La pandemia aceleró exponencialmente el crecimiento del mercado de pagos digitales en la región de América Latina haciendo que esta industria cierre el 2020 con un significativo balance positivo.
Al enfrentarse con la situación de aislamiento provocada a causa del covid-19 y el temor de entrar en contacto y contagiarse, los usuarios comenzaron a tomar conciencia y a involucrarse más con las soluciones digitales de pagos. Estudios de Mastercard y Américas Market Intelligence (AMI) indican que antes de la pandemia sólo un 45% de las personas en América Latina realizaba transacciones en línea; ahora, esa cifra se casi se duplicó y representa un 83 por ciento. Incluso, más de 50 millones de latinoamericanos que compraron por primera vez de forma remota manifestaron que lo volverían hacer.
A este número se suma que, si bien las operaciones en efectivo aún siguen representando una porción importante del negocio, Mastercard advirtió una disminución significativa de los pagos en efectivo: el 47% de los consumidores dijo utilizar menos cash por el covid-19, de los cuales un 32% redujo su uso en un 20%. En lo que respecta a Argentina un 62% afirmó haber incrementado el uso de soluciones digitales de pagos. Es un hecho que estas soluciones llegaron para quedarse e incluso vemos una aceleración 3 o 4 veces más fuerte de lo que veníamos acostumbrados en el uso de soluciones digitales de pagos, generando un quiebre en muchos usos y costumbres arraigados.
Hoy se prefiere usar dispositivos móviles para evitar interactuar con humanos y pantallas táctiles en tiendas
Los productos que en este contexto ganan terreno son las tecnologías de pago sin contacto. Por caso, el link de pago; el código QR y el tap to phone, la novedosa herramienta que permite que los dispositivos Android se conviertan en puntos de venta sin necesidad de un hardware adicional.
Hoy se prefiere usar dispositivos móviles para evitar interactuar con humanos y pantallas táctiles en tiendas. Estas experiencias son percibidas como opciones más seguras e higiénicas, además de brindar comodidad y seguridad en un contexto como el actual.
Las tarjetas activas de Visa sin contacto se triplicaron en el último año en la región. En 17 mercados la penetración de las transacciones presenciales sin contacto superó los dos dígitos. Según el estudio, el 17% de los consumidores encuestados usaron los pagos sin contacto para su última compra, prefiriendo esta tecnología cuando estaba disponible.
Antes de la pandemia sólo un 45% de las personas en América Latina realizaba transacciones en línea; ahora, esa cifra se casi se duplicó y representa un 83 por ciento
En este contexto, y frente a la necesidad de encontrar nuevas formas que permitiesen mejorar la experiencia de compra y venta, el ecosistema financiero en general vio una enorme oportunidad. Bancos, emisoras de tarjeta, fintechs y otros actores han hecho y están haciendo fuertes apuestas en tecnología e innovación con el objetivo de crear nuevas plataformas de pagos e incorporar funcionalidades en tiempo récord para poder acompañar a los comercios, profesionales y emprendedores a que cuenten con más herramientas para salir adelante y ofrecer diferentes oportunidades a los consumidores.
El surgimiento de esta variedad de soluciones brinda a los usuarios ventajas competitivas en el punto de venta y una mayor oferta ya que les otorga la posibilidad de aumentar la aceptación de pagos, a partir de que bajan los costos del sistema.
Además, la digitalización de la industria de pagos genera mayor transparencia de las operaciones financieras y ahorros al sistema, y facilita el acceso de los comercios a una economía formal, y a las últimas tecnologías y soluciones lo que les ayuda a expandir sus negocios y maximizar realmente todas las oportunidades disponibles en la era 4.0.
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