Se estima que alrededor de 350 millones de personas en todo el mundo realizan actividades económicas relacionadas con el algodón, uno de los 20 commodities más importantes del mercado mundial en términos de su valor.
En América Latina, la producción algodonera es desarrollada en muchos países por agricultores y agricultoras familiares. En la campaña 2017/18, fueron sembradas en la región 13,4 millones de hectáreas, representando 17,7 millones de toneladas de fibra producidas por pequeños y grandes agricultores (ICAC, 2020).
Según informaciones obtenidas por el proyecto +Algodón, en 2019, fueron contabilizados 131.500 agricultores productores de algodón en la región, de los cuales un 77% son agricultores familiares (FAO, 2019).
Desde la historia argentina, el cultivo de algodón fue considerado un cultivo potenciador de la economía y catalizador de mejoramientos sociales, debido a diversos factores que componen la cadena productiva: múltiples actores, componentes industriales, servicios tecnológicos y planes evolutivos de investigación, movimiento de trabajo en hilanderías, textiles y confección de vestimenta, subproductos industrializables y fuerte actividad en mercados locales e internacionales.
En la campaña 2017/18, fueron sembradas en la región 13,4 millones de hectáreas, representando 17,7 millones de toneladas de fibra producidas por pequeños y grandes agricultores
El diagnóstico del sistema productivo algodonero fue realizado en múltiples oportunidades, existiendo numerosos trabajos técnicos dónde se describen al detalle las problemáticas que se deberían resolver para desarrollar una cadena productiva multiplicadora de recursos: económicos, ambientales y sociales (INTA, MAGYP, Universidades y Consultoras técnicas, han publicado variados trabajos sobre fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de la cadena algodonera argentina).
Podemos sintetizar en una frase, lo arriba expuesto: debemos generar oportunidades para el intercambio de conocimientos y experiencias, fomento para el acceso a mercados, promoción de innovaciones tecnológicas y de gestión de la agricultura, en una perspectiva de sistemas agroalimentarios, donde los sistemas diversificados de producción contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional de las familias algodoneras de los territorios más rezagados, generando nuevas oportunidades de negocios para empresas, pymes y productores familiares.
La aplicación de DEX (Derechos a la Exportación) generan impactos negativos en la actividad económica del interior del país y sus pueblos, con menos área sembrada y producción, menor financiamiento para actividades agroalimentarias, inferior actividad camionera y menores márgenes.
La exportación de productos y subproductos de algodón, sufren una retención de ingresos por pago de derechos a la exportación (DEX) del 5% sobre el monto comercializado
Adicionalmente, estos tributos son utilizados también para generar tipos de cambio diferenciales, en este caso reduciendo la paridad efectiva que recibe el sector que exporta. Como equivalencia microeconómica, la traslación de su efecto hacia atrás hace que funcionen en la práctica como un impuesto a la producción con simultáneo subsidio al consumo (Núñez Miñana, 1998).
Uno de los aspectos más cuestionados de este gravamen es que en la práctica funciona virtualmente como impuesto específico, en el sentido de que recae solo sobre determinados bienes y no tiene en cuenta los costos de producción y comercialización. Esto le quita neutralidad y lesiona el principio de la capacidad de pago del productor (2019, Bolsa de Cereales de Rosario).
La existencia de derechos de exportación en la producción de algodón y los menores márgenes de los productores dejan a ellos con menores posibilidades de emprender recuperaciones productivas luego de sufrir eventos climáticos adversos. En esas circunstancias donde el tiempo juega una mala pasada, muchos hombres de campo quedan endeudados y con pérdidas en su capital de trabajo, lo cual afecta seriamente su situación frente a la próxima campaña.
Propuesta para potenciar las inversiones en la cadena algodonera argentina
Actualmente la exportación de productos y subproductos de algodón, sufren una retención de ingresos por pago de derechos a la exportación (DEX) del 5% sobre el monto comercializado.
Fundación MasValor propone una reducción del 3% de los DEX, esto exige un ajuste del Estado Nacional de u$ 4.800.000, estrategia que deberá ser complementada con la aplicación definitiva del SISA (Sistema de Información Simplificada Agrícola), SIO Algodón (Sistema de Información de Operaciones con Algodón) y Certificaciones de Sustentabilidad (BCI y otros).
Gobernanza y dirección de las inversiones
El monto producto de la reducción deberá ser aplicado en planes de desarrollo territorial, por el sistema de gobernanza de la Cadena Algodonera, integrado por los 7 (siete) sectores que la componen: productores, proveedores, investigación, comercialización, industria, confección y gobiernos (nación y provincia).
