No hay planeta B, tenemos que mejorar nuestra ley de bosques nativos

En los últimos 20 años, Argentina perdió aproximadamente 7 millones de hectáreas de bosques nativos. La especulación inmobiliaria, la ampliación de la frontera agropecuaria y los incendios forestales siguen siendo las principales causas de este fenómeno. Resulta urgente avanzar hacia un desarrollo rural libre de deforestación, inclusivo y sostenible

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Hoy se celebra el Día Internacional de los Bosques. Es una oportunidad para que reflexionemos sobre el valor de nuestros bosques nativos y su aporte para la calidad de vida en Argentina. Preservarlos trae aparejados beneficios ambientales, climáticos y también sociales. Las cuencas forestales nos permiten captar gases de efecto invernadero y evitar el calentamiento global. Además, dan lugar para que muchas personas puedan vivir allí de forma sostenible, proveen medicinas, nutren los suelos y facilitan la absorción hídrica, evitando inundaciones.

Estamos en un escenario distinto al que teníamos hace 30 años. Hoy el calentamiento global se pone en manifiesto con una ferocidad cada vez mayor. Es imprescindible alentar prácticas sostenibles y lograr que otras se vuelvan delito y sean juzgadas con todo el peso de la ley. El tiempo de actuar es ahora.

La conservación de los bosques es una prioridad y tiene que ser una política de Estado, no solo en términos de protección sino también como promoción del uso sostenible de estos ecosistemas, integrados a procesos de desarrollo local, con capacidad de generar empleo, arraigo rural y bienestar económico.

Es por eso que una de nuestras primeras acciones cuando asumimos fue la reactivación de un programa que cuenta con financiamiento del Banco Mundial, el cual fue recortado en un 65% por el gobierno anterior y se encontraba subejecutado, y que está destinado a brindar apoyo a comunidades indígenas y campesinas que habitaban los bosques del norte del país. Es el proyecto Bosques Nativos y Comunidad, orientado a la promoción del arraigo a través de planes de manejo de bosques de escala territorial denominados planes integrales comunitarios. Reactivamos las obras de acceso a agua potable, la compra de herramientas e infraestructura rural para un aprovechamiento sostenible de los recursos del bosque y la mejora en la comercialización de productos forestales que valorice el bosque a la vez que genera empleo y riqueza local.

En el transcurso de 2020 se giraron fondos a las provincias por $811 millones correspondientes al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, en un año se transfirió un 230% más respecto de lo que fue transferido durante los dos años anteriores donde se transfirió $0 en 2018 y $243 millones en 2019. Además, incrementamos los recursos del Presupuesto Nacional para el 2021, superando los $1.200 millones de pesos que se agregan a las licitaciones por $400 millones que realizaremos desde el gobierno nacional por planes correspondientes al año pasado. Además, el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación (SAT) que monitorea la situación de la región Parque Chaqueño redujo el tiempo de elaboración de los reportes de las alertas, pasando de 70 días a 20. Además, se iniciaron pruebas para la ampliación del SAT a otras regiones forestales.

También se restableció el convenio entre nuestra cartera y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca para el manejo de bosques con ganadería integrada, suscripto en 2015. El objetivo es alcanzar modelos productivos foresto-ganadera libres de deforestación, acompañadas de estrategias de mercado diferenciadas para productos provenientes de predios que apliquen las medidas propuestas.

Por otro lado, terminamos el segundo inventario nacional de bosques nativos, cuyos resultados brindarán información actual respecto del estado de conservación de todos nuestros bosques nativos y permitirán el diseño de políticas públicas robustas y consistentes en cada provincia y en todo el país.

Es importante recordar que el año pasado nuestro país resultó beneficiado por el Fondo Verde del Clima, lo que involucra un financiamiento de 82 millones de dólares a ser utilizados durante seis años. El proyecto se preparó con apoyo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y fue aprobado por unanimidad en noviembre de 2020. Estará orientado a iniciativas de ordenamiento de cuencas forestales que fomenten el uso sostenible de los bosques y el agregado de valor de la producción forestal maderera y no maderera, así como a continuar con los planes integrales comunitarios, implementar el Plan Nacional de Manejo con Ganadería Integrada, promover planes de prevención y presupresión de incendios forestales en provincias con alta recurrencia, fortalecer capacidades de monitoreo y control, impulsar el conocimiento sobre los bosques nativos, mejorar nuestro Sistema de Alerta Temprana de Deforestación y otros mecanismos de seguimiento de la cobertura de bosques, y desarrollar mercados para productos provenientes del uso sostenible de los bosques. La aprobación de este proyecto significó un gran respaldo internacional para Argentina en cuanto a políticas destinadas al cuidado de los bosques nativos.

Creemos que países como la Argentina son acreedores ambientales y, de la misma manera que consideramos como nuestro deber y responsabilidad cuidar de los bosques nativos, planteamos en todos los foros internacionales la necesidad de que los países desarrollados –principales responsables de la contaminación y del cambio climático que afecta el planeta– aumenten sus esfuerzos para la financiación de las acciones climáticas que deben desarrollarse.

A nivel de nuestro país, debemos reconocer que la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, más conocida como “ley de bosques”, logró que descendiera la tasa de deforestación en nuestro país. Sin embargo, esta tasa aún sigue siendo muy alta.

Las cifras son alarmantes: en los últimos 20 años perdimos aproximadamente 7 millones de hectáreas de bosques nativos, de los cuales 3 millones se perdieron con la ley de bosques vigente. La especulación inmobiliaria, la ampliación de la frontera agropecuaria y los incendios forestales siguen siendo las principales causas de la pérdida de nuestros bosques. El año pasado se vieron afectadas 400 mil hectáreas de bosques, 300 mil por incendios y 100 mil por efecto de la deforestación. De continuar así, en 70 años podríamos quedarnos sin bosques nativos para nuestros hijos y nietos, lo que sería un gran problema social, ambiental y sanitario.

Se impone, en lo inmediato, la necesidad de detener la pérdida de bosques nativos. Pasaron más de 13 años desde la sanción de la mencionada ley y tenemos que mejorarla con vistas a generar un marco que lo haga posible. Para llevar a cabo esta tarea, durante 2020 nos dimos un trabajo extenso de diálogo con movimientos campesinos, el sector académico y diferentes ONG en la búsqueda de consensuar aspectos técnicos relevantes para modificar la normativa de manera adecuada. En este sentido, creemos que es necesario realizar una mejora de la ley de bosques que declare ilegal todos los desmontes.

En la misma dirección, se necesita que el desmonte sea tipificado en el Código Penal como delito. Vemos que el sistema sancionatorio de multas establecido en la ley de bosques no alcanza para detener los incumplimientos. Más del 50% de los desmontes en Argentina ocurren de manera ilegal. La Justicia es la que debe actuar e investigar, así como también juzgar y castigar, cuando corresponda, a quienes causan daño.

No podemos perder de vista, además, que somos responsables como sociedad de lo que hacemos con el ambiente, al desmontar, al utilizar el fuego de manera imprudente y al poner en riesgo nuestras condiciones de vida como consecuencia de estas acciones.

Es momento de reflexionar, de entender que debemos avanzar en la dirección correcta. No tenemos planeta B, debemos mejorar la Ley de Bosques Nativos y avanzar hacia un desarrollo rural libre de deforestación, inclusivo y sostenible. Podemos hacerlo y así cuidar uno de los recursos más importantes que la naturaleza nos brinda.

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