Sí. El Papa Francisco estará en Irak del 5 al 8 de marzo donde será recibido por el presidente Barham Salih quien lo visitó en el Vaticano hace un año. El 6 se reunirá con el líder chiita más importante del mundo, el Gran Ayatolá Ali al Sistani. Por la tarde, mantendrá una reunión interreligiosa en la antigua ciudad de Ur, lugar de nacimiento del profeta Abraham. Durante los dos días restantes recorrerá las ciudades de Mosul, el municipio de Qaraqosh y la ciudad de Erbil.
Del Patriarca Abraham al Papa Francisco
Irak es tierra sagrada. Fue habitada entre otros profetas por el Patriarca Abraham perteneciente a cierta tribu nómada de la periferia de Ur, importante ciudad sumeria de Caldea, en el desierto iraquí. Fue un par de milenios antes de Cristo. Ante el asedio -suponemos -de los grupos beduinos que vivían del saqueo recibió el llamado para ir a Tierra Santa y formar un nuevo pueblo con la creencia en un Dios único y verdadero. Ya en esta tierra, estando en Canaán, fueron sorprendidos por tiempos de hambrunas lo que hizo que Jacob, nieto de Abraham y sus doce hijos con los miembros de su comunidad se fueran a Egipto. Ahí saciaron su sed y apetito pero muy pronto fueron sometidos por el Faraón y tuvieron que soportar 400 años de esclavitud hasta ser conducidos por Moisés a la libertad. El éxodo de Egipto (c. 1300 AEC) fue bien transmitido por los maestros de marketing de ese tiempo dejando una marca imborrable en la memoria del pueblo judío y pasó a ser el símbolo de la liberación, tal como se puede ver en las series televisivas que hoy cuentan la historia. Retornados a la Tierra que había sido prometida (Israel) a sus antepasados se hicieron nación y recibieron la Torá (Pentateuco) que incluía los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Moisés, para el pueblo significó “lo más” como diría un pibe del siglo XXI. Aquella tierra de profetas hoy está poblada por un 95% de musulmanes y una minoría de cristianos y nunca fue visitada por un Papa católico, en cambio sí fue sometida a interminables tensiones internacionales.
Actos imperiales de Occidente (de guerra “preventiva”)
Como sabemos, durante el siglo XX y las dos décadas del presente la historia de Oriente Medio estuvo ligada al intervencionismo occidental y en especial de Estados Unidos desde la llamada Guerra Fría. Demócratas y republicanos hicieron oscilar las relaciones de esos países entre la paz y la guerra como consecuencia de las discusiones sobre el precio del barril de petróleo, como se sabe uno de los principales ejes al compás del cual baila la economía del mundo. El terrorismo es un actor funcional a las intervenciones extranjeras. Las administraciones de Bush, Clinton y Obama mantuvieron una tensión permanente en la región y declararon guerras en Afganistán (2001-2014) e Irak (2003). Curiosamente Trump no declaró ninguna, aunque desplegó miles de soldados adicionales en el Golfo Pérsico, no redujo las bases militares en Qatar y Bahrein, mantuvo las tropas en Siria, Irak, Cuba y Afganistán y obliteró los acuerdos nucleares con Irán y Rusia. Lo que se dice una “política de Estado”.
El Papa va a Irak como peregrino. Fue invitado por el gobierno de esa República parlamentaria -cuyo presidente más famoso fue Sadam Husseim -y por la Iglesia Católica iraquí, en especial la católica caldea presidida por el Cardenal Louis Raphaël I Sako, más la latina, la maronita, la greco-católica, la copta y la armenia.
Encuentro entre el Papa Francisco y el líder chií Al Sistani
El Papa se reunirá el próximo 6 de marzo con el Gran Ayatolá Ali al Sistani, la principal autoridad chiita y uno de los líderes de ese credo más influyentes del mundo. El encuentro se realizará en la ciudad de Nayaf el día 6 de marzo.
Más allá de la preocupación geopolítica central de la paz y las muchas cuestiones implicadas como son el “multilateralismo”, el tránsito de la globalización esférica a un “mundo poliédrico” fundado en la fe, el respeto y el amor interhumano, el rol de las religiones y el diálogo inter religioso y otras, también le preocupan en particular los desplazamientos que sufren en los últimos años los cristianos y los yazidíes. Estos últimos son milenarias poblaciones de la Llanura de Nínive y Mosul y sus vecindades, seguidores de las enseñanzas del profeta Zoroastro, perseguidos por el ISIS quienes les exigen que se conviertan al Islam.
Además de Mosul y el municipio de Qaraqosh visitará la ciudad de Erbil para seguir alentando a los desplazados por la fuerza que viven en el extranjero a que posiblemente regresen a la tierra de sus antepasados.
Por otro lado el Papa Francisco quiere promover el diálogo interreligioso a nivel ecuménico entre las Iglesias cristianas, o a través de las relaciones islámico-cristianas estimulando el diálogo cristiano-suní y el diálogo chiíta-cristiano y con los sabios-mandeos, yazidíes, baha’is o de otras religiones.
Los mensajes del Papa Francisco seguramente reflejarán las ideas de hermandad sintetizadas por él en “Fratelli Tutti” (Todos somos hermanos) y puestas de manifiesto en cada uno de sus gestos.
En particular, esta visita se asocia a la realizada a Emiratos Árabes en el mes de febrero de 2019 (y “El documento sobre la fraternidad humana-Por la Paz Mundial y la Convivencia Común” suscripto con el Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb en Abu Dabi) y al llamamiento firmado con el rey de Marruecos Mohamed VI en abril de ese mismo año en favor del respeto debido al status de la ciudad Santa de Jerusalén como Patrimonio Común de la Humanidad.
Un grave atentado en Bagdad
El Santo Padre envió su repudio y sus condolencias por el acto terrorista cometido hace unos días por dos comandos suicidas que costó la vida a 32 personas en un mercado, Plaza Tayaran, Bagdad, República de Irak.
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