Este organismo privado-público determinará los ejes estratégicos para la aplicación de los beneficios de la reducción del DEX, siendo los fondos invertidos por la actividad privada descontada de sus impuestos nacionales y provinciales (Ganancias e IIBB).
De esta forma, con menos presión impositiva y mayores ingresos brutos, la actividad privada en toda la cadena realizará inversiones para mejorar la calidad y rentabilidad de sus productos (tomando recursos humanos, adquiriendo nuevas maquinarias, incorporando tecnología Agtech 4.0).
Desarrollo de las Inversiones
Ejes Conceptuales.
Tecnologías sostenibles: Promoción del cultivo sostenible e integrado a partir del fortalecimiento de capacidades de técnicos, instituciones, productores y productoras. El objetivo es fomentar sistemas de producción rentables, con menos impacto ambiental, y uso racional del suelo, agua y fertilizantes, recuperando la biodiversidad.
Alianzas estratégicas: Generación de espacios de diálogo para alianzas públicas y/o público-privadas, integrando diversas instituciones en la construcción de políticas, programas, y acciones en beneficio a la agricultura familiar y al cultivo del algodón para recuperar la competitividad del sector y el desarrollo sostenible de los territorios.
Innovación social: Promoción de la competitividad del sector y creación de capacidades en mujeres, hombres y jóvenes, por medio de herramientas de información, gestión de recursos y fortalecimiento de modelos organizativos. Se enfoca en la promoción de sistemas de Asistencia Técnica y Extensión Rural (ATER) mejorados, más inclusivos e integrales, y modelos asociativos entre países socios.
Mercados inclusivos: Fomento del desarrollo de mercados que contribuyan al aumento de empleos de calidad e ingresos en la cadena de valor del algodón, mejorando la seguridad alimentaria de las familias. Se trabaja para reposicionar el algodón de forma diferenciada y con valor agregado en mercados locales, regionales e internacionales, mediante buenas prácticas de producción y comercialización, certificaciones de sostenibilidad, entre otros.
Acciones (proyectos propuestos)
- Perfilar negocios a la venta, generando oportunidades comerciales para fibras y semillas, complementariedad de fibras para hilado y tejedurías en la región.
- Desarrollar tácticas de diseño: identificar el segmento de clientes y modelo de negocios, con talleres de diseño de productos artesanales y marketing internacional de los mismos.
- Investigar nichos para el Algodón colorido, certificado y sostenible de la agricultura familiar
- Desarrollar extractos de algodón nativo para cosmética y oleo química
- Aplicar la Denominación de Origen Controlado (DOC), para la diferenciación en el comercio internacional de productos provinciales y/o regionales.
- Aplicar estrategias de marketing, desarrollando el concepto “Mercados Sostenibles”:
- Gestión de políticas de precios, inclusión financiera y gestión de riesgo al pequeño productor.
- Formulación de proyectos para reactivación económica (priorizando asociatividad).
- Aplicación del sistema HVI para la comercialización total de la fibra de algodón.
- Fortalecimiento de las exportaciones de fibras con medidas sanitarias y fitosanitarias.
- Conectividad con propósito y ruedas de negocio (ALADI, ICAC, Microsoft y Agencias de promoción).
Industria textil algodonera y la pandemia Covid-19
Hay que ayudar a la industria de textil argentina, puesto que esta pandemia ha pegado muy fuerte en todos sus negocios y deberemos potenciar el gran movimiento de mano de obra que genera.
El precio de las materias primas se ha disparado en medio de mayores costos de combustible e inflación, presionando a los fabricantes de ropa familiares o pymes, muchos de los cuales han cerrado, a pesar de los esfuerzos del gobierno para apuntalar el sector.
Reduciendo el DEX, las industrias locales subirán la demanda y con mejores precios, recibirán más algodón y mejor calidad.
Exportación y tipo de cambio
La Argentina no crece porque no exporta y no exporta porque los exportadores no obtienen el precio pleno de sus productos. Esa pobreza se traslada a toda la economía y la conclusión es que cada día somos más pobres y el sueldo promedio de 300 dólares.
La excusa de todos los gobernantes es que si sube el dólar (ya sea pagando el precio pleno por la divisa o al quitar o reducir los DEX, subirán los precios de los alimentos). Es una falacia, porque todos sabemos que el trigo o el kilo vivo de ternero es menos del 10% del valor final del pan o de la bandeja de carne. El resto son impuestos, flete, electricidad o margen comercial.
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