino regreso del público a las salas sin que se haya registrado ningún tipo de incidente sanitario.
Hoy podemos mantener los espacios culturales abiertos y lo estamos haciendo, no solo para que los artistas, hacedores culturales, libreros y trabajadores puedan mantener sus actividades, sino también para que todos puedan disfrutar de estos espacios.
Estamos convencidos de que la cultura tiene un rol fundamental en la reconstrucción social que tenemos por delante. Como un espacio de encuentro y de diálogo pero también como un lugar de aprendizaje, que nos desafía y nos llama a cuestionarnos para ser mejores. La cultura nos conecta con nuestra identidad, individual y sobre todo colectiva, por lo que resulta esencial particularmente en momentos como los que nos toca atravesar.
Como sociedad toda esta experiencia que vivimos colectivamente nos va a dejar marcas y un gran aprendizaje: que todos tenemos algo para aportar y la división no conduce a nada. Vamos a seguir trabajando para que la cultura llegue a cada vez más personas y que esté más presente que nunca en el día a día de la gente.
